viernes, 4 de enero de 2013

El signo del zodíaco que nadie quiere aceptar

Una colaboración de Marge



Se lo denomina Ofiuco, y se lo conoce como el signo 13. “Asegúrese compromisos laborales que den ganancias seguras. Volver a las fuentes le otorga claridad y solidez, los resultados están a la vista”, dice algún horóscopo para los nacidos entre el 22 de noviembre y el 22 de diciembre. Esos son los días en que el Sol atraviesa la constelación de Sagitario.

SEGÚN EXPERTOS, OFIUCO OCUPA LA MAYOR PARTE DEL ANTIGUO SIGNO SOLAR DE SAGITARIO, Y BAJO SU INFLUENCIA NACEN MÉDICOS, HUMANISTAS, IDEALISTAS Y AVENTUREROS.

“Asegúrese compromisos laborales que den ganancias seguras. Volver a las fuentes le otorga claridad y solidez, los resultados están a la vista”, dice algún horóscopo para los nacidos entre el 22 de noviembre y el 22 de diciembre. Esos son los días en que el Sol atraviesa la constelación de Sagitario.

Hasta ahí, sagitarianos, no deberían preocuparse (demasiado). Pero desde hace un tiempo a esta parte, los especialistas en astrología vienen hablando de un desfasaje: la base de ese dibujo simbólico por el que surgieron las constelaciones, dicen, se movió por la acción conjunta del Sol y la Luna y así estamos, desfasados. AHORA, EN LUGAR DE 12 SIGNOS DEBERÍAMOS ESTAR HABLANDO DE 13 (el número desafortunado).

¿Por qué?

Hace unos 2.600 años, los neobabilónicos fijaron el recorrido que se ve desde la Tierra, la línea que dibuja el Sol sobre el fondo fijo de las estrellas de la bóveda celeste mientras orbitamos alrededor del astro gigante.

Desde entonces hasta ahora, las cosas cambiaron, y en el medio quedó Ofiuco. De acuerdo con el astrólogo y futurólogo uruguayo Henry Francis, Ofiuco ocupa la mayor parte del antiguo signo solar de Sagitario, y bajo su influencia nacen médicos, humanistas, idealistas y aventureros.

Una persona nacida el 13 de diciembre de algún año del siglo pasado nació cuando el Sol cruzaba la constelación de este personaje mitológico. “Según la cartografía celeste, que se empieza a fijar con precisión en el siglo XVI, el Sol atraviesa Ofiuco durante más tiempo que Escorpio “, relata el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, en un artículo del diario Público.es.

Así debería ser (con la hipótesis planteada) el calendario de constelaciones:

Aries: 19 de abril – 14 de mayo

Tauro: 14 de mayo – 21 de junio

Géminis: 21 de junio – 21 de julio

Cáncer: 21 de julio – 11 de agosto

Leo: 11 de agosto – 17 de septiembre

Virgo: 17 de septiembre – 31 de octubre

Libra: 31 de octubre – 21 de noviembre

Escorpio: 21 de noviembre – 30 noviembre

Ofiuco: 30 de noviembre – 18 diciembre

Sagitario: 18 de diciembre – 21 de enero

Capricornio: 21 de enero – 17 de febrero

Acuario: 17 de febrero – 13 de marzo

Piscis: 13 de marzo – 19 de abril


Precesión de los equinoccios

El desplazamiento al que hacen referencia se conoce como precesión de los equinoccios. De acuerdo con los astrónomos, ese recorrido que dibuja el Sol sobre el fondo fijo de las estrellas, que es como una fotografía del momento, se repite cada 26 mil años. Eso quiere decir que para se repita el calendario original del zodíaco todavía faltan 23.400 años.

La gran estafa

Para el divulgador científico Javier Armentia, ex presidente de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, estos hechos son una prueba más de la “estafa” de los horóscopos, ya que se basan, dice, en simples abstracciones, completamente arbitrarias que los humanos proyectaron en el cielo para leer el firmamento.

“Las constelaciones no son más que una herencia cultural que hemos querido mantener para ayudarnos mediante referencias quienes nos dedicamos a observar las estrellas”, asegura este astrónomo, y agrega: “El desfase actual entre signos y constelaciones deja claro que lo que seamos o hagamos no tiene nada que ver con el cielo, que no marca el destino“.

Primera carta astral

La historia dice que en el año 410 antes de Cristo aparece la primera carta astral dedicada a un niño anónimo. Muchos años después, con la mezcla de la herencia egipcia y mesopotámica con el misticismo y la mitología griega, se comienza a relacionar la personalidad de la gente con los atributos de esos animales mitológicos.

“Se decidió que tales estrellas agrupadas eran un carnero del mismo modo que yo puedo decir que una nube tiene forma de nariz; es absolutamente arbitrario”, asegura la astrofísica y directora del Museo de la Ciencia de Valladolid, Inés Rodríguez. “Lo más absurdo”, cierra, “es que esta pseudociencia se basa en una concepción geocéntrica del universo, como si el Sol y los planetas giraran en torno a la Tierra”.

El juego de unir puntos en el cielo

Para muchos se trata de una visión del mundo totalmente superada. Para muchos otros es sólo un juego de unir puntos en el cielo. Lo cierto es que el último ajuste de las fronteras de las constelaciones fue realizado por la Unión Astronómica Internacional en 1930. Allí se fijaron las 88 constelaciones que completan el mapa actual.

Esas fronteras son tan arbitrarias como las formas escogidas para definir las constelaciones (citando palabras del astrónomo Marcos Pérez). Del mismo modo que puede sonar absurdo que una parte importante de la población mundial vaya a tener un día parecido al citado para los sagitarianos al principio de este informe. El tema nos divide. Es cuestión de CREER O REVENTAR.