sábado, 2 de marzo de 2013

LA LEY DE SANACIÓN
Una de las necesidades de la humanidad es la buena salud, la necesitamos para lograr todos nuestros objetivos en el plano de la forma sean físicos o espirituales. Nosotros, los Estudiantes de la Luz debemos tener la clave para mantener nuestra salud sin ayuda de médicos, terapistas ni medicinas y eso es un gran reto. En enero de 1956 Serapis Bey nos dijo que llegaría el momento en que los médicos combinarían la religión con la ciencia y ese día ha llegado. Es muy común en nuestros días la medicina alternativa y muchos doctores reconocen hoy en día que el poder de sanación está latente dentro del paciente. La relajación, la meditación y la oración han encontrado un lugar en la medicina, no sólo porque trabajan en apoyo de los estudios científicos sino también porque son técnicas gratuitas y una vez aprendidas tan sólo hay que aplicarlas y eso reduce los altos costos médicos. Serapis Bey nos dice que la ciencia médica se está empezando a dar cuenta que gran cantidad de los desórdenes físicos y mentales se deben a causas emocionales las cuales yacen ocultas en las personas, a veces enterradas en su conciencia o en su subconsciente más allá del alcance del individuo.

Hay dos grupos de personas que piensan diferente respecto a la sanación:

- Los que quieren que otros los curen

- Los que creen que pueden curar a otros

Y en este segundo grupo están las madres, las tías, las abuelas… que no soportan ver sufrir al familiar.

Desde el momento que esa necesidad surge, es un motivo egoísta, porque no quiero sufrir, no quiero que se me parta el alma (a mí).

Debemos aprender a respetar y a reverenciar las vidas de nuestros semejantes y dejarlos que aprendan sus propias lecciones.

En este segundo grupo de personas existen los que se jactan de tener poderes de sanación y esa no es la idea. Los Maestros Ascendidos nos dicen que el sanar a otro es una insensatez, una imprudencia, ya que al sanar a otro lo que vamos a hacer es absorber el karma ajeno y eso incluye a gente que quiere sanar en la distancia e incluso a quien ni siquiera conocen y sin preguntarles siquiera si se quieren sanar y es bien importante que la persona que va a ser sanada se quiera sanar.

Existen también aquellas personas que habiendo aprendido a sanarse a sí mismas para sacarle provecho a la inversión empiezan a sanar a otros y cobran por sanar y eso sí que es grave. La Madre María es uno de los Seres Divinos más prácticos de la Jerarquía Planetaria y uno de sus Servicios Principales es el de Sanación. Ella ha estado relacionada con la Sanación durante muchas centurias y así como su Hijo Jesús realizó muchas sanaciones milagrosas durante su encarnación, Ella después de ascender se dedicó a ayudar a quienes sinceramente desean sanar las mentes, almas y cuerpos de los hombres en cualquiera que sea la actividad en la que desean servir. Y se dice, mentes, almas y cuerpos ya que cuando la enfermedad se presenta en el cuerpo físico no es más que el reflejo de lo que la mente y el alma están manifestando. Según Emmanuel la enfermedad existe primero en nuestro plano emocional. La enfermedad nunca se presenta de primero en lo físico. La Madre María asiste a los que se dedican a sanar, Ella asiste a los estudiantes avanzados que conocen el aspecto místico de la sanación, a los misioneros, a los médicos, enfermeras, que trabajan bajo el Maestro Hilarión que es el Director del Rayo de la Sanación. También ayuda a los que trabajan bajo el Rayo de la Pureza y a todos los que trabajan en pro de la hermandad mundial. María asiste, colabora, con todos los hombres y mujeres científicos e investigadores que utilizan las actividades del Segundo Rayo de Iluminación para realizar investigaciones y experimentos acumulando los conocimientos que luego se ponen a disposición de la humanidad para su buen uso. María también ayuda a aquellos individuos honestos y sinceros, que no cobran por sanar, que sanan por Fe. La humanidad debido a una programación errónea, por viejos hábitos, por pereza… estamos acostumbrados a que sea otro el que haga el milagro, otro el que haga el trabajo por él y no se interesa en cómo debemos hacer las cosas, es el típico caso de expiación y propiciación indirecta, la mayoría de los seres humanos practicamos la propiciación indirecta: que otro me sane, que otro me salve….sin el más mínimo esfuerzo.

