sábado, 1 de mayo de 2010
Si, somos vuestros hermanos Guías en Misión.
Con ustedes, Sampiac.
Pregunta: ¿Cuál es la ley mayor en el universo?
¡El amor en toda su dimensión!...
Pregunta: ¿Pero qué es el amor?
Sólo después de haber actuado conforme a lo que dicta el corazón pero con sabiduría, dando lo mejor de nosotros mismos, solo entonces, hablaremos del amor.
El amor no se define, simplemente es... Consiste en ser y darse...
Pregunta: ¿Cómo se manifiesta el amor?
El amor se manifiesta en todo lo creado sin distin¬ción, porque aun en la dramática lucha por la vida, que en apariencia se aprecia injusta y violenta por el apego a las formas, se puede llegar a ver la búsqueda de lo armónico y perfecto, del equilibrio y del contraste, del crecimiento y el renacimiento, de la superación y la evolución, de la vida y de la muerte. Muerte que real¬mente no existe por cuanto todo es en esencia cambio y transformación continúa.
El amor es una fuerza que viene y va hacia el Crea¬dor. Allí nos origina y hacia allí nos devuelve pero co¬mo dioses: "hijos de la luz", después de haber pasado por la purificación y el perfeccionamiento en la oscuri¬dad. Hasta aquí el dolor es aprendizaje y crecimiento.
El amor se manifiesta en la capacidad de entregarse con pureza de intenciones; pero de manera atinada y así, crecer a través del servicio. Es descubrir la esencia divina que hay en ti y en los demás, respetándola y cuidándola para que como una semilla crezca y de frutos.
Amor es descubrirse uno mismo en los demás. Es verse reflejado en los otros para aceptarse, cambiar, mejorar. Amar es valorarse para descubrir la propia potencialidad. Solo así ayudaran al cambio colectivo, por cuanto así descubrirán cuanto tienen para dar.
Pregunta: ¿Ustedes como expresan el amor?
Nuestra guía y apoyo se basan en amor, porque es el, el que genera en nosotros la necesidad del desper¬tar de la conciencia que la humanidad necesita para su¬perar el momento actual que están atravesando.
Este es un amor que enseñamos con nuestra actitud, pero también del que aprendemos día a día... Porque el amor se renueva, crece y se corrige, se supera y madura; se hace sabio y prudente, pero para llegar a ello más de una vez se ha expuesto y se ha equivocado.
Es un largo proceso de aprendizaje el que nos lle¬vara a todos al entendimiento del amor, y es por allí que nuestra misión consiste en hacerles recordar el rol protagónico que pesa sobre ustedes: ¡Ser artífices de trascendentales actos de amor universal! Un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un "umbral secreto" al que -por requerimientos del Plan Cós¬mico-, solo ustedes pueden acceder primero, para que los demás, aprendiendo humildemente de su es¬fuerzo y proceso, puedan a continuación ubicarlo y atravesarlo también.
Pregunta: ¿Cómo puede ser esto posible?
Todos podemos aprender algo de los demás. No les resulta familiar aquella frase que dice: "Los primeros se¬rán postreros, y los postreros, primeros".
Pregunta: ¿Qué esperan realmente de la humanidad?
Que aprendan a amar, y que descubran lo que el amor les pile que den.
Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia di¬ferente del amor. Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta ultima Creación, el amor ha significado solo el "bien común". Como una medida de con¬vivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos ob¬servado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas que hemos aguardado; y que si es posi¬ble a través de vuestra participación, que podamos to¬dos nosotros aprender alternativas nuevas de evolu¬ción; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentado y como lo he¬mos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es por¬que nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el amor, donde cada día se plantea una experiencia de crecimiento nueva y enriquecedora.
Así como el Sol los ilumina y la Luna aclara vuestras noches, así debe brillar vuestro amor en vuestros cora¬zones; pero un amor sin retacear, sin recortes. Amor como entrega al Plan de la Creación, porque todo es amor y el amor es uno en todo.
Pregunta: ¿Cómo se perfecciona el amor?
