domingo, 24 de abril de 2011

Millones de personas en el mundo lloran la muerte de Sai Baba


El guía espiritual de la India, Sai Baba, uno de los gurús más venerados en el mundo entero, murió ayer a los 85 años en un hospital que él mismo levantó en su ciudad natal, la sureña Puttaparthide, después de casi un mes de haber ingresado por problemas cardíacos, pulmonares y renales.
"Sathya Sai Baba ya no está con nosotros. Ha muerto a las 7.40, como cualquier otro paciente humano", dijo en un comunicado el Instituto Superior de Ciencias Médicas de esa ciudad.
Tras conocerse la noticia, miles de devotos se acercaron al hospital para dar su último adiós al famoso guía espiritual. La Policía tuvo que colocar barreras para contener a las masas y pidió tranquilidad a los ciudadanos después de que fuera anunciada la muerte del gurú.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, la presidente del Partido del Congreso en el gobierno, Sonia Gandhi, y uno de los máximos líderes de la oposición de centro derecha (BJP), L.K. Advani, dieron sus condolencias por la muerte del Sai Baba. Singh calificó al Gurú como "un líder espiritual y un ícono que inspiró a millones de personas en todo el mundo".
Por su parte, Gandhi envió una carta privada a la familia, cuyo contenido no fue divulgado. Finalmente, Advani consideró que "con su desaparición el país entra en una fase oscura".
El cuerpo del Satya Sai Baba será expuesto al público durante los próximos dos días la Sai Kilwant Hall, en el ashram de Puttaparthy, que puede albergar unas 10 mil personas, informó el Sathya Sai Central Trust.

Una mujer coloca una flor sobre una escultura de arena, obra de Sudarshan Pattnaik, como parte de su obituario en la playa de Puri, a 60 km de Bhubaneswar, Orissa. 
Sai Baba, cuyo verdadero nombre es Sathyanarayana Raju, cuenta con millones de seguidores en todo el mundo, entre ellos influyentes políticos y actores de cine, que le consideraban una encarnación o avatar de la trinidad hindú formada por Brahma, Vishnú y Shiva.
A lo largo de los años, con su tradicional vestimenta anaranjada, conquistó la simpatía estrellas del rock como ex Beatle George Harrison, además de campeones de cricket como Sachin Tendulkar, políticos de primer plano como Indira y Rajiv Gandhi, y actores de Hollywood como Steven Seagal. También el primer hombre en pisar la Luna, Neil Armstrong, no escapó a la fascinación del gurú indio. En 1997 le tocó a Sarah Ferguson, la duquesa de York, realizar una visita al gurú, al tiempo que el príncipe Carlos manifestó en más de una ocasión su intención de reunirse con él, sin haberlo logrado.
Nació en 1926 en el seno de una familia pobre, a los catorce años Raju dijo tener naturaleza divina y predicó durante tres días bajo un árbol de Puttaparthi, donde luego levantó su centro religioso, el "Prashanti Nilayam" o "Morada de la Paz".
Sai Baba, conocido por su melena estilo "afro" y su larga túnica naranja, adquirió popularidad en Occidente en la década de los setenta, en gran medida gracias al movimiento "hippie", y en la actualidad cuenta con seguidores en más de 100 países del mundo. Se hizo famoso por sus habilidades místicas.
Su centro religioso es lugar de peregrinación para muchas personalidades indias, hasta el punto de que tanto la presidenta, Pratibha Patil, como el primer ministro, Manmohan Singh, acudieron a su último cumpleaños.
"Sathya Sai Baba era un líder espiritual que inspiró a millones de personas a, sin renunciar a su propia religión, llevar una vida moral, siguiendo las ideas de verdad, conducta adecuada, paz, amor y no violencia", se lamentó hoy el propio Singh en un comunicado.
En los últimos años, Raju había abandonado sus milagros y se había centrado en las ayudas sociales y la caridad, apoyado en un Consejo.
En Puttaparthi hay hoy en día decenas de escuelas, hoteles, una universidad, un aeropuerto y un hospital en el que doctores fieles al guía espiritual proporcionan tratamientos y realizan operaciones a precios simbólicos para los más pobres.
Sai Baba ya predijo que ocho años después de su muerte ("a los 96 años") nacería un nuevo avatar, Prema Sai Baba, pero los medios indios especulan ahora con qué sucederá con su complejo, en el temor de que sus gestores se enzarcen en luchas por el control.
La controversia acompañó siempre al gurú, cuyos críticos lo señalaban por falsificar milagros. Otros ex seguidores lo acusaron a él y a miembros de su organización en 2000 de abusos sexuales contra niños y adultos varones, hechos que él siempre negó y por los que nunca fue acusado formalmente.