miércoles, 17 de julio de 2013

EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA
“COMO ES ARRIBA, ES ABAJO; COMO ES ABAJO, ES ARRIBA”

Este pequeño mundo, nuestro cuerpo, es semejante al gran mundo, el Universo; lo que sucede allá arriba acontece también acá abajo en nosotros... Entonces estudiando al hombre conoceremos y comprenderemos el Universo. Estudiando y observando nuestra Tierra también comprenderemos y vislumbraremos otros mundos mejores (¿Acaso, otros planos de existencia? ¿Tal vez, otros cuerpos más etéreos?). Desde luego, en este momento no tenemos idea exacta de esos mundos superiores porque estamos viviendo en otras condiciones, en un mundo denso y no aceptamos su existencia. Por ejemplo: En una gota de agua viven miles de seres diminutos cuya existencia no pasa de algunos segundos, sin embargo en ese lapso su vivencia es total; si conversáramos con uno de ellos y le dijéramos que la vida no dura solamente segundos, sino cincuenta, ochenta y más años, desde luego que no nos creería porque su realidad es otra, sin embargo lo que le manifestamos es la verdad... Lo mismo sucede con nosotros cuando nos comentan y aseguran que hay otros seres, semejantes nuestros, que viven muchos más años y en otras condiciones... tampoco creeremos. Si hablamos con una hormiguita, cuya mente no pasa de ser un instinto, tendremos que conversarle considerando su nivel de conciencia, comentarle por ejemplo, que trabajamos como ella, que tenemos algunas necesidades semejantes, pero más allá no, porque no nos entendería. Sin embargo pese a esas limitaciones, en cada estado de vida, en cada estrato de existencia hay seres un poco más adelantados que los demás de su nivel y que están listos a pasar a otro estado. Estos si vislumbran o presienten las condiciones superiores. Si aplicamos este principio que es muy importante, muchos mundos que no conocemos nos serán más comprensibles; podremos descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vista, relacionarnos con el cosmos. El nacimiento, vida y muerte de los sistemas solares, de las galaxias es muy semejante a los procesos biológicos del hombre y del ser más diminuto de la creación. Como es el macrocosmos es el microcosmos; somos parte del universo y podemos contactarnos con él si así lo deseamos.
En el Universo funcionan jerarquías, entre las que se ubican los Guías, instructores nuestros; recordándonos con ello que dentro de la Misión, a nosotros también se nos enseña a instruir a otros. También reflexionamos, que como en lo material uno llega a ser padre, o madre de sus propios hijos, así también en lo espiritual, uno llega a desarrollar una gran familia espiritual, mediante la afinidad vibratoria.
Con este principio, podemos entender que los seres superiores, están sujetos a limitaciones y procesos, semejantes a los que vive todo ser aquí en la Tierra.
Los Guías de Misión nos dicen, que el segundo principio consiste en que TODO ES UN REFLEJO DEL UNIVERSO QUE NOS RODEA, por lo que al ser parte consciente de la creación, ustedes también pueden y deben ser co-creadores de todo aquello que pueda ser edificante y positivo.
Y es que también por ser el universo un acto de amor del Todopoderoso, vuestras existencias deben estar inspiradas y marcadas por el amor.
Las leyes que regulan el Universo son las mismas que intervienen en la vida de un individuo, por lo cual conociéndose uno a si mismo se puede llegar a conocer el Universo y de la misma manera, afectarlo para bien o para mal.
En este segundo principio deben trabajar EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA, EL DISCERNIMIENTO Y LA INTUICIÓN.
APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA

CONCENTRACION EN UN DESEO.
Al estudiar el principio del mentalismo, has aprendido a hacer una lista de deseos u objetivos. Si no lo hiciste, ésta es tu oportunidad. Tienes que enumerar por lo menos siete objetivos o deseos concretos que quieras manifestar.
En esta oportunidad, vas a elegir el objetivo o deseo principal, aquel que para ti sea absolutamente número uno. Luego vas a escribir este objetivo en forma de afirmación. Se llama afirmación a la oración que se escribe en tiempo presente y en forma positiva.
