Informe del viaje de Misión a Ushuaia, República Argentina
del 1º al 6 de Abril de 2011
El conocimiento perdido
de la Lemuria
El presente informe reseña el viaje de Misión que un grupo de 17 hermanos de nueve países, realizara a Ushuaia, Argentina, entre el 1º y 6 de abril, para concretar en tres días la activación del chakra corona del planeta, ubicado en la Antártida y acceder a los registros históricos de la Lemuria, dando cumplimiento así a lo requerido por los hermanos mayores.
Si bien la idea en un principio era la de realizar un informe único, cuando fui leyendo los informes personales que me fueron llegando pensé que lo mejor sería redactar un informe introductorio y que éste se completara con la lectura de cada uno de esos informes individuales que a la fecha ya varios de los 17 hermanos participantes del viaje han escrito, en ellos hallarán descriptos al detalle sus experiencias, mensajes recibidos y apreciaciones personales.
Resumen de comunicaciones previas
"La Antártida correspondería al chakra de la Coronilla, al color violeta de la transmutación, el cambio, la alquimia, el misticismo, la magia y la fe; allí se guarda el secreto y misterio de la Lemuria, que encierra también nuestros fallos (de los Oriones y Pleyadianos) como Guardianes de Mundos. Este centro mantiene la forma de la Flor de Loto, que tiene que ser desenterrada del fango y del hielo. La trascendencia de la humanidad depende de este centro que esta dormido y que deberá ser despertado, para restablecer la conexión definitiva."
(Oxalc, Olmué 31/2/2002)
“La tierra de la Antártida se abrirá al conocimiento de los rahmas en poco tiempo más, el acercamiento será asistido y sin inconvenientes desde el extremo del continente (Ushuaia). Allí habrán de ir siete con iniciaciones y en armonía y conexión, será el paso a la revelación del comienzo lemuriano y el secreto que allí se halla del Cristo.”
(Mardorx, Buenos Aires, 30-10-2003)
"Harán para el 2011 un encuentro en la Argentina que será a nivel mundial, y será en Ushuaia, como activación de la memoria de la Lemuria. Y será en el mes de Abril."
(Sampiac, Trelew, 28/6/2010)
"En la Argentina se procurará conseguir mayor unidad e integración para preservar aquella región del planeta, por ello durante el encuentro mundial conéctense con la Antártida y con las fuentes lemurianas. Los apoyaremos con nuestra presencia."
(Oxalc, Paititi, 15/8/2010)
"En Ushuaia deben conectar con el recuerdo de la historia que allí aún se guarda. Irán siete de los que ya han llegado al Paititi y allí en el sur de la Tierra conectarán y verán a la Dama, al Espíritu Planetario, que les guiará hacia el contacto con el conocimiento. Prepárense los que vayan para un encuentro con la luz del Padre."
(Antarel, Bs.As. 16/1/2011)
"Sí somos vuestros hermanos guías de misión. El encuentro de Abril en Ushuaia (Patagonia Argentina) activando chakras planetarios es muy importante por cuanto abrirá también el acceso a nuevos conocimientos. Únanse y apóyense para que no menos de siete personas estén allí en representación de todos para la primera semana de Abril. El encuentro será con los registros de Lemuria. Pero para ello convoquen a los hermanos del Tiempo y a quienes sientan el llamado para llegar al lugar donde el faro ilumina el futuro, la cascada llora purificando el presente y en dónde el horizonte es blanco y verde confundiéndose el cielo con el mar”
“Serán tres los días importantes a vivirse en Ushuaia durante la primera semana de Abril. Tres días para recibir, escuchar y hacer.”
(Antarel, Chilca, 22/1/2011)
"En Ushuaia el grupo autoconvocado deberá lograr la unidad para activar el gran centro energético continental, haciendo fluir desde allí la energía de luz violeta proveniente del cosmos, para que se irradie por el continente y el planeta.
Tres son los días para que comiencen y concluyan.
