martes, 14 de diciembre de 2010

“A LA BUSQUEDA DE GALAXIAS INTERIORES Sixto Paz Wells”


“A LA BUSQUEDA DE GALAXIAS INTERIORES
  Sixto Paz Wells”

Insiste en que las más reveladoras galaxias las llevamos con nosotros dentro, que la mayor tarea de exploración comienza por nuestra más íntima geografía. El popular contactado peruano nos invita a trabajar internamente antes de clavar nuestra mirada en el cielo en busca del último platillo despistado.

No nos hallamos sólo ante un explorador de universos, ante un rastreador de maravillas cósmicas. Sixto no se queda atrapado en lo fenoménico, sabe exprimir al misterio su cuota de valiosas enseñanza. Quizás sus relatos galácticos no sean sino excusas para acercarnos a los valores eternos, al conocimiento sin tiempo, ni caducidad.

¿Estamos solos en el Universo?

Pensar que estamos solos en el Universo, realmente es una cuestión de insensatez y de falta de sentido común.

¿Con quién lo compartimos, entonces?

Pienso que hay de todo en el Universo. Hay entidades que vienen con buenas intenciones y otras con intenciones no tan buenas. Hay muchos otros que ni siquiera saben que nosotros existimos y tampoco creo que se hayan perdido nada.....

¿Como en botica, hay de todo también en el Universo?

Claro que sí. Yo no pienso que nosotros seamos la oveja negra del corral, sino más bien somos una síntesis de la historia del Universo. Quizá muchas civilizaciones han venido aquí interesadas en aprender o recordar cosas a través de nuestro proceso evolutivo. Es parecido a como hoy en día funciona la política, o la actitud con la que va un antropólogo, o un sociólogo, a estudiar una tribu perdida del Amazonas. No se trata de civilizar a un pueblo de gente primitiva e ignorante. Vienen a aprender cómo hace ese grupo mal llamado primitivo de personas para interactuar con el medio, para sobrevivir a enfermedades que el ser humano más evolucionado no puede todavía vencer. Están interesados en conocer cómo hacemos para manteneros unidos y vivir como seres humanos cuando nosotros. Hoy por hoy, a pesar de que la naturaleza humana es social, vivimos propugnando por encima de todo el individualismo.

¿Qué tipo de búsqueda, de mirada, fue necesaria para que se realizara tu primer contacto?

Un año antes de que empezara el contacto yo no miraba para arriba, miraba para adentro. Fue justamente por mirar hacia dentro, que miré hacia arriba y desde que mirando hacia adentro miré hacia arriba, ya no tuve más que mirar.

¿El mirar para adentro puede ser más fructífero que el mirar para arriba?

Posiblemente la clave está en aprender a ver, más que a mirar, porque todo te está diciendo algo, simplemente hay que darse cuenta. La vida misma te está hablando, pero el ser humano no termina de aprender a escuchar.

¿Cómo podemos aprender a escuchar?

Buscando y no temiendo el silencio y la soledad porque la soledad da sol-edad. La edad solar, la edad de la madurez. La conciencia de ser, que te lleva a entrar en sintonía común con el Universo. Y para lograr esto, primero hay que empezar entrando en contacto con uno mismo, luego con todo lo que te rodea. Después, el Universo entero te va a buscar, porque sabe que a través tuyo puede llegar a otros. Si a través tuyo no puede llegar, ese contacto no tiene valor. ¿Dos claves importantes para establecer contacto son la sol-edad y la madurez?

O la búsqueda. Ósea, mientras tú no sepas qué necesitas no sabrás lo que buscas. Si ves algo que no buscas, nunca sabrás el valor de lo que encuentras. Por eso todo empieza a través del contacto interior. Los guías extraterrestres nos dieron un mensaje muy hermoso una vez en que nos dijeron "Al final comprenderán que el único contacto que realmente necesitaban tener era el contacto con ustedes mismos."

¿El contacto con la Madre Tierra es muy importante también?