El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la compasión y caridad. No hay amor sin misericordia, y ello nos lo esta confirmando la esencia de esta huma¬nidad terrestre. Y de nada sirve saberlo, hay que vi¬venciarlo. Só1o la experimentación permitirá el acceso a lo esencial.
Vivan y descubran el verdadero rostro del amor que existe potencialmente en ustedes, y el os llenara y col¬mara, haciéndoles sentir como un panal de miel inagotable, del cual todos podrán extraer y siempre habrá mas para dar y compartir.
El amor verdadero no tiene por que agotarse sino que tiende a reproducirse. Cuanto más da, mas tiene para dar... Se retroalimenta.
Si vuestra vida se hace amor, todo cuanto hagan estará marcado y envuelto de dicha fuerza. Y no tengan temor a las consecuencias que trae el amor, porque con el habrán incursionado en el verdadero propósito de la existencia; y aunque se despierte una fuerza violenta contraria de oposición, esto sólo lograra coronar de éxito vuestra experiencia de amar.
Pregunta: ¿Si tienen tan claros los conceptos por qué les resulta difícil ponerlos en práctica?
Es fácil hablar del amor pero otra cosa es actuarlo. La teoría llega a ser algo sencillo, frente a la vivencia, que es donde todo se complica. Muchas cosas son necesarias para materializar el verdadero amor, entre ellas conocer la propia misión de cada uno, la del colectivo de personas del que uno forma parte, y estar en el lu¬gar y el momento adecuado para traducirlo en actitu¬des y hechos. Todo ello supone una conciencia eleva¬da, pero sobre todo un corazón dispuesto a arriesgarse a equivocarse, porque siempre existe ese riesgo.
Por tanto: ¡atención, que hasta para amar hay que aprender!... Habrá ocasiones en que el verdadero amor nos exigirá abstenernos de actuar...
Si, habrá muchas situaciones y muy diversas en que no se deberá actuar aunque se pueda dar todo lo que se nos pide, porque hay veces en que se podrá dar mas no dando nada o absteniéndose de intervenir, porque podría ser que en ese momento el accionar fuese mas una interferencia o perjuicio que una ayuda.
Mas de una vez deberán experimentar el amor a tra¬vés del no hacer, de inhibirse de actuar.
Ama con todas tus fuerzas, pero no dejes de pedir inspiración y sabiduría en la actuación de tu amor, pa¬ra sólo hacer lo adecuado aunque alguna vez esto sig¬nifique un no hacer.
Pregunta: ¿Qué tanto puede el amor cambiar a una per¬sona?
El amor los transformará lentamente, como el escul¬tor a su escultura, extrayendo la esencia oculta en lo profundo de la roca, y hará de vuestras existencias luz, para ustedes mismos y los demos. Y la luz de vuestro amor os protegerá y los ayudará a incrementar su ca¬pacidad de dar.
El verdadero amor los motivará a hallar el valioso diamante que yace escondido en el carbón de vuestro interior.
Pregunta: ¿Qué podemos esperar del amor?
Que transforme vuestras existencias y modifique vuestro entorno. Porque para el amor no hay limites.
El amor significa conocimiento con comprensión, trato con tolerancia y esperanza con paciencia. El amor es el comienzo de una convivencia fraterna, sin egoísmo, sin enojos ni arbitrariedades. El amor se manifies¬ta fundamentalmente como justicia y equidad.
Dad al que tiene y al que no tiene, pues todos nece¬sitan de este amor en mayor o menor medida. Pero solo den de lo que el otro necesita y no necesariamente lo que el otro les pide, porque allí está la verdadera caridad, en el amar con discernimiento y conciencia despierta.
Pregunta: ¿Por dónde empezamos?
Empiecen por amarse a ustedes mismos, lo cual es el principio correcto para poder llegar al gran amor por la humanidad. Y no dejen de aprender por el amor... Nunca terminarán de hacerlo, convirtiendo vuestras exis¬tencias en una aventura eterna de descubrimientos ini¬maginables...