Verán, sentirán y comprenderán para que luego logren restablecer el orden que fue alterado allí por que es el tiempo de que la humanidad terrestre se guíe y guíe a quienes ayer les impidieron su proceso evolutivo.
Vayan al encuentro de la luz con vuestra propia luz."
(Antarel, Minas, Uruguay, 13/3/2011)
"Las puertas se abrirán y el conocimiento fluirá en todas direcciones. Se sabrá el por qué ocurrieron tantas arbitrariedades en el planeta Tierra en un afán por llevar su civilización al límite y conseguir el mejor aprendizaje de los observadores extraterrestres e interdimensionales. En Ushuaia llegará ayuda terrestre impensada, colaboraciones para llegar más lejos, más profundo, más alto y a la vez más abajo, en esencia…Personas aparecerán que serán claves impulsadas por la Hermandad Blanca para servir al grupo, a la Misión y al plan Superior.
Uno no llegará, otro llegará dos veces pero el número estará correcto. El hielo y la nieve interrumpirán sólo lo que no hayan previsto y adelantado.
A todos les decimos que no dejen de apoyar en las múltiples formas que ya conocen porque es un viaje de todos. Todos deben estar representados, y todos deben estar allí en mente y corazón, acompañándose y protegiéndose para poder participar del encuentro con los Archivos del Conocimiento o Registros de la Lemuria."
(Sampiac, Montevideo, Uruguay, 20/3/2011)
Antecedentes
Como se recordará, en una comunicación recibida por Sixto el 20 de junio de 2010 en el Chubut, los guías convocaban a realizar un Encuentro Mundial en Ushuaia, para abril de 2011 y que su organización estuviera a cargo del grupo de Trelew.
Sin embargo no se dieron las condiciones para que dicho encuentro fuese llevado adelante por este grupo, con lo cual corría riesgo de que no se realizara lo requerido por los hermanos mayores. Así las cosas, fuimos muchos los que sentimos que debía hacerse igualmente un viaje hacia el extremo sur de la Argentina para dar cumplimiento a ese encargo. Por tal razón consultamos de nuevo a los guías y se recibieron mensajes que coincidían en señalar que un grupo de no menos de 7 hermanos comprometidos deberían llegar a Ushuaia en la primera semana de abril para activar el centro energético corona y acceder a la información allí resguardada de la Lemuria.
De ahí en más lo que quedó planteado en vez de un encuentro mundial fue un viaje de misión para cumplir expresamente con los objetivos antes mencionados, recayendo en
mi persona la responsabilidad de coordinarlo.
Como a todo esto faltaban menos de dos meses para el primero de abril, luego de la convocatoria a participar, le siguió un cronograma con fecha final de inscripción que fue cumplido estrictamente y sin el cual hubiese sido imposible realizar dicho viaje.
El grupo finalmente estuvo conformado por 17 personas de nueve países (10 mujeres y 7 hombres) y tal como lo decían las comunicaciones participaban siete integrantes del último viaje al Paititi.
La lista difundida por la red fue la siguiente:
Mercedes Freixas (LUZ LUNARA) - España
Maria del Carmen Grado Quispe (VENEMIAC) - Perú
Diana Lynch (ELL– JELIN) - República Dominicana/ EUA
Julio Pérez (OTRAM) - España
Martha Silveyra (AMARA) - Argentina
Gloria Marina Albarracín (INOKAL) - Colombia
María Cristina Paz (RAMLAH) - Argentina
Daniel García (CROMDEL) - Ecuador
Pablo J. Cerdá (SAA NETEM) Chile
Pedro Rafael Calderón (FAXOM) - Ecuador
Argenis Jara (ONACIM) - Colombia
Marcia de Avila (ELIATELL-RAH) - Uruguay
Susana Eva Gavilanes (AMIXUR) - Ecuador
Patries van Elsen (ELYAH-ARAM) - Holanda
Cristián Sánchez Barros (HELL AHAM) - Argentina
Hugo Nelson Piriz (ERITEL) - Uruguay
Francisco Sosa (ANITAM) - Perú
A su vez, la participación del hermano Sixto en el viaje estaba supeditada a que pudiese cambiar su agenda, puesto que tenía un compromiso asumido en España para principios de abril, cosa que al final no pudo modificar y así lo hizo saber a los 17 viajeros a través de una carta:
Amados hermanos y misioneros de la luz en la luz:
Lamento no poder acompañarles físicamente a ésta increíble aventura de Ushuaia, pero les aseguro que mental y espiritualmente estaré a vuestro lado. No todos podemos estar en todos los lugares, pero siempre habrá quien sirva de puente para que todos estemos presentes vibrando en un solo espíritu. Y esos son ustedes, el gran puente de la humanidad con su historia y su destino.