Como dice la Madre María, “Pocos quieren saber la Ley pero todos se quieren beneficiar de Ella”. Ella narra cómo su hijo andaba humildemente y le explicó la Ley a cientos y cientos, una Ley que Él mismo comprobó, haciendo ver a los ciegos, oír a los sordos, sanando a los leprosos, haciendo caminar a los tullidos y Él mismo surgió de la susodicha muerte, Él vino a enseñar el camino, cómo nosotros debíamos hacer las cosas pero “pocos deseaban conocer la Ley”. A nadie se le ocurrió ir donde el Maestro y preguntarle cómo él podía sanarse y los que eran sanados una vez que eran sanados salían corriendo a celebrar la sanación y de nuevo a hacer de las suyas, a comer en exceso, a beber en exceso, a fumar en exceso… Eso ocurrió entonces y ocurre ahora. La gente se enferma, se van al McDonals y se comen un montón de patatas fritas, una super-hamburguesa y una coca-cola gigante, van a una fiesta y toman y toman y se enferman pero una vez que se mejoran vuelven a lo mismo y después no entienden por qué tienen el colesterol alto, por qué sufren de gastritis, por qué tienen piedras en la vesícula…

La expiación indirecta es uno de los mayores daños que se le han hecho a la humanidad especialmente en occidente durante la pasada era de Piscis. “Yo soy salvo porque Jesús murió por nosotros”. Esa no era la idea de Jesús ni la de sus compañeros de misión. Él vino a enseñarnos cómo hacer los milagros de sanación que Él hacía y su Madre María vino a enseñarnos cómo mantener el Concepto Inmaculado de nuestros seres queridos y nuestros semejantes. ¿Cómo lo hacemos? Bendiciendo los Santos Seres Crísticos de nuestros semejantes y pidiendo que nuestros compañeros de viaje se iluminen porque son ellos los que tienen que sanarse a sí mismos. Si las personas no se sanan a sí mismas la sanación no va a ser permanente y esto tiene que quedar bien grabado en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos.

Afortunadamente, dice la Madre María, que hay mucha gente que está abandonando la teoría de la expiación indirecta por ser totalmente ilógica en su significado. La gente está comenzando a percibir el hecho de que su misión está en la interpretación de la Ley Cósmica y dicha Ley es una de Amor y Armonía que si la observamos, la obedecemos, lograremos que se manifieste el Reino del Cielo en la Tierra. Cuando hablamos de Amor nos referimos al Amor Divino, incondicional, de la cintura para arriba y cuando hablamos de Armonía no nos referimos a una armonía espasmódica, arrítmica, en la que un día estamos depresivos y otro día estamos bien. Estamos hablando de una armonía ininterrumpida en nuestros sentimientos. Jesús también explicó la clave de lo que es la Sanación. Él decía que los hombres y mujeres somos seres esencialmente espirituales, no somos sólo estos bellos cuerpos, somos mucho más que eso, somos espíritu y cuando empecemos a comprender esto nos empezaremos a comportar como tales. Nosotros somos una parte integral de Dios que nos ofrecimos a descender voluntariamente hace incontables eras para entrar al mundo de la forma y convertirnos en co-creadores con nuestro Padre-Dios.Todos podemos regresar a nuestro origen Divino, podemos rehusar toda manifestación de la imperfección y así dejaremos de crear condiciones dolorosas, aflictivas e inarmoniosas para nosotros y para otros. Si nosotros nos enfermamos estamos creando sufrimiento para otros. Si creamos situaciones aflictivas vamos a afectar a nuestros semejantes. Es muy común entre nosotros cuando ocurre un accidente o alguien se enferma con una apariencia muy seria decir: “resígnate, es la voluntad de Dios”. Pero esa no es la Voluntad de Dios, las enfermedades no son la Voluntad de Dios, las enfermedades son creaciones humanas, creaciones nuestras: el miedo, la depresión, la duda, la incertidumbre… todas las emociones fuertes como la ira que experimentamos continuamente en nuestro diario vivir eso corroe paulatinamente nuestro sistema nervioso y eso es lo que nos causa las enfermedades. Hay dos enfermedades que son miedo puro: el cáncer y el sida. Sólo tenemos que pronunciar su nombre y la gente queda aterrada. Nos dice Emmanuel: “la enfermedad es una enseñanza, un mensaje del alma y cuando la lección se aprende, la enfermedad se convierte en algo que nunca ocurre”.

