domingo, 5 de septiembre de 2010

MÁS ALLA DE LA MUERTE



MÁS ALLA DE LA MUERTE



La Muerte es sinónimo de cambio en un universo dinámico de transformación continua. La muerte no existe realmente como el final último de la vida, porque es simplemente un cambio de traje. El ser humano es como un actor de una obra teatral, que una vez que termina, el actor marca la distancia entre el personaje que le tocó vivenciar, y su identidad como actor. No podemos identificarnos demasiado con el personaje, porque es meramente transitorio. Y a un papel, le sigue otro y otro.
La Muerte es como el examen final al término del curso escolar. Si uno ha estudiado, será algo fácil, sencillo, y nada complicado; tendrá unas lindas vacaciones y estará mejor preparado para el próximo año. Pero si uno no estudió durante el periodo que correspondía, saldrá desaprobado y tendrá que repetir el grado.
Ante la pregunta ¿por qué hay que morir? primero tendríamos que preguntarnos ¿para qué vivimos? Si todo es aprendizaje ¿un aprendizaje de qué y hacia qué? ¿Por qué al concebir nuestros padres fuimos nosotros los que llegamos y no otros? ¿Elegimos o fuimos elegidos? ¿Somos el producto del azar o de un destino predeterminado? ¿Cuál es el propósito de la vida más allá de la supervivencia de la especie? Buscando respuestas, tendríamos que hacer una inmersión dentro de cada uno.
Por lo mismo que somos creados, tenemos la capacidad de crear. Si uno no tuviese la oportunidad de llegar a conocer la esencia divina que hay dentro de cada cual, no podríamos llegar a conocer a Dios. Hemos venido a conocer y a ser conocidos. Si uno no muriese, si no tuviéramos un plazo, no valoraríamos la oportunidad que nos concede la vida para llegar a darle su justo valor a las cosas. Y es que todo tiene un tiempo y un margen para ser realizado. Cada plazo, como cada vida, es una oportunidad de realizarlo de tal o cual manera; experimentando y perfeccionamiento. Es un juego cósmico de alternativas, en dónde vamos ensayando diversas formas. Una aventura de crecimiento.
La respuesta por tanto no es otra que vivimos y morimos para aprender, para crecer en conciencia y para llegar a saber valorar lo que realmente tiene valor.
¿Pero somos acaso el juguete de alguien ?…De ninguna manera, nadie está jugando con nosotros. Somos el producto de un acto de amor, no sólo de nuestros padres, sino de la vida misma. Nadie quiere nuestro sufrimiento, ni hemos nacido para sufrir, sino para aprender y madurar para dar fruto. Es cada uno el que debe disponer su propio juego, jugarlo y disfrutarlo ganándolo.
Decidiendo sobre nuestra vida.
¿Hemos tenido alguna participación en la decisión sobre nuestro nacimiento y sobre lo que será nuestra vida?…El orden de la energía en el universo apunta hacia la existencia y la perfección por la experimentación continua a través de las formas. A mayor conciencia mayor injerencia en la organización de nuestra aventura de vida y muerte, de nacimiento y renacimiento. Al principio uno no tiene la capacidad ni la posibilidad de decidir, porque es como el niño que es enviado por sus padres al colegio. Lo envían, considerando que es lo mejor para él, sin siquiera haberle consultado su parecer, por cuanto ellos saben que esa educación le permitirá algún día tener la capacidad de optar por sí mismo, el cómo enfrentara las siguientes etapas.
Así cuando éste niño crece, y llega a la adolescencia y a la juventud, se le debe ir dando un margen cada vez mayor como para que pueda decidir por él mismo, su futuro.
Los “Señores del Karma” ó “Guardianes del Destino” (que son unas entidades espirituales que rigen los nacimientos y encarnaciones), son los que asumen la condición de nuestros padres o apoderados espirituales, dictaminando las circunstancias en las que vendremos a la vida, hasta que nuestro avance evolutivo nos permita negociar o decidir las condiciones de cada existencia.
A mayor avance evolutivo, mayores serán nuestras posibilidades de intervenir en la programación de nuestras existencias.
La vida es una experimentación. Si uno sale reprobado en tal o cual aspecto o curso -por así decirlo-, deberá repetirlo hasta que lo supere. Pero no es un castigo, sino una nueva oportunidad.
Es cierto que existe una Ley de Causa-efecto, que hace que uno viva en carne propia las consecuencias de sus actuaciones buenas o desacertadas; pero el propósito no es hacer sufrir a nadie sino el darse cuenta y entender el sentido de la vida y de la creación.
Todos deberán pasar por todas las experiencias humanas, de tal manera que en una vida seremos hombres y en otra mujeres (porque el espíritu no tiene sexo); en alguna seremos pobres y en otras ricos; en alguna sanos y en otra enfermos; y así todas las posibilidades para que aprendamos a ser solidarios y compasivos, para que lleguemos a ser capaces de perdonarnos y perdonar los errores.