Este es el tiempo del final de los tiempos. El momento de conocer como somos conocidos, de saber y llegar a reconocer nuestra naturaleza, nuestro potencial y nuestro destino colectivo.
Las condiciones se han dado para que varios de los compañeros y compañeras que estuvieron en el Paititi, ahora dirijan sus pasos hacia el confín de la Tierra, liderados por quien marcó el rumbo en la parte más trascendental del viaje reciente de Paititi. Nada de eso es casualidad. Ahora es cuando con iniciativa propia y sin dependencias demostremos como todos somos necesarios y ninguno indispensable, y que hay muchas formas de participar.
Gracias a ustedes por su entrega, dedicación y amor. Me siento muy feliz y orgulloso de todos y cada uno de ustedes.
Todo nuestro apoyo estará con ustedes en todo momento.
Sixto
Los preparativos
Ushuaia, es la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Argentina ubicada a 3.068 kilómetros de Buenos Aires y a sólo 1.000 km. de la Antártida. El lugar donde trabajaríamos, distante a 12 kilómetros, era el Parque Nacional Tierra del Fuego, de 63.000 hectáreas, el cual como todos los parques nacionales en el país está regido por estrictas leyes de protección de su medio ambiente, lo cual lo convierte en un verdadero santuario para los animales, los árboles, los ríos y sus montañas. El clima allí es frío y cambiante, pudiendo variar la temperatura en muchos grados a lo largo del día y más aún en la noche.
A pesar de la gran distancia existente, desde Buenos Aires fuimos poco a poco concretando todo lo necesario en cuanto a ubicar un hospedaje para los 17, contratar un transporte en el cual movilizarnos y puesto que ninguno había estado antes allí precisábamos también información básica de toda la zona.
En esto quiero agradecer la invalorable colaboración prestada por las hermanas Copo Paz de Olavarría y Elina Spoglia de Buenos.Aires; como así también la ayuda brindada por Paula y Miguel Ángel, dos queridos hermanos que viven en Ushuaia y finalmente a Patries, por ser mi soporte y guía en todo momento.
“…donde el faro ilumina el futuro, la cascada llora purificando el presente…”
Antes del viaje puse especial atención en esta parte de la comunicación, teniendo en claro que tanto el faro como la cascada debían hallarse dentro del Parque Nacional y que además tenían que estar en lugares accesibles para poder llegar y trabajar. Al estudiar los mapas de la zona supe que el único “faro” y muy promocionado por cierto en postales, está ubicado en un islote en medio del canal de Beagle, lejos del Parque y por supuesto inaccesible. En cuanto a la cascada, sí existía una en el Parque que se hallaba sobre el río Pipo y era accesible, sin duda esa era la cascada, a pesar de que supe de la existencia de otras de mayor tamaño a varios kilómetros fuera del Parque. Ubicar otro faro fue diferente, porque recién cuando estuvimos en Ushuaia descubrimos uno que se accedía a través de un largo sendero y que estaba sobre la costa de la bahía Lapataia, es decir, dentro del Parque. En realidad se trata de una baliza emplazada en una torre metálica la cual está fijada en lo alto de una gran roca. Sin embargo, curiosamente oí a más de un lugareño llamar a esta baliza “faro”.