La atención es importantísima en la Sanación ya que donde pones tu atención en eso te conviertes, y eso lo conocemos en la teoría pero seguimos creando ese puente con la imperfección, lo que dicen las noticias, las enfermedades, la crítica, el chisme, la queja…y eso lo podemos comprobar cuando estamos esperando en la fila del supermercado, en el médico… que la gente se pasa todo el rato quejándose y así aún esperan tener buena salud.

Analicemos las típicas frases que todos decimos: “no tengo ni un duro”, “a mí nadie me quiere” y si no escuchemos a la juventud hablar, continuamente hablan palabras sucias, los programas de televisión soeces donde la gente habla vulgaridades, la música si es que así se puede llamar, estamos constantemente contaminando el aire que respiramos, por eso, nos enfermamos. Si le preguntamos a alguien ¿cómo estás?, la persona siente que tiene que contarnos todos sus males: tengo dolor de cabeza, de estómago, artritis… empiezan a redactar todo un catálogo de enfermedades. Entonces, ¿qué van a tener? Pues enfermedad, ¿Por qué no dicen simplemente “¡estoy bien!, “estoy mejor” para decretárnoslo y percibir ese bienestar en nosotros. No podemos poner nuestra atención en la imperfección, la debemos poner, en cambio , en la Presencia, en los Ángeles, en los seres de Luz… Ya sabemos que existen Ángeles de la Belleza, del Amor, de la Sanación, de la Música… Si ponemos nuestra atención en esos Seres de Luz pues las cualidades Divinas, sus sentimientos, vendrán por el Puente de la atención y se van a alojar en nuestras vidas, en nuestras casas, en nuestro mundo.

Nos dice María que sobre la pantalla de la vida hay cada vez más individuos aplicando la Ley por cuenta propia y esto es realmente magnífico, mas sin embargo para aquellos que todavía insisten en querer sanar la Madre María les dice:”Aquellos de ustedes que están involucrados con las Actividades de Sanación les digo que mientas sean no-ascendidos recordemos auto-envolvernos en la Presencia luminosa de algún miembro del ámbito de los Maestros Ascendidos antes de ni siquiera comenzar a tratar con los problemas y aflicciones que vendrán a nuestra atención. De esta manera nos auto-protegemos y no vamos a atraer a nosotros esas zozobras, ya sea depresión, estrés, enfermedad física o mental con la que vamos a tener que tratar sino que más bien debemos encerrarnos y sellarnos y aislarnos en la Presencia ya sea de María, del Amado Jesús, del Arcángel Rafael que es el médico del Cielo, o cualquier otro Ser de Luz. Y luego, así sellados, podemos invocar las Llamas y Rayos del Reino de la Divinidad con que se han familiarizado, y luego podemos dirigir esas corrientes sanadoras a todos los individuos que necesiten de nuestra asistencia.