Una hora marcada para Morir.
Todos tenemos un destino, que es parte de la programación que dispone cuando naces y cuando te vas. Pero todo puede variar dependiendo del nivel de consciencia que desarrolles y de cómo enfrentes la vida. Por ejemplo: un suicida puede morir antes de la fecha que estaba prevista, renunciando con ello a la oportunidad que le daba la vida para evolucionar. Otro ejemplo: una persona que está tratando de cambiar y de ser mejor, ó alguien muy comprometido con el amor y el servicio a los demás, llega a morir. Pero en el momento del tránsito ve asomarse a través de un túnel de luz, a un ser celestial o a un pariente que le inspira confianza, que le hace saber que se le va a prolongar el plazo, terminando por vivir unos años más de lo que estaba previsto inicialmente, por cuanto lo estaba haciendo bien. En ese mismo momento, la persona increíblemente es recuperada (resucitada) por los médicos, que ya la daban por perdida.
No hay nada definitivo. El destino no es algo inamovible, se puede variar. Por eso es que existe libre albedrío para demorarnos más o menos en hacer lo que debemos hacer, creciendo y madurando en conciencia.
Pero ¿a qué podría deberse el gran temor que se le tiene a la muerte? A la ignorancia y al olvido del que somos víctimas, por habernos desconectado de nuestro proceso individual. Por ello es importante que nos esforcemos en profundizar el autoconocimiento, y con ello recordemos que la muerte es una vieja conocida, y que es amiga, no enemiga, de la que hemos aprendido mucho y muchas veces.
No hay nada que temer...Nada llega antes si uno no lo busca. Pero si nos comprometemos en darle sentido a la vida, nuestra labor no será desaprovechada por las jerarquías superiores, y durará todo lo necesario para cumplir su objetivo que es nuestra realización progresiva a través del servicio a los demás.
La Muerte es tan sólo el plazo para hacer y crecer. Es un recordatorio de que debemos valorar y aprovechar el tiempo que se nos ha otorgado, dándole sentido y trascendencia.

“RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO ES EL SEÑOR
Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD”


====================================

La Ruta de los 144000 y La Puerta 14 - TRABAJO de IRRADIACIÓN

Queridos Amigos:

Les escribo nuevamente para comentarles algo importante sobre lo que compartí hace algunos días con todos ustedes: La presentación en Power Point: La ruta de los 144000 y La Puerta 14. (Para los que todavía no la han visto, aquí les dejo el link)
http://www.slidesha re.net/viajerado sol/1-la- ruta-de-los- 144-000

Quiero decirles que una de las razones principales por la cual fue creada esa presentación, fue para explicar un trabajo de irradiación al planeta que todos juntos podemos hacer, donde quiera que nos encontremos. Pero, para que se haga a conciencia, para que tengamos la oportunidad de comprender por qué se hace y de amar cada parte; es que se realizó ese Power Point.

El trabajo a continuación es una manera de utilizar integral y concientemente lo que hemos recibido en Misión Rahma. Sería genial que sea puesto en práctica en reuniones de grupo, pero también por los que van rumbo a Paititi y otros viajes que se estén realizando. De hecho utilizado también en las salidas de apoyo a estos viajes.

Un gran abrazo.

Lima-Perú, 03 de agosto 2010

Rubí Cuaila Escobar
soey_9@hotmail. com
viajeradosol@ gmail.com

TRABAJO – RUMBO A LA PUERTA 14

1. Formar un círculo entre todos los presentes. Hacer un pequeño trabajo de relajación (Respiraciones profundas, nos envolvemos en luz blanca).

2. Pedimos la presencia y el apoyo de La Hermandad Blanca. Los visualizaremos haciendo un círculo alrededor de nosotros. Pediremos también la presencia de los Guías de Misión Rahma, protegiéndonos y siendo testigos especiales de este trabajo. Visualizaremos luego cómo todo el lugar donde nos encontremos se transforma, cambia de escenario y veremos luego cómo estamos situados en verdad en el recinto donde se encuentra el Disco Solar del Paititi. Veremos a este Gran Disco Solar en el centro de la reunión.

3. Veremos así, cómo hemos formado 3 círculos concéntricos (Disco Solar, Nosotros y el círculo formado por los Maestros de la Hermandad Blanca). Antes de empezar con la irradiación, agradeceremos por adelantado la oportunidad de hacer este trabajo en este momento de cambio para el planeta Tierra. Dedicaremos este trabajo a las personas que amamos (familia, pareja, amigos, etc).

