sábado, 21 de julio de 2012


LOS SIETE CUERPOS DEL HOMBRE
(Grupo de Practicas para Niños)


Así como para ir a otro planeta necesitaríamos un traje espacial, para venir al planeta tierra también necesitamos uno y varios trajes. Se llaman cuerpos o vehículos y son 7. Nuestros cuerpos no son nuestro verdadero yo. Existíamos antes de estar en nuestros cuerpos y seguiremos existiendo cuando los abandonemos.


He aquí los siete cuerpos del hombre:
1° Cuerpo físico.
2° Cuerpo vital o etérico.
3° Cuerpo astral.
4° Cuerpo mental.
5° Cuerpo de la voluntad.
6° Cuerpo de la conciencia.
7° Espíritu (el Íntimo).
El Cuerpo Físico, le sirve para la manifestación netamente material en el mundo físico.

El Cuerpo Vital o Etérico, sirve para que a través de él, el hombre capte la energía necesaria para que el cuerpo físico se mueva.

El Cuerpo Astral, le sirve para obtener de éste la motivación para que, con la suficiente energía captada por el cuerpo vital, el hombre pueda movilizar su armazón física. Toda la gama de emociones y deseos, así como sentimientos, anhelos y pasiones se generan en el mundo astral, todo lo cual es vivenciado a través de este vehículo o cuerpo astral.

El Cuerpo Mental, aquí se crean y se manifiestan las ideas. Tiene 2 regiones, la Región del Pensamiento Abstracto (ideas) y la Región del Pensamiento Concreto (los pensamientos).
El hombre, mayormente, funciona en este nivel coloreando de acuerdo a la vibración de su mente, toda idea, toda concepción o percepción, que de niveles mayores se desprende y a la cual de alguna manera se le permite acceder.


Los demás cuerpos o vehículos los estudiaremos posteriormente, pero tienen que ver con el funcionamiento de aspectos superiores del hombre.

A la altura del corazón existe lo que se podría denominar la “Chispa Divina”, nuestro Espíritu, también llamado “Yo Soy” o “Yo Interior”, que es nuestro verdadero Ser. Esta Energía Divina está formada por 3 llamitas coloreadas: Azul, que expresa la Voluntad Divina; Amarilla, que expresa la Sabiduría Divina y Rosada que expresa el Amor Divino. Estas cualidades Divinas forman parte de nosotros mismos y son la conexión con Dios, por ello nosotros y Dios somos uno.