Si tu objetivo o deseo es tener una pareja, entonces tu afirmación puede ser: “El Amor Divino atrae hacia mí a la pareja perfecta, estable, duradera y feliz. Ahora acepto todo el amor que me merezco”. Si tu objetivo o deseo es tener más dinero, entonces puedes afirmar: “El dinero viene fácilmente hacia mí y mis ingresos aumentan cada día”.
Vas a escribir la afirmación que elijas en una tarjeta que colocarás dentro de tu billetera. De esta manera, cada vez que la abras para pagar algo, tu mente volverá a leer la afirmación. También vas a escribirla en tu agenda, en tu cuaderno de estudio o trabajo o en una tarjeta, para tenerla al lado de tu cama, en el espejo del baño y en todos los lugares que frecuentes. La idea es impregnar tu conciencia de todas las maneras posibles.
Es mejor que los lugares que elijas sean privados y que los demás no se enteren. No hables de tus objetivos o deseos; no lo gastes en palabras. Si necesitas discutirlos con alguien, busca hacerlo con las personas que alimenten tu fe y no con aquellas que te desalienten.
COMO ADENTRO ES AFUERA; COMO AFUERA ES ADENTRO.
Cuando llevamos este principio al nivel humano, podemos modificar las palabras y decir: “Como adentro es afuera; como afuera es adentro”. Todo lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por dentro. Esto significa que cuando una persona es desordenada con sus cosas, está demostrando su desorden interno. Por el contrario, quienes están en el otro extremo y son muy rígidos con el orden están reflejando una rigidez mental en sus ideas. Lo de adentro es como los de afuera, y viceversa.
Si se analizan las condiciones de vida que rodean a una persona determinada, se puede saber qué es lo que tiene en su mente. Las personas estructuradas lo son también mentalmente; del mismo modo, aquellos que se comportan de una manera caótica o contradictoria, tienen ideas de ese tipo.
Este principio sirve para detectar mentiras. Cuando una persona está mintiendo, el cuerpo genera cierta incomodidad que en general toma la forma de picazón en la cara. Los niños tienden a llevarse la mano a la boca después de decir una mentira; los adultos también se llevan la mano a la cara pero para arreglarse el cabello, las cejas, o para rascarse la nariz. Esto no significa que ocasionalmente una persona pueda tener picazón en la cara sin estar mintiendo. La clave es la siguiente: cuando una persona está prometiendo o afirmando algo importante y luego se rasca la cara, está mintiendo. Por ejemplo, si alguien está prometiendo amor eterno, devolver dinero, cumplir con cierto compromiso, ser fiel; o si está contando su propia historia, asegurando que no hizo nada, afirmando su inocencia o describiéndose a sí mismo, y se lleva la mano a la cara, entonces puedes dudar de lo que dijo. De acuerdo con este principio funcionan las máquinas detectores de mentiras. La mentira produce una especie de “cortocircuito” interno y se refleja creando una incomodidad en el cuerpo; por lo general, una picazón en el rostro.
El movimiento de los ojos también acompaña a la secuencia de los pensamientos. Cuando los ojos miran hacia arriba, se está trabajando con imágenes. Si se mira hacia arriba y a la derecha, entonces se activa la parte creativa de la mente y se crean imágenes nuevas. Por el contrario, cuando los ojos se mueven hacia arriba y a la izquierda, se está activando la memoria y entonces se recuerdan imágenes. Cuando a una persona se le formula una pregunta y mira hacia la derecha, está inventando una respuesta. Pero si, por el contrario, mira hacia la izquierda, está recordando algo que hizo.
Si vas a contratar a una persona para trabajar contigo y le preguntas si ya tiene experiencia en determinado tipo de trabajo, sabrás si te está diciendo la verdad o no según el movimiento de sus ojos. Si la persona mira hacia arriba y a la derecha antes de responder, estará creando una respuesta porque no tiene experiencia. Si mira en la dirección opuesta, estará recordando algún trabajo anterior.
Se puede activar un funcionamiento cerebral determinado en forma intencional. Cuando necesites recordar algo en particular, puedes mover tus ojos hacia arriba y a la izquierda. Eso te ayudará a traer a tu memoria más fácilmente la información que quieras recordar. Cuando no encuentres la solución a un problema, podrás mover tus ojos hacia arriba y a la derecha para activar tu parte creativa: de esta manera, imaginarás nuevas soluciones.