Es importante tener en cuenta que por definición la baliza es un señalizador (al igual que el faro) que se utiliza para indicar un lugar geográfico en particular, quiere decir que funciona como un marcador. Pero quizás lo más importante es que en ambos lugares (la cascada y el faro) los elementos de la naturaleza se manifestaron en forma contundente, realizamos importantes trabajos previos a los objetivos centrales del viaje y tuvimos fuertes experiencias allí.
Por otra parte, faltando pocos días para viajar me llegó una nueva comunicación recibida por Sixto la cual tenía un párrafo que en vano traté de descifrar y que recién en Ushuaia comenzaría a tener sentido de lo que podría significar, ya que era un verdadero criptograma que decía:
“Uno no llegará, otro llegará dos veces pero el número estará correcto…”
El viaje de misión se realizaría del 1º al 6 de abril, debiendo los convocados estar en Ushuaia un día antes, el 31 de marzo, con el fin de que diéramos comienzo a los trabajos a partir de primer día de abril.
En Ushuaia
En general todos llegaron a destino sin mayores inconvenientes pero el vuelo que tomamos con Patries no pudo aterrizar en Ushuaia debido a una gran tormenta que se desató justo en esos momentos y sacudió bastante al todo el pasaje, por lo cual el avión tuvo que tomar altura y retroceder 600 kilómetros hasta bajar en el aeropuerto de Río Gallegos. Allí esperamos con la posibilidad de que nos regresaran a Buenos Aires si no cambiaban las condiciones climáticas. Enterados de esto realizamos en el hall de espera una meditación en la cual nos vimos subiendo de nuevo al avión y enfilar rumbo al sur, luego sobrevolando Ushuaia podíamos ver claramente la ciudad por estar el cielo todo despejado. Al cabo de dos horas nos hicieron embarcar y desde allí todo sucedió tal como lo habíamos visto, un cielo límpido que nos permitió observar al detalle la ciudad más austral del planeta. Me resultó extraño escuchar al comandante del avión anunciar por segunda vez y con las mismas palabras que habíamos llegado: “Señores pasajeros, les habla el comandante para anunciarles que hemos comenzado el descenso para aterrizar en el aeropuerto de Ushuaia” cosa que relacioné enseguida con una parte del mensaje:
“… otro llegará dos veces…“
El 31 de marzo, los primeros en arribar a las cabañas fuimos integrando a los demás a medida que iban llegando en distintos vuelos, viviéndose momentos muy emotivos lo cual nos permitió acelerar mucho la unidad del grupo teniendo en cuenta que no todos nos conocíamos entre sí. Por razones de número, de las tres cabañas los varones tomamos la más grande y las mujeres se distribuyeron entre las otras dos que eran algo más chicas. Además, ese día lo aprovechamos para comprar todo aquello que podíamos necesitar y también teníamos que confirmar el tema del transporte, en eso estábamos cuando los dueños de la Empresa de transportes nos comunicaron que se llegarían hasta las cabañas para que pudiéramos arreglar todo y de paso ver el vehículo. Vinieron sus propios dueños, Dorcas y David, una pareja originaria del Perú y el vehículo era una Mercedes Benz Sprinter, color blanca (todo lo cual me hizo recordar al viaje al Paititi en 2010, cuando estando en Cusco también fue una paraje la que llegó al hotel en un transporte similar para llevar al grupo hasta Salvación). Una persistente lluvia hizo que con Daniel subiéramos al vehiculo y ahí termináramos de pactar horarios, lugares y costos, luego de lo cual don David nos dijo: “Con darnos la mano queda hecho el contrato” y así fue.
El 1º de abril temprano abordamos la Sprinter que nos llevó al Parque, hasta el final de la ruta nacional 3, donde hay un amplio mirador con vista a gran parte de la bahía Lapataia, el cual aprovechamos para realizar una cúpula de protección para todo el grupo comenzando así nuestra labor que sería por demás intensa en los días siguientes. Fue un día de reconocimiento de los lugares. Desde allí fuimos regresando en dirección hacia la entrada del Parque distante a varios kilómetros. La caminata nos permitió comenzar a tomar contacto con el ambiente natural y bello que nos rodeaba. Así fue que nos cruzamos con un hermoso zorro colorado el cual nos miró de reojo al pasar por al lado. Así llegamos a una zona llamada laguna verde que era como una isla al estar prácticamente rodeada por un río que alimenta esa laguna y en la cual al observar hacia la otra orilla descubrimos en la pared de una gran roca un rostro corazón. Ese lugar nos vibró tanto que nos quedamos haciendo un espontáneo ayuno silente, luego del cual seguimos la marcha hasta llegar al lago Roca donde contemplamos un imponente cuadro compuesto por el color del agua, el verde de los árboles y la nieve de las montañas.
Una vez en las cabañas, pasadas las 9 de la noche los guías nos mostraron su apoyo con el claro avistamiento de una nave que surcó el cielo.
El día 2 nos dirigimos a la cascada del río Pipo, un sitio muy especial donde realizamos un trabajo de purificación del lugar mediante una conexión del sol central de la galaxia y la Tierra a través de un tubo de luz violeta. A ello le siguió un ayuno silente y una meditación solar. Después se realizaron varios trabajos a lo largo de toda la tarde. En las cabañas y casi a la misma hora que la noche anterior, pero en dirección opuesta, tuvimos otro avistamiento. A medianoche en lo jardines de las cabañas realizamos una recepción de mensajes la cual culminó justo cuando comenzaba a nevar.
El día 3 amaneció muy frío y nevando, lo cual hizo que Amara aquejada de un resfrío decidiera responsablemente no viajar con nosotros y permanecer en la cabaña para recuperarse. Ese día entonces fuimos 16 al Faro, lo que me hizo otra vez recordar el mensaje que en su primera parte decía “uno no llegará…”
Una vez en el Parque, bajo una intensa nevada nos adentramos por un sendero que comienza a la izquierda del mirador, atravesamos un bosque y con cuidado caminamos por una larga orilla hasta ubicar el faro. Ahí realizamos varios como intensos trabajos, en especial con el elemento agua; fue así que Maricarmen le ofrendó al agua de la Bahía unos hermosos cristales que ella trajo, también hicimos un trabajo de perdón con agua de la cascada de Paititi y con piedras del mismo sitio llevadas por Pancho hicimos una conexión permanente entre Paititi y la Antártida. El agua reaccionó enseguida enviando oleadas mas intensas a la costa por algunos minutos para luego volver a calmarse. Una vez concluido todo y justo cuando comenzaba una tormenta nos regresamos, cruzamos de nuevo el bosque y cuando finalmente llegamos al camino principal le consulté la hora a Pablo y ahí nos percatamos de que el tiempo que había pasado no coincidía con el tiempo que habíamos estado trabajando en el faro, fue así que según nuestros cálculos teníamos dos horas de tiempo perdido…
Luego, bajo lluvia emprendimos nuestra marcha hacia la laguna verde y en el mismo lugar del camino donde habíamos visto al Zorro, ahora el encuentro fue con un robusto ejemplar de carancho, especie de águila típica en todo el país, quien parado sobre sus patas parecía vigilar el camino. Al llegar a la zona de la laguna aprovechamos el cese de la tormenta para trabajar y realizar una conexión con los discos solares.
El 4 de abril por la mañana fuimos por segunda vez a la cascada de río Pipo, donde a medio camino sentí fuertemente el llamado de la Dama de luz. Mientras me dirigía a un lugar de la cascada, el grupo realizó una meditación solar en la cual tuvieron experiencias muy vívidas con maestros y con la propia dama de luz.
Posteriormente nos dirigimos al Lago Roca, donde realizamos diferentes trabajos con el tiempo alternativo y luego Patries efectuó un trabajo de limpieza y conexión con agua de Paititi que fue depositada en el lago, momento en el cual todos observamos cómo el agua se tornaba de un color verde y se formaba una esfera de niebla blanca y brillante en medio del lago.
También, durante una meditación Hugo, Marcia y Daniel oyeron a sus espaldas fuertes pisadas como las de un gigante, al que asociaron con Antarel.