Aquí hay dos puntos importantes:

- El Maestro Ascendido que vamos a invocar tiene que ser nuestro amigo. Si tenemos un amigo lo podemos invocar a cualquier hora para que nos asista en caso de emergencia pero si no cultivo esa amistad cómo lo voy a llamar. Debemos cultivar la amistad con los Seres de Luz y comunicarnos con Ellos a diario, no esporádicamente. De esta manera cuando Ellos reciben nuestra llamada ya nos reconocen.

- Familiarizarnos con las Llamas y Rayos para saber a cuál hemos de invocar en cada situación.

Enseñemos a los que nos rodean que todos tenemos Cristo Interno que tiene todo el poder para sanarnos y al invocarlo podemos traer Perfección a nuestras vidas, podremos sanarnos a nosotros mismos y así la Sanación será permanente.

María dice que primero es menester erradicar, eliminar, arrancar de raíz la causa y núcleo de toda aflicción en los niveles internos donde no se le ve para así poder tener una sanación permanente en este plano de la forma donde si se ve. Si no hacemos esto lo que ocurre es lo siguiente:

- Si un sanador le quita a alguien alguna enfermedad lo que va a ocurrir es que esa enfermedad se va a ocultar, se va a poner una máscara y no la vamos a reconocer y esta persona va a estar aparentemente sanada pero apenas desencarne el sanador, la enfermedad va a volver a manifestarse.

- Si la persona sanada desencarna, entonces esa persona no resolvió su problema, no hizo el llamado y cuando vuelve a nacer regresa con la enfermedad.

Tiene que ser la propia persona la que haga el llamado, hay una causa y núcleo detrás de toda enfermedad, trátese de algo mental, emocional, etérico, físico, financiero o lo que sea. Esa causa y núcleo debe ser arrancada de raíz y existen Seres Divinos que se ofrecen para ello: la Madre María, la Señora Astrea , Lady Kwan Yin y Lady Meta. Las damas del Cielo están tremendamente interesadas en la expansión de la actividad sanadora a través de seres no-ascendidos ya que la sanación es primordialmente una actividad de sentimiento. La sanación se transmite mediante sentimientos armoniosos. Si nos interesa sanarnos a nosotros mismos o a otros podemos invocar a las Damas del Cielo y cuando hayan sido extraídos la causa y núcleo de la enfermedad tendremos a un individuo permanentemente sanado.

Estamos creando continuamente, dormidos, despiertos, de día, de noche de dos formas: constructivamente o destructivamente. Continuamente o creamos más confort, más Luz, o más zozobra, más oscuridad. Tenemos, por tanto, que ver de qué lado estamos si del de la Luz o del de la oscuridad.

El Maestro Jesús nos dice que la conciencia de la humanidad está en un nuevo umbral en el que cada hombre, cada mujer desarrolle dentro de sí el conocimiento, la capacidad, para escoger su propio destino, para disolver de manera consciente las causas dentro de nosotros de las experiencias en el plano de la forma. Si creamos nuevas formas de pensamiento eso se va a manifestar en nuestro cuerpo físico como juventud, vigor y fuerza inagotable y en nuestra mente se va a manifestar como Paz, Comprensión e Iluminación.

El viejo orden de que el hombre dependía de una conciencia externa para ser aliviado, ser curado, para que le dispensaran misericordia, le perdonaran sus pecados… ese nuevo orden está desapareciendo. En la nueva era espiritual, cada hombre va a ser su propio doctor, su propia Presencia sanadora. Cuando el hombre empiece a reconocer la causa y deje de echarle la culpa a otros , entrará en la nueva era de la Maestría auto-consciencia y a través del auto-control y la auto-corrección aprenderá a poner su propia casa en orden mediante esas facultades que están latentes dentro del hombre. Jesús nos ha dado el ejemplo más grande de sanación en el mundo occidental y Él nos dio la clave, nos dijo: “el que en mi cree, las obras que Yo hago las hará y mayores aún” No basta con que haya unos pocos que estén capacitados para mitigar los males de las vidas de las masas. Debemos buscar las causas de nuestros dolores, pensé mal de alguien, hablé mal de alguien, me irrito por todo, cojo una rabia cada vez que subo a un taxi y el taxista empieza a criticarlo todo, creo que estoy muy avanzada espiritualmente porque asisto a todas las clases, seminarios, leo todos los libros pero sin embargo aún digo ¡qué tiempo más feo hace!, me quejo de todo, de que la juventud no sirve, que los tiempos de antes eran otros… todo esto son causa de nuestras aflicciones y enfermedades.