El principio de correspondencia es útil, además, para ayudarnos en momentos de crisis. Si en un momento determinado te sientes deprimido, angustiado o preocupado, arreglarte físicamente o mejorar tu aspecto personal externo inmediatamente influirá en tu estado interno. Si tu vida es muy caótica y problemática, comienza por poner en orden tu escritorio, tu guardarropas o tu dormitorio. El orden en lo externo te ayudará a encontrar orden en lo interno.
DESPRENDERSE DEL PASADO.
Este es un ejercicio muy importante que se debe repetir cada siete meses, o cada vez que se considere necesario. Es conveniente desprenderse de todos los utensilios o artefactos que no funcionan o que no se utilizan en la casa. No es bueno conservar ropa que no se va usar, libros o revistas que no se van a leer u otros objetos que no cumplan una función útil. Se puede vender, donar o regalar aquello que uno no necesita más. Es importante dejar lugar para lo nuevo. Tiene que haber cierto espacio vacío en la casa porque, de lo contrario, lo nuevo no puede entrar. Si se acumulan muchas cosas viejas en la casa significa que se vive atado al pasado, a los recuerdos, y eso no permite el cambio. Se debe conservar solamente aquello que es útil, positivo y necesario. Hay objetos antiguos que pueden ser muy útiles; no interpretes que lo viejo es malo porque, definitivamente, no es así. Solamente aquello que ya no te sirve puede llegar a ser malo. Despídete de todo lo que ya no usas con amor. Bendícelo y hazlo circular.
De acuerdo con lo que llevamos por dentro, atraemos a personas y situaciones. Esto significa que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, está reflejando pautas de pensamientos guardadas en nuestra mente. Las personas buenas, que nos quieren y ayudan, reflejan la parte más favorable de nuestra conciencia, mientras que aquellos que nos generan problemas, nos envidian o nos pelean están reflejando la parte más oscura de nuestra propia conciencia. Dicho de otra manera, las personas que son más negativas solamente vienen a nuestra vida para “hacernos el favor” de recordarnos que tenemos ciertas pautas mentales que sanar.
Si una persona tiene una pareja que la maltrata, le miente, la engaña y demás, esa pareja está reflejando lo que la otra persona cree del amor o asocia a la idea del amor. La solución en este caso no es cambiar de pareja, sino cambiar de idea. Si el cambio no se produce por dentro, entonces la persona volverá a elegir otra pareja que volverá a maltratarla. Esta idea es difícil de asimilar porque es más fácil encontrar al “culpable” fuera de nosotros. Cada uno tiene al perfecto culpable de su propia infelicidad: su pareja, alguno de sus padres, sus hijos, su jefe, sus amigos, sus vecinos; si eso no alcanza, se culpa al presidente, al mal tiempo, a la economía, o a la mala suerte.
Para crecer, primero debes aceptar la responsabilidad de tu propia vida. De esta manera, evitarás encontrar un culpable externo a tus propios problemas. Tampoco es necesario que te sientas culpable por lo que te sucede. Sólo tienes que sentirte responsable, saber que algunas pautas de pensamiento erróneas te están llevando a elegir mal. Una vez que cambies tus pensamientos, cambiarás tu vida.
A partir de ahora, cada vez que surja algún problema es conveniente que te preguntes a ti mismo: “¿Qué significa esto en mi vida? ¿Por qué o cómo estoy creando esta situación?”. De esta manera, descubrirás la creencia que te ha llevado a vivir tal situación. Para cambiar dicha creencia deberás poner en práctica todo lo aprendido en el principio del mentalismo. Cuando una creencia nueva y positiva se afirme en tu conciencia, aparecerán las personas o las situaciones externas que te lo confirmarán. En síntesis, puedes considerar tu situación actual como un espejo de tu estado interno.
TIENES LO QUE TE CORRESPONDE.
Según el principio de correspondencia, cada uno de nosotros tiene lo que le “corresponde”. Cuando veas a alguien que posea una fortuna, tienes que saber que esa fortuna le corresponde, lo entiendas o no. También es cierto lo contrario: cuando veas a alguien que vive en la pobreza, esa pobreza le “corresponde”. Esto no significa que exista una selectividad en la mente de Dios. El no ha seleccionado quien va ser rico y quien va a ser pobre. La selectividad existe solamente en las mentes de los humanos; cada uno ha elegido ser rico o ser pobre.
