viernes, 29 de mayo de 2015
Los Queros, la cultura ancestral que regresa para la Nueva Era
Los Queros, la cultura ancestral que regresa para la Nueva Era
Los Queros o Q’ero, son los descendientes directos de los Incas.
Buscaron refugio en las montañas a más de 4.200 metros de altitud, escapando de los conquistadores.
Ahí estuvieron durante 500 años y han custodiado el conocimiento original y la sagrada profecía sobre un gran cambio (Pachacuti), esperando el momento en que este mundo, daría un giro, retornando la armonía y poniendo fin a la epoca de caos y desorden.
Los Queros han vivido en sus aldeas en lo alto de los Andes, prácticamente aislados del mundo.
Durante la celebración de la fiesta anual del “Regreso de las Pléyades”, las personas ahí reunidas, se quedaron asombradas al ver aparecer a los Queros, vestidos con el emblema inca del Sol, anunciando que el tiempo de las profecías había llegado. “Os hemos estado esperando durante 500 años”.
Ellos también nos dicen que, el Amor y la Compasión, serán las fuerzas que guien la unión de los pueblos.
“Los nuevos Guardianes de la Tierra, vendrán de occidente y, aquellos que han causado un mayor impacto en la Madre Tierra, ahora tienen la responsabilidad de rehacer la relación con Ella, después de rehacerse a sí mismos”.
La profecía sostiene que Norteamérica proporcionará la fortaleza física, Europa aportará el aspecto mental y el corazón, será dado por Sudamérica.
Con esto, las profecías son alentadoras, se refieren al final de un tiempo tal como lo hemos conocido hasta ahora, es el fin de un modo de pensar, un modo de ser, una forma de relacionarse con la naturaleza y entre los seres. Los incas esperan el emerger de una nueva era dorada, aunque también mencionan cambios tumultuosos en la Tierra y en la psique de las personas para redefinir las relaciones y la espiritualidad.
El Gran Cambio ya ha empezado y trae la promesa de un nuevo ser humano. El caos y la confusión durará 4 años. Los chamanes Queros, hablan de un “desgarro” en el tejido del tiempo.
Dicen que, debemos morir ante los viejos modelos de espiritualidad para abrirnos a la auto-renovación, convirtiéndonos en comadronas de una nueva forma de pensar y actuar.
Necesitamos re-aprender a honrar y respetar a la Madre Tierra, al Padre Sol, a las Hermanas Estrellas, descubrir y respetar a todo y todos y así, poder hacer un salto cuántico hacia aquello en lo que nos estamos convirtiendo, todos juntos.
Los Queros dicen que las puertas entre los mundos se están abriendo otra vez, se forman agujeros en el tiempo que podemos atravesar para explorar nuestras capacidades y recobrar nuestra naturaleza luminosa.
Sus profecías dicen que estamos terminando el tiempo de la transición y comenzará a manifestarse el quinto nivel de conciencia a finales del 2.012, poco después, aparecerá el sexto nivel de conciencia y, la época dorada de la humanidad, comenzará.
La época dorada anunciará los principios del sétimo Sol, ese será el tiempo de los “niños de la Luz” que estarán completamente despiertos.
La profecía anuncia que, cuando se alcance el quinto nivel de conciencia, ésto se hará de forma colectiva y simultánea.
“Cuando suficientes Semillas estén despiertas, liberadas del miedo y de otros aspectos negativos del tercero y cuarto nivel de conciencia, las semillas del quinto nivel podrán brotar dentro de la humanidad y formar un Todo”.
“Sigue tus propias huellas. Aprende de los ríos, los árboles, las rocas. Honra a tus hermanos, honra a la Madre Tierra, honra al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la Creación.
Mira con los ojos de tu Alma y comprométete con lo esencial”.
Recopilación: Semillas Solares.
Que significa la Sagrada Tradición Andina…
Qué hacemos?
1)Realizamos ceremonias o despachos en honor a un elemento de la Naturaleza para honrarlos, para pedir una intención especial,para proteger un lugar, una familia, una situación. Las realizamos periódicamente o a pedido de quién así desee realizarlo
2) Realizamos una ceremonia andina muy ancestral, en general de manera individual con el fin de hacer un pedido muy especial con un objetivo elevado, con LUZ, con el fin de ponerle verdadera intención a tal pedido. Esta ceremonia también se realiza a pedido de cada corazón que así lo sienta simplemente poniéndose en contacto con nosotros.
Estamos en una era en la que las diferencias culturales van desapareciendo para entendernos ‘mejor’ en este mundo globalizado, o eso es lo que creemos. Vivimos en sociedades vinculadas por el comercio, la informática y los medios de comunicación, hacemos uso de la tecnología, de los avances modernos, y nos creemos mejores que nuestros antepasados. Pero cuando estamos en silencio, mirando hacia adentro nos damos cuenta que falta algo en la formula de la vida moderna. Entonces es como un aviso de alerta interior que nos mueve a buscar algo (fuera de nosotros) que tenga sentido, y a menudo vemos luz proveniente de diversas instancias de espiritualidad.