4. Luego, llevaremos nuestras manos a la altura del pecho (irradiando hacia el centro) y mantralizaremos todos juntos por 14 veces el mantram RAHMA. Al terminar sentiremos y decretaremos cómo desde este momento estamos sincronizados con el Gran Disco Solar de Paititi y cómo desde ahora el latir de este disco está sincronizado con el latir de nuestros corazones y a su vez con el de toda la humanidad.

5. Luego, empezaremos un trabajo de armonización de nuestro corazón con el corazón del planeta Tierra a través del Disco Solar del Paititi (El “Corazón del Corazón”). Es decir:

6. Visualizaremos cómo se forma una hermosa esfera verde brillante a la altura de nuestro corazón (4to chakra). Empezaremos a evocar:

Todo el Amor que sentimos por las personas que amamos (familia –padres, hermanos, etc-, pareja, amigos, etc).

Esa sensación de Alegría que sentimos cuando descubrimos algo nuevo y lo compartimos con alguien.

Y esa Fuerza que nos empuja a salir adelante. Pero también el amor o el cariño que tenemos cuando hacemos algo que nos gusta. Por último. Evocaremos el amor que sentimos por la Vida misma y por nuestros ideales. Es decir, evocar sentimientos puros y reales.

7. Visualizamos cómo esa esfera de luz verde brillante del tamaño de una pelota de tenis se hace más grande y nos envuelve totalmente, sanándonos, armonizándonos. Vemos cómo de nuestro pecho sale un haz de luz verde brillante y todos estos haces de luz se concentran en el disco solar de Paititi y vemos cómo este se activa totalmente con esta energía de luz y amor. Vemos cómo este disco irradia esta energía a todo el lugar donde nos encontremos y luego se expande y lleva esta energía a toda la red de discos solares que existan en el planeta y asimismo envuelve a todo el planeta.

8. Sentimos que desde ahora somos una gran unidad entre todos nosotros y el planeta. Estamos unidos a través del amor puro. Visualizamos cómo encima de nosotros se ha formado un hermoso arco iris. (Simbolizando la armonización de los 7 chakras en nosotros mismos y en el planeta)

9. Luego visualizaremos cómo cada uno de nosotros se ha convertido en una hermosa esfera de luz blanca brillante (los 7 colores fundidos en uno solo), Visualizamos cómo también los Maestros de La Hermandad Blanca que están alrededor de nosotros se han convertido en esferas blancas brillantes.

Sentimos que podemos Confiar. Que podemos confiar en el Padre-Madre y dejarnos llenar con su luz blanca brillante. Podemos recordar que la conexión con nuestra Esencia es eterna.

Al mismo tiempo visualizaremos como en diferentes lugares del planeta empiezan a encenderse otras esferas de luz blanca brillante, primero unas pocas aisladas en algunos continentes y luego más y más hasta ver cómo todo el planeta se envuelve con esa energía blanca. (Es el despertar de los 144000). Luego visualizamos cómo todo y todos nos fundimos en una inmensa luz blanca brillante, más allá del tiempo, de las formas, del espacio (Puerta 14)

10. Mantenemos esta energía un tiempo (el que tiempo que consideremos) en silencio. Luego diremos todos juntos La Gran Invocación. Así Es. Hecho está.

De esta manera nosotros -los humanos- nos encargamos de activarnos a nosotros mismos en la Luz y el Amor. Luego irradiaremos estas energías al Disco Solar del Paititi y este se encargará de cumplir su función. Es decir, activar toda la red de discos que existan y enviar nuestra luz y amor a todo el planeta.

“El amor no se aprende a través de nada ni de nadie,
el amor se descubre en sí mismo y por sí mismo,
el día que descubras ese amor, entonces hijo,
habrás dado un paso en el tiempo,
y entonces podrán abrir las siete puertas de luz
que los conducirá al encuentro con el Señor del Tiempo”

Oxmuz. (Del Consejo de los Doce Menores de Morlen).
Recibido el 28 de julio 1995. Lugar: Desierto de Chuschuco – Perú.
(Del Libro: Memorias del Futuro. F. Bendezú y R. De la Gala. 2003)


“La activación conciente del gran disco facilitará
el alineamiento general de los demás discos en todo el mundo”
Sampiac. Comunicación: 17 de agosto 2005.

Lugar: Paititi (campamento Pantiacolla III). Antena: Tell-Elam




El sáb, 4/9/10, Sixto Jose Paz Wells escribió:

Amados hermanos:
El viaje al Paititi fue tan extraordinario en todo sentido que nos ha dejado necesitados de silencio para meditar la trascendencia del mismo. Pero como la misión y la vida requieren continuidad, les comento que acabo de volver del Congreso de la República (Perù) donde me pidieron que les diera la conferencia del Paititi como primicia...Aqui les comparto las dos comunicaciones que recibi teniendo de parte de los guias apoyo con evidentes avistamientos. También les incluyo una foto con la presencia de una nave.

Sixto

Congreso de la República: