jueves, 12 de marzo de 2015
Cómo opera nuestra mente: últimas investigaciones
Cómo opera nuestra mente: últimas investigaciones
“Psiquiatras de la Universidad de Yale en Estados Unidos han demostrado hace poco con técnicas de resonancia nuclear magnética cerebral en un reducido grupo de meditadores la existencia en nuestro cerebro de dos sistemas operativos de la mente (…) Pero, subrayan los autores, el predominio de uno de ellos está fuertemente relacionado a la ansiedad y a la depresión (…) y representa los patrones de la infelicidad.
“La mente debe estar en el AHORA MISMO (…) porque el futuro, según principios de la física mas evolucionada, es el presente”
Begoña Carbelo y Adalberto Pacheco
Begoña Carbelo y Adalberto Pacheco, autores del libro “El Arte de Concienciarte” del que hablamos en este artículo, comparten las últimas investigaciones sobre cómo opera nuestra mente y cómo podemos aplicarlos para vivir mejor.
Los pensamientos circulan a gran velocidad por nuestra mente. Allí, están impresos según programas en las primeras fases de nuestra vida. “Nacemos originales, pero morimos copias” decía el sabio. Estos programas a su vez fueron impresos en la mente de nuestros padres por los suyos, de forma que la gran mayoría de nuestra manera de reaccionar con el entorno –casi el 95%- proviene de esta programación inicial que algunos lo han equiparado con el ”pecado original” .
Y esto es así porque ese tipo de pensamientos están bajo el control de la mente subconsciente adaptada al principio acción-reacción, un mecanismo que es omnipresente en los animales y enfocado básicamente a la superviviencia. La otra parte de nuestra mente es un pequeño 5% del total y está bajo control de la mente autoconsciente y es el paradigma más aproximativo al ser como humanos.
Esta parte tiene su representación anatómica en la corteza prefrontal del cerebro, claramente aumentada en los humanos, y sobre todo, es la única creativa a diferencia de la otra, la subconsciente que obra casi siempre según patrones prestablecidos. Esta mente subconsciente puede ocupar ocasionalmente el presente de la mente de cada individuo pero siempre, siempre nos hace obrar según su naturaleza, viajando hacia delante –que sueñas-o hacia atrás –quien eres-, nunca al ahora mismo, desnudo, sin juicios, porque ese es patrimonio exclusivo de la mente autoconsciente.
Psiquiatras de la Universidad de Yale en Estados Unidos han demostrado hace poco con técnicas de resonancia nuclear magnética cerebral en un reducido grupo de meditadores la existencia en nuestro cerebro de dos sistemas operativos de la mente, una red neuronal proyectada a tareas, a la atención plena, y una red de dispersión de la mente o ensoñación que la llaman red por defecto porque entra en acción cuando la otra se inhibe.
Y es en el momento presente cuando nuestra mente se inhibe más a menudo porque nos hace viajar al pasado o al presente o en imaginaciones fuera de la realidad del instante actual, y entonces ese momento, ese ahora, lo ocupa la mente subconsciente, la de la acción–reacción. Pero, subrayan los autores, el predominio de esta última está fuertemente relacionada a la ansiedad y a la depresión, es decir que esa forma de obrar de la mente humana casi representa los patrones de la infelicidad.
Es nuestro deber pues ampliar nuestra mente autoconsciente en detrimento de la subconsciente, para ser más creativos, y atreverse a romper la dinámica de la mente de la acción-reacción según patrones preestablecidos, que nos induce a captar más y más del exterior para nuestro propio y exclusivo provecho, pero conlleva en contrapartida un alto grado de ansiedad y estrés.
Ansiedad porque cuando nos proyectamos al futuro, se introduce el pensamiento impreso en nuestra niñez de que no lo conseguiremos, además de la aparición de miedo e incertidumbre. Y estrés porque dejamos acumular un excesivo caudal de emociones que nos obligan a responder a múltiples problemas en cada momento, cada ahora.
La mente debe estar en el ahora mismo, sí, cerrar los ojos, aquietarse y siendo plenamente conscientes, proyectarnos hacia el futuro, mirar, visualizar y respondernos a una sólida e incuestionable pregunta: ¿qué quieres? Ahí interviene la creación del mismo instante. Porque el futuro, según principios de la física mas evolucionada, es el presente. El tiempo es una ilusión y en él vive nuestra mente más arcaica. ¡Atrévete a evolucionar! Aprende el “Arte de autoconcienciarte”.
Begoña Carbelo y Adalberto Pacheco
Webs de los autores: Conciencia y emociones y Doctor Pacheco Ganval