En mi caso, como tanta gente ‘normal’ latinoamericana, disfruté de todo lo que la cultura y religión me ofreció, pero siempre tuve una afinidad natural con los elementos, desde pequeña coleccionaba piedritas, me fascinaban las formaciones rocosas, quedaba boquiabierta mirando el horizonte del Pacífico, tomaba fotos de árboles y detalles de ramas y hojas, no sabía por qué pero el viento me hacía feliz… Claro que esa conexión con la naturaleza era vivida como en secreto o como algo que no podía interesarle a nadie porque había cosas más importantes en la vida, como los problemas de la economía, la inflación, la justicia social, en fin, todo eso que la sociedad ha creado para dominar la naturaleza “en nombre del desarrollo humano”.
Y en el proceso la humanidad globalizada arrasa con los recursos naturales, destruye la tierra, contamina las aguas, desestabiliza los ecosistemas, en otras palabras, agrede al planeta. Llegamos a un punto en el que el ‘avance tecnológico’ promete acabar con la humanidad que lo produjo; esto no tiene sentido. Qué vamos a forjar para el futuro próximo… ¿decadencia de la civilización global para que algún día vuelva a renacer otra civilización? ¿Aprendimos algo de las civilizaciones pasadas que perecieron?
Entonces es en esta coyuntura en la que la sabiduría ancestral de la Sagrada Tradición Andina (¡así como todas las Tradiciones antiguas del planeta!) están dando un jalón de orejas a la arrogante humanidad moderna. Los niños traen ya un sentido de respeto a la Tierra que nadie tuvo que enseñarles, el mensaje de la Tierra (de la Pachamama para los andinos) es muy claro. Debemos reconectar con la naturaleza, debemos recordar lo sagrado de nuestra relación como parte de la Creación divina.
Volver a entender que la separación del ser humano de la naturaleza fue forzado por una sociedad egoísta, con principios como el de la ‘propiedad privada’ o las fronteras entre regiones y países! Y se criminalizó a los elementos de la naturaleza por atreverse a conectar toda la vida vegetal, animal y mineral en un solo planeta. Se negó la existencia de una conciencia colectiva de todo el reino vegetal, se negó la existencia de una fuerza vital que impulsa en armonía el ciclo de vida de los animales del mundo, se ocultó la verdad que los minerales, aunque no tengan respiración como las plantas y los animales, también tienen vida y tienen la capacidad de registrar energía.
Y los seres humanos nos olvidamos que también somos naturaleza, que somos naturaleza divina porque fuimos creados con la fuerza vital o el soplo de Dios, con una conciencia de tener un valor intrínseco y por lo tanto un propósito o destino sobre la Tierra. Nos olvidamos que sin el oxígeno del aire (producido por los árboles), sin el calor y luz del sol, sin los nutrientes de los alimentos (que provienen de la tierra) y sin beber agua diariamente… no podríamos existir.
Nuestros ancestros andinos tenían esta verdad en primer plano en su conciencia; reconocían la total interconexión de toda la creación del Universo, tanto del universo externo, el macrocosmo, como el interno o microcosmo. Y ellos no necesitaban de telescopios o microscopios para ‘ver’ y entender estos niveles de existencia porque ellos estaban plenamente conectados a la Conciencia del Creador.
Y ahora esta sabiduría ancestral, que ha sido cuidada por cientos de años dentro de las comunidades andinas, está recobrando presencia, y el mensaje ya empieza a ser entendido por gente de todo el planeta (como la Naturaleza…, la sabiduría natural no sabe de culturas, idiomas, filosofías, demarcaciones políticas, etc). Hay maestros andinos que no nacieron en los Andes, hay sacerdotes de la Sagrada Tradición Andina en África, en Europa, en Norteamérica; todos ellos haciendo trabajo de reconectar las energías sagradas para retornar el equilibrio natural del planeta.
A medida que recordemos la sabiduría ancestral y la integremos en nuestra vida conciente presente, vamos a ser capaces de crear el mundo en armonía que la Madre Tierra merece por su eterno amor y paciencia con la humanidad.
La Sagrada Tradición Andina nos enseña y nos hace recordar lo simple que es vivir en equilibrio y armonía, y lo hace integrando la creación en todas sus dimensiones y realidades (lo que llamamos real y lo que llamamos virtual), siempre evolucionando como en una espiral, siempre de manera dinámica, siempre en reciprocidad, siempre en amor incondicional, siempre con respeto a toda la vida, siempre en Unidad.
Esta nota ha sido extraída de la siguiente dirección:http://www.kallpari.com.ar/sabiduria-ancestral