Finalmente todo el grupo se traslado a la Laguna Verde donde realizamos un trabajo de sintonización de los chacras planetarios y personales, sintiendo que el gran chakra corona del planeta comenzaba a activarse.
El martes 5 nos dirigimos directamente a la laguna verde, allí estaríamos hasta entrada la noche. Desde el comienzo la mujeres tomaron la iniciativa y realizaron sucesivos trabajos: con cristales de cuarzo, luego con los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales, trabajos de limpieza, activación del chacra corona planetario, danza del Sutra del corazón realizado por Amara, que dicho sea de paso estaba completamente recuperada, y una danza de activación con el mantram AM ON. Todos los trabajos nos llevaron al momento de la activación del xendra donde fuimos pasando en dos grupos de siete y un grupo de tres. Algo verdaderamente extraño fue ver a un carancho merodear tanto en la puerta del xendra como a nuestro alrededor, parecía estar asegurándose de que todo estaba en orden. En cuanto a la experiencia en sí, accedimos a esa parte oculta de los archivos de la Lemuria que nos habla de un pasado tremendo y doloroso por las actitudes que tuvieron quienes debían cuidar a la civilización humana más desarrollada de esa época. Por lo cual para algunos de nosotros fue muy intenso como extremadamente duro vivenciarlo. Después nos reunimos de nuevo todos y como cierre realizamos un trabajo de perdón cósmico a todas las civilizaciones extraterrestres que tanto dolor y atraso causaron a la raza lemuriana. Entrada la noche caminamos un par de kilómetros hasta llegar al lugar donde debíamos aguardar por el transporte y durante esa espera Rafael dio el aviso de que en el cielo se desplazaban dos naves las cuales describían rápidos movimientos en zigzag, así los guías nos estaban dando una confirmación del trabajo realizado. Esa noche en la cabaña tuvimos una cena deliciosa gracias a las hábiles manos de Julio, nos quedamos conversando hasta la madrugada y luego cansados pero felices nos retiramos a dormir.
El miércoles 6 fue el último día del viaje de Misión programado y desde temprano comenzaron las despedidas por tandas, según los horarios de partida de los vuelos.
Sin dudas sería interminable comentar todo lo que vivimos, pero quizás lo más destacable sea que cada uno de los 17 hizo su parte, dando aquello bueno que tenía para dar y así tanto las mujeres, que eran mayoría, como los varones pudimos convivir y lograr con alegría ser uno.
Volviendo al día 6, algunos integrantes del grupo se quedaron unos días más que aprovecharon para conocer otros lugares, realizar trabajos que sintieron hacer y teniendo hermosas experiencias. Por su parte a los hermanos del Ecuador se les presentó la oportunidad de ofrecer una charla audiovisual sobre la cueva de los Tayos en un salón facilitado por el Rotary club de Ushuaia.
Tanto los detalles de los trabajos realizados como la información recibida por cada uno en las experiencias los hallarán en los informes personales (que se adjuntan en éste correo y en posteriores) y son los que hasta hoy me han hecho llegar los hermanos que participaron del viaje.
Es significativo señalar que el chakra corona, situado en la parte superior del cráneo en nosotros, se lo relaciona con las facultades más elevadas del espíritu y desde muy antiguo se sostiene que activado ayuda a obtener el conocimiento absoluto y la conciencia espiritual. Pensemos entonces que activado el chakra de la Antártida se está dando lo mismo pero a escala mundial y afectando positivamente a todo el colectivo humano.
Finalmente, un especial agradecimiento de los 17 viajeros a todos los hermanos, grupos de contacto y escuelas espirituales que en distintas partes del mundo realizaron salidas de apoyo, encuentros y cadenas de oración con motivo de este viaje. Sepan que sentimos fuerte vuestra conexión y acompañamiento, el cual nos ayudó a que pudiésemos cumplir con lo encomendado por los guías para bien del Plan y de la humanidad.
Con amor
Cristián Sánchez Barros
Buenos Aires, Argentina
6 de junio de 2011