La pobreza no es un problema de dinero sino de conciencia. Si tienes problemas de dinero, debes saber que hasta que no cambies tu mentalidad de “pobre” la riqueza no podrá manifestarse en tu vida. Se sugiere que no preste dinero a aquellos que tienen problemas económicos. Si prestas dinero a alguien que tiene una deuda, lo más probable es que solamente lo ayudes a agrandar su deuda original. La solución es ayudarlo a cambiar su pensamiento, enseñarle a pensar en términos de prosperidad y no de carencias. Las deudas se generan por culpas y son una forma de auto-castigo. Si quieres salirte de tus propias deudas o ayudar a otro a hacerlo, deberás aprender a perdonar.
La mayoría de las deudas se generan por querer acceder a cosas que todavía no están ganadas en conciencia. Esto significa que estas apurando el proceso e internamente aun no has aceptado aquello que estas adquiriendo en el plano físico. Las tarjetas de crédito te “ayudan” a endeudarte porque te permiten acceder con rapidez a tu deseo. Cuando el deseo y la conciencia están de acuerdo, puedes acceder a lo que quieres sin endeudarte.
Recuerda que la mente es como un terreno fértil donde siembras tus “semillas” o deseos. Cuando una planta nace, es muy débil y pequeña; pero si la riegas y la cuidas, entonces crecerá como un árbol y te dará flores y frutos. Es imposible que una planta te de sus frutos apenas nace. Lo mismo ocurre con tus pensamientos. Si los repites, cuidas, visualizas, y los mantienes en el tiempo, se materializan y te dan sus frutos. Si tu deseo es adquirir una casa con cinco habitaciones y actualmente vives en una casa con una sola habitación, tendrás que “trabajar” esa idea, darle tiempo a que madure en tu conciencia hasta que la sientas posible y verdaderamente tuya. Entonces, aparecerá la posibilidad más cómoda de acceder a ella. Cuando aceleras el proceso porque tu ego te dice que se te pasa el tiempo, contraes deudas.
Además, de acuerdo con este principio, el cuerpo físico nos envía señales muy concretas acerca de si lo que estamos viviendo será bueno o malo para nosotros. Estas señales son muy simples y fáciles de entender. Cuando estas frente a algo que será bueno para ti, el cuerpo te envía una señal de comodidad. Te sientes tranquilo, en armonía, en paz y con entusiasmo. Por el contrario, cuando estas frente a algo que te puede perjudicar, la señal es de incomodidad. En este caso el cuerpo se pone tenso, los músculos parecen estar listos para actuar y defenderte de algún peligro, no puedes descansar ni disfrutar. Si te guías por esas señales básicas de tu cuerpo jamás te equivocaras.
Además de tener un cuerpo físico, cuentas con lo que se llama “cuerpo emocional”. Este cuerpo tiene la habilidad de reconocer en el primer instante en que entras en contacto con alguien si esa persona te hará bien o mal; la mezcla de energías produce una reacción química inmediata, muy clara y acertada. Por eso, siempre debes prestar atención a tus “primeras impresiones”. Desde el primer momento, podrás saber si tu actual pareja, amigo, jefe, vecino, o una persona que frecuentes serán una influencia positiva o negativa para ti.
Esto también es cierto con la energía de ciertos lugares. Hay lugares en los cuales te sentirás muy cómodo; hay otros que querrás abandonar inmediatamente después de haber llegado. Hazle siempre caso a la sensación que recibas. Es probable que tu lógica te señale un montón de razones en contra de lo que estas sintiendo; sin embargo, tu ser interno va mas allá de la lógica y puede ayudarte a evitar problemas futuros. Quizás al leer esto último recuerdes alguna situación en la que sentiste de antemano que cierta persona o lugar no eran adecuados para ti; sin embargo, no le hiciste caso a esa percepción y más tarde sufriste las consecuencias. Si ya has vivido la experiencia, tómala a tu favor y prométete a ti mismo escucharte más.