Hay algo muy importante que tenemos que tener en cuenta y es que la salud y la sanación van de la mano con la verdad, si mentimos, si albergamos engaño, si decimos aunque sea una mentirita piadosa, blanca, vamos a seguir experimentando aflicción y enfermedad, la salud y la verdad van de la mano.

Una vez sepamos las causas vamos a transmutarlas, podemos invocar la ayuda de los Seres de Luz, los Ángeles, los Maestros Ascendidos y nos podemos anclar en los brazos de la Presencia y pedir a nuestro Cristo Interno que asuma el mando y control de nuestros cuatro cuerpos inferiores para que sea la Perfección de Dios la que se manifieste en nuestros cuerpos físico, mental, etérico y emocional. Los elementales reflejan como un espejo todo lo que ven y la humanidad también es como un espejo, nos reflejamos los unos a los otros, con nuestros familiares, asociados e incluso a nosotros mismos en otras encarnaciones hasta que llegue el día en que tomemos la decisión consciente de eliminar de nuestros mundos la aceptación que refleja la conciencia masiva: la ancianidad, la desintegración, la descomposición, la muerte y todas sus ramificaciones y que le permitamos a nuestro Cristo manifestarse y hacer los susodichos milagros. ¿Estamos haciendo eso? ¿le estamos permitiendo a nuestro Cristo actuar o lo tenemos momificado, reteniéndolo en los confines de nuestra propia inseguridad, de nuestros propios conceptos mentales, de nuestras memorias etéricas, de nuestros poderes de razonamiento?

Las plantas y los animales se curan más rápido porque ellos no tienen razonamiento, ellos se dejan curar, no están poniendo obstáculos, no están en el sí pero… ¿y si no funciona? Y no dejamos a Dios Todopoderoso que se manifieste en esta hora cósmica, son ustedes los que mediante el libre albedrío permiten el segundo nacimiento, la expansión de su Cristo, de lo contrario lo único que vamos a hacer es cojear hasta la tumba, habiendo hecho el bien pero no lo suficiente. Nosotros lo tenemos todo, absolutamente todo para hacer las cosas bien, tenemos el conocimiento del Puente, sabemos que existen Ángeles de la Sanación y de la Verdad dispuestos, deseosos, de asistirnos a nosotros pues esa es su razón de ser, servir a la humanidad. Tan sólo pensar en los Ángeles puede calmar nuestros dolores y nuestras tristezas, puede fortalecer nuestra Fe e Iluminar nuestros corazones y lo único que tenemos que hacer es invocarlos para que nos irradien. También tenemos el Reino Elemental que nos sirve de manera permanente dándonos belleza, aire, agua, fuego, la tierra por la que caminamos y todo eso nos ayuda a mantenernos armoniosos y sanos. Cuando nos sentimos cansados no tenemos más que irnos por ejemplo a un parque con un libro, sentarnos debajo de un árbol y sentir la Paz, la quietud que se irradia, porque los elementales hacen su trabajo a pesar de nosotros los estemos contaminando continuamente, los Ángeles nos están sirviendo de encarnación en encarnación, somos nosotros, nuestra personalidad, la que no le permite al Reino Elemental y a los Ángeles hacer su trabajo correctamente.

También sabemos que la Música clásica, el uso correcto de los colores son conductores naturales de energías revitalizadoras y sanadoras.



Algo muy importante en la actividad de Sanación es la expresión de gratitud y perdón. Nos dice el Arcángel Zadkiel que la gratitud eleva la tasa vibratoria de nuestros cuatro vehículos inferiores.

A menudo, entre los chelas más sinceros y dignos, se ve una impaciencia con cualquier órgano, célula, o parte que ha funcionado algunas veces hasta por ochenta años, porque de repente, éste no funciona como cuando teníamos dieciocho años. En vez de impaciencia, viertan el fuego viviente de la gratitud a estos órganos y células, a sus ojos y oídos, a sus manos y pies, a cada célula y átomo que les ha servido en esta vida, dentro de este sentimiento viene la sanación.

De manera, que recuerden expresar gratitud a Dios, gratitud a sus congéneres, gratitud a la naturaleza, gratitud a todo lo que existe.



Serapis Bey y la sanación

Nos dice el Maestro Serapis Bey: Cada órgano y célula dentro del cuerpo físico tiene una tasa vibratoria propia, separada y distinta de la acción vibratoria del órgano vecino, Vibran al unísono con ciertos centros en el cuerpo físico. Las perturbaciones dentro de los cuerpos mental y emocional de una persona, afectan las vibraciones de los órganos y células del cuerpo físico de manera discordante. Estos cuerpos mental y emocional deben ser armonizados y purificados para darle sanación al paciente.

¿Cómo se realiza esto? Las causas internas de la enfermedad son eliminadas al iluminar la mente del estudiante. Luego, cuando estos cuerpos internos son purificados, la enfermedad se disuelve y se desprende.

Todo nuestro sistema nervioso puede ser afectado por todas las vibraciones negativas y erróneas en nuestros cuerpos mental y emocional.

El temor, la depresión, la incertidumbre, la ira y otras emociones fuertes desintegran las mismas fibras sensitivas del sistema nervioso. Esto causa el envejecimiento y la desintegración. Las fibras se desmoronan y ocurre la muerte. Imagínense una tubería de agua, acumulando óxido y suciedad a lo largo de los años, cerrándose lentamente hasta que el flujo de agua se detiene del todo.

El bloqueo del flujo de la Luz a través del sistema nervioso es como el agua a través de una tubería. Es la única razón por la que partes de nuestro cuerpo no reciben Luz y no se renuevan.

Si la humanidad permaneciera completamente armoniosa, en todo momento, cada célula, cada tejido, cada hueso y músculo en su cuerpo se renovaría en un lapso de seis a meses a un año.

Es la Luz que fluye a través del sistema nervioso que lleva el poder de Sanación. Esta es la Luz que pasa de nuestra Presencia YO SOY, a través de nuestro cordón de plata.

Continúa diciendo Serapis Bey: Decreten “en el nombre de la Amada Presencia YO SOY comando que cese la discordia en mi cuerpo o en el cuerpo de la persona que estamos sanando”. De esta manera ustedes podrán reconstruir cualquier órgano en perfecta salud en cuestión de horas, días, semanas, o meses dependiendo del poder y de la fortaleza de su sentimiento.

Kuthumi nos recuerda que cuando la humanidad se regía dentro de la Ley de Armonía, ni la descomposición, ni la desintegración, se conocían en el planeta, ni en la vida, ni en uno mismo.



Los Maestros Ascendidos, la Hueste Seráfica, el Reino Angélico, se unen a la humanidad para ayudarla a liberar a la raza de las condiciones aflictivas en las que están operando actualmente.

Todo hombre y mujer puede cooperar si lo quieren pueden unirse y cooperar con la Ley de Sanación y la Ley de Paz mental.



Tomada de una Conferencia de Marcela Castillo (Instructora del Grupo Metafísico Serapis Bey de Panamá)
Publicado por Paqui Serrano