Mayormente el contacto con la Madre Tierra es vida, es salud, es paz, es armonía. Recuperemos ese contacto con la Madre Tierra. Los cataros, los templarios, muchos grupos humanos, los primeros cristianos buscaron las catacumbas y las cuevas no solamente para sus rituales más sagrados. La idea era volver al contacto con la Madre Tierra, con ese aspecto femenino del Creador en el mismo interior de la Madre Tierra, que es el propio interior de cada uno. ¿Qué pasa que no llegan? ¿Hasta cuando hemos de esperar para verlos pasear por las calles y tomarnos un zumo o un té en compañía de esos hermanos del Universo?

Siempre han estado aquí. No tienen porqué llegar. Somos nosotros los que de alguna manera nos hemos alejado y perdido el contacto. Nos hemos desconectado de la vida, del Planeta Tierra, de la Madre. Hemos perdido el contacto con nuestra familia, con nuestra pareja, con nuestros hijos, con nuestros padres, con nosotros mismos. Entonces no es que ellos no terminen de llegar. Somos nosotros lo que simplemente les hemos dado la espalda.

¿Cómo podemos volvernos hacia ellos?

Tenemos únicamente que girar sobre nosotros mismos, volver al principio, retomar todo lo que habíamos dejado anteriormente, para darnos cuenta de que en el pasado, como ya he explicado en este reciente ciclo de conferencias en Madrid, la relación de ellos con nosotros era como la de un adulto y un niño. Cuando eres niño, crees que el adulto todo lo puede, todo lo sabe, le tienes respeto. Pero cuando ese niño crece y llega a la adolescencia, que es el estado actual de la humanidad, la adolescencia tecnológica, entonces te das cuenta de que el adulto no lo sabe todo, no lo puede todo y empiezas a pensar que sabe poco. Le pierdes el respeto.

Volviendo al tema, ¿cuál es la base de la problemática de la adolescencia, entonces?

La adolescencia es una edad problemática tanto para el adolescente como para todos los que están a su alrededor. Es la edad de los miedos. El adolescente ya sabe que va a tener que asumir su propia responsabilidad, que ya no es hijo de papá y de mamá, sino que va a tener que desenvolverse solo. Es la época también de las grandes depresiones, de los cambios anímicos. Está habiendo cambios físicos, cambios psicológicos.

Al adolescente le resulta difícil poderse manejar, entonces se dan fuertes depresiones, cambios de estado de ánimo, y ellos saben que están viviendo una crisis de crecimiento. Por eso no es que ellos se hayan apartado o se hayan alejado, simplemente están dejando espacio. El adolescente suele llegar a esa edad colocando un cartelito afuera de su habitación en el que dice "prohibido el ingreso a esta habitación, especialmente a la mamá". Los adultos saben que si en el pasado interfirieron muy fácilmente ahora lo que menos deben hacer es interferir. Ya no sería intervención, sería interferencia. La mejor ayuda que le pueden dar es no interferir.

¿Es esa la actitud de los hermanos más evolucionados del universo?

Claro, ellos están esperando que nosotros mismos lleguemos a una juventud responsable. Siempre es consolador saber que si ellos lo lograron ¿por qué nosotros no? Pero de ninguna manera tenemos que pensar que ellos van a venir a solucionarnos los problemas, o que ellos van a venir a actuar como Noé con el arca, a rescatar a los animales porque se acerca el fin del mundo.

Entonces, ¿cómo nos ayudan?

Basándose en las Leyes de Principios Universales y el conocimiento de que uno puede crear lo que desee y que lo que uno decreta se concreta, jamás van a decir que va a haber una adaptación o va a haber una extinción. Ellos siempre advierten del peligro potencial que existe. Pero si ellos estuvieran decretando, si ellos estuvieran programando pues estarían utilizando mal los principios de las Leyes universales.

¿Que los mensajes tengan las mismas premisas implica que los grupos de contacto reciben información siempre de la misma fuente?

Yo creo que los mensajes, canalizados a través de los grupos de contacto, no solamente dependen del emisor, sino de los muchos grupos contactados. El mensaje es el mismo, lo que varía en este caso es la interpretación que hace el canal. Nosotros solemos dramatizar los mensajes, tendemos a darle un giro al mensaje como que coaccione, que obligue, que presiona a la gente. Y ningún cambio sincero se va a dar por temor.

Uno de los mensajes más insistentes es que la muerte no existe, ¿no es así? En efecto.