jueves, 12 de febrero de 2015

Los Mayas y las Siete Razas


Los Mayas son considerados los educadores del mundo, en sí representan a la cultura atlante, los mayas dedicados más a la investigación basada en los mensajes directos del Ser y la razón objetiva, (esto debido a sus facultades superlativas plenamente desarrolladas), con cálculos exactos, escudriñaban los misterios del Universo y el significado de su existencia, así encontraron que todo estaba interrelacionado entre sí y nada se establecía por casualidad sino debido a una causa; que de la unidad provenía la multiplicidad y a su vez ésta se convertía en unidad.
El sabio sacerdote maya podría predecir su destino y el destino del mundo, teniendo al pasado y futuro bajo su dominio; por ejemplo: algo que sucedió un 15 de diciembre de 1954 para nosotros tal vez no vuelva a ocurrir, pero para los mayas este suceso vuelve a ocurrir en el futuro, en los conceptos mayas todo está basado en leyes y los acontecimientos pueden volver a aparecer por ciclos y estos ciclos de recurrencias implican que el pasado, el presente y el futuro, son parte de la misma rueda del tiempo, de esta manera podemos entender que las siete razas que se gestan en un planeta primero por ley del tres Santo Triamasikamno y se organiza la creación por ley del 7 o Heptaparaparchinock y se suceden en ciclos recurrentes, ya en esferas más bajas o más altas, como la espiral de la serpiente y explicado con la Ley de las Rondas.
En la primera ronda nuestro planeta fue creado con materia del plano mental, en la segunda ronda se condensó en sustancia del plano astral, en la tercera ronda la Tierra se modificó en forma etérea y en la cuarta ronda nuestro planeta cristalizó en forma físico-química y evoluciona bajo las leyes del karma planetario (el fuego planetario debido al karma de las rondas precedentes ha producido en nuestro planeta una evolución lenta, pesada, terrible).
El ser humano, haciendo a un lado los valores del Espíritu, se vuelve terriblemente perverso, por ello habrá pocos hombres y mujeres selectos quienes serán salvados y que se prepararán para formar parte de la futura raza. En la quinta ronda viene el ascenso hacia arriba, la tierra nuevamente se tornará etérica, la sexta ronda será en el astral y finalmente la séptima ronda se procesará en el mundo mental.
Después de las siete razas, nuestro planeta ya transformado por los cataclismos se convertirá en un cadáver, vendrá una nueva noche cósmica.
Sabemos que el Popol Vuh es el libro de los mayas “libro del común o del consejo”, nos narra el génesis y la creación del hombre con mucha similitud con los Aztecas y otros textos de Cosmogénesis y Antropogénesis.
Nos dice este texto maya : Todo estaba en suspenso , solo silencio, no había nada, solo el cielo; el creador formador Tepeu y Gucumatz, (el ave y la serpiente: el ave representa al Espíritu Universal de Vida y la serpiente representa al fuego sexual del Tercer Logos), padres y madres, aparecían circundados de claridad en el piélago (mar, caos) cubiertos de plumas azules y verdes, por eso se les llama Gucumatz, serpiente emplumada.
Grandes sabios, entendimientos altos, tal su Ser, así existían el cielo y “corazón del cielo”.
En las tinieblas Tepeu y Gucumatz meditaban, acordaron unidos pensamiento y voz: al despuntar el alba había de aparecer el hombre, así fue dispuesta la creación, ordenando el desarrollo de plantas y árboles, igual que el Génesis de la vida superior. Era la voluntad expresada en la noche por el querer de Corazón del cielo, quien se llama Huracan (una pierna); se conmovió Gucumatz con las maravilla de la creación y dijo refiriéndose al Corazón del cielo: -Buena ha sido tu presencia, corazón del cielo- …tu Caculha Huracán. Chipí Caculha, Raxá Caculhá (hace alusión a las tres fuerzas primarias de la naturaleza y el cosmos)
Fue la creación del planeta y del hombre por Corazón del cielo y Corazón de la tierra, así llamados quienes primeramente lo fecundaron, tras de que el firmamento estaba en suspenso y nuestro universo bajo la linfa marina, licor translúcido.
Se dio vida a los elementos de la naturaleza, a los animales, plantas y minerales, pero faltaba el hombre, así dijeron los dioses: “tratemos de crear seres dúctiles, respetuosos, que nos alimenten” y de barro modelaron al hombre, pero era blando y apelmazado, carecía de movimiento, fuerza y entendimiento, tenían entendimiento pero no hablaban….
El creador formador dijo: “bien se ve que no logra caminar, ni multiplicarse. Discurramos”. Por segunda vez convocan a otros dioses creadores y deciden que para perseverar su herencia deben crear una raza que pueda recordarlos y hacerles culto
Otra vez sea hecho nuestro hombre, que nos evoque, se acuerde de nosotros y así echaron suerte con el maíz y el Tzité (árbol del pito o colorín) y crearon al hombre de palo o madera, (la raza Atlante) quienes se multiplicaron y tuvieron hijos e hijas, pero eran tontos, no poseían alma, ni entendimiento, así no se acordaron más de su Creador y fueron destruidos, un gran diluvio se abatió sobre ellos enviado por Corazón del Cielo, fue para castigar el olvido hacia su madre y padre, Corazón del Cielo. Por su culpa se oscureció el rostro de la tierra, precipitose el diluvio negro, lluvia de día, aguaceros nocturnales. Animales y utensilios domésticos atacaban a sus dueños, igual los animales, entonces los hombres de palo subieron a los techos y a los árboles para salvarse, pero ahí se convirtieron en monos.
En la tercera creación de maíz blanco y amarillo fue forjada su carne, con el grano molido modelaron el tronco, la testa, las extremidades. Solo de maíz la sustancia de los cuatro hombres iniciales, nuestros primeros padres. El hombre fue hecho de maíz blanco y maíz amarillo (la semilla, la simiente) mezclado con sangre de serpiente (indica las aguas del Génesis, el Ens Seminis cristónico en cuyas aguas está el germen de toda vida) primero se crearon cuatro hombres (varones) y cuatro mujeres que agradecieron a los dioses el haberlos creado, los dioses admiraban la creación, pero vieron que grande era su sabiduría, eran hermosos y existía el peligro de que se volvieran dioses, por lo que “Corazón del Cielo” sopló un vapor sobre los ojos, la vista se les empañó como se nubla la luna de un espejo al soplar en ella, así perdieron entendimiento los cuatro inicialmente formados y así vieron menos y su sabiduría disminuyó. Estos hombres fueron los antepasados de los Mayas.
La quinta raza somos nosotros y terminará con un gran cataclismo, descrita en el Ahau Katún del libro maya Chilam Balam, otro texto de gran trascendencia que recoge narraciones relativas a la historia, medicina, cosmología, astronomía, cronología y otros textos no clasificados, de los mayas, el cual es también un libro profético.
EL TRECE AHAU KATUN.
….” Se ennegrecerá el ramillete de los señores de la tierra por la universal justicia de Dios nuestro señor. Se volteará el sol, se volteará el rostro de la luna”.
“Bajará la sangre por los árboles y las piedras, arderán los cielos y la tierra, por la palabra del Dios Padre, del dios hijo y del dios Espíritu Santo, Santa justicia, santo juicio de dios Nuestro Señor.”
“Será el tiempo en que se alcen los hombres de dos días (homosexuales y lesbianas) en el rigor de la lascivia, hijos de ruines y perversos, colmo de nuestra perdición y vergüenza”….