Con amor,
Sampiac
Extraído del libro “Una Puerta hacia las Estrellas” de Sixto Paz Wells.
Pregunta: ¿Qué es la palabra?
El quinto vórtice principal de energía ubicado en la garganta es el responsable de desarrollar en todos nosotros el poder de la palabra.
Es la palabra la que con la fuerza de la vibración es capaz de crear, construir y también destruir. La palabra resuena en el tiempo, y queda grabada en el ambiente, en los cuerpos sutiles del planeta (en el cinturón magnético) así como en las cosas y en el aire.
Con el verbo se da vida, y se generan diversas reacciones a vuestro alrededor. Por tanto con la palabra uno enfrenta una verdadera prueba de fuego. Cuiden para ello vuestro lenguaje.
Hagan que cada palabra sea un lucero, una guía para los caminantes en la oscuridad de la noche de la conciencia; algo digno de ver y escuchar.
Procuren que cada palabra tenga un sentido perfecto y cabal pues por el verbo fuimos creados y mediante él nos acercamos al registro de nuestro origen.
Pregunta: ¿Qué tan importante puede ser el uso consciente de la palabra?
La palabra debe ser dirigida hacia la luz y a la verdad, sino os envolverá la oscuridad, la confusión y la maledicencia.
Debéis erradicar de vuestro lenguaje toda palabra soez que contiene de por sí su carga de negatividad, porque ello contamina el ambiente; más bien haced que cada palabra sea luz, genere vida y esperanza, que dé ánimo y reparta amor y fraternidad.
Hagan que el poder secreto de cada palabra se expanda por el universo, alumbrando como las estrellas. Para esto envuelvan cada palabra y pensamiento en amor, para que sea motivo de dicha, alegría y unión.
El verbo debe volver al verbo, para ello debe tener como requisito la caridad, la fraternidad y la compasión. Debe obedecer a una sana intención como la de ayudar.
La palabra debe de tener la frescura del amanecer, y la alegría de la naturaleza manifestada en el canto de las aves. La palabra debe contener la serenidad y responsabilidad de un adulto, la sabiduría de un anciano, la ingenuidad de un niño, la inocencia de un bebé y la ternura de una madre.
Comentario: ¡Con tantos requisitos al final nadie hablaría!
La palabra es una gran responsabilidad, por ello nosotros hablamos poco y decimos mucho. En la tierra hay mucha ignorancia de todo ello.
Vuestra palabra debe edificar como se construye un edificio, con cimientos profundos, que aunque no se perciben a simple vista existen. Esas bases sólidas han de ser de espiritualidad, sobre las que se puedan ir armando las paredes que resistan los embates de tormentas y asechanzas. Y la palabra debe fortalecer como fortalece el cemento.
La palabra al ser manifestada debe ser pura como el rocío, simple y bella como las flores, graciosa y ágil como las aves y cristalina como el agua limpia de un arroyo de montaña.
No permitan que vuestra palabra deje de ser clara y directa, firme pero dulce, tierna y suave pero que sabe corregir cuando del error se trata, para que ella refleje la transparencia del alma.
La palabra debe ser dirigida siempre hacía un propósito bueno, de tal manera que refleje a la esencia de Dios que llevamos dentro, para que el verbo se haga carne...
De ahora en adelante piensen antes de hablar. No emitan energía sin sentido, recuerden que tienen un maravilloso instrumento, no lo desperdicien.
No llenen de más energía sin sentido a este mundo rodeado de negatividad. A partir de ahora emitan luz con la palabra; iluminen su camino y el de los demás.
Sean amaneceres en la oscuridad de tantas vidas descarriadas, pero buscando las palabras que irradien energía positiva, que clarifiquen y sean guía en la oscuridad.
De ahora en adelante ejercítense hablando sólo en un lenguaje positivo. Todo lo malo y negativo háblenlo en pasado así ayudarán a transmutarlo.
AMOR Y PAZ… VUESTROS GUIAS DE MISION RAHMA…