martes, 17 de marzo de 2015

LOS MAESTROS DE PAITITI

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LOS MAESTROS DE PAITITI
Ricardo Gonzalez
PAITITI , LA SANTA LLACTA DE LOS PACO PACURIS

Este artículo ha sido una recopilación de información suministrada por Ricardo González.
Para mayor conocimiento sobre el libro, "Los Maestros del Paititi", de Ricardo González
La llacta santa de Quañachoai - como denominan los hombres Q'eros a Paititi - sólo abrirá sus puertas cuando los requerimientos del Plan Cósmico así lo dispongan; nadie podría profanar el centro espiritual de los Paco-Pacuris o "Guardianes Primeros", ellos saben muy bien que el antiguo conocimiento depositado en las manos equivocadas atraería una nueva y descomunal destrucción, como las que hundieron a la Atlántida y a Mu.


Hombres Q'eros de Perú

Paititi es considerado en la actualidad por diversos investigadores como el enigma arqueológico de Sudamérica; sin embargo, no ha sido hallado y aún para muchos, la misteriosa ciudad perdida, sigue siendo tan sólo una leyenda difícil de probar.
No obstante, se sigue afirmando que en las selvas de Madre de Dios, en la zona sur oriental de Perú, existe una ciudad de piedra, con estatuas de oro erigidas en amplios jardines. Pero lo interesante de Paititi es que las leyendas señalan que, hasta hoy en día, la ciudad oculta estaría en plena actividad, y por si esto fuera poco, sería el lugar donde mora el último inca, esperando el momento de retornar al "mundo de afuera" para restituir el orden que se quebró en el pasado.


Las evidencias de la historia
Una leyenda con rastros marcados

Paititi fue - y lo sigue siendo - el objetivo de numerosas expediciones científicas y particulares. Estas últimas van a buscar el oro del Imperio Inca que habría sido escondido ante la llegada de los españoles; sin embargo, hoy por hoy sabemos que el verdadero tesoro oculto en Paititi, no es otra cosa que la verdadera historia de la humanidad.
La leyenda de Paititi ha perdurado en la mente de muchos hombres. Ya en el siglo XVII corría como reguero de pólvora la noticia de una ciudad fantástica, misteriosa , y que albergaba grandes tesoros que pertenecieron supuestamente a los incas.
Lo que más ha contribuido al conocimiento de la presunta existencia de Paititi son los pretroglifos de Pusharo. Estos extraños grabados habrían sido descubiertos en 1921 por el misionero dominico Vicente de Cenitagoya, hallándolos en una gigantesca roca que se acomoda a orillas del río Sinkibenia, considerado sagrado por los indios machiguengas. Más tarde, los petroglifos fueron observados por numerosos exploradores. Ya en 1970, el sacerdote y antropólogo Torrealba, fotagrafió y estudió los grabados. Muchos investigadores coinciden que los petroglifos no fueron hechos por los incas, entonces, ¿quién los hizo?
Pusharo no es la única evidencia de una obra humana en las enmarañadas selvas de Madre de Dios; también se han encontrado numerosas ruinas y hasta caminos parcialmente pavimentados. Las pirámides de Paratoari son una prueba fehaciente de estas obras. En diciembre de 1975, el satélite norteamericano Landsat 2, que formaba parte de un ambicioso proyecto de la NASA, logró unas extrañas fotografías en la misteriosa cadena del Pantiacolla. El enigma se inició cuando el satélite fotografió en esta zona unos "10 puntos" - debido a la altura -, agrupados en pares (2 filas de 5) que sugerían según posteriores análisis, pirámides de cima trunca de proporciones enormes.
Por si todo esto fuera poco, en la insólita meseta se han reportado numerosas expediciones desaparecidas, perturbaciones electromagnéticas en los instrumentos, "apariciones" de inusitadas luces, ruidos extraordinarios que parecen surgir del suelo, y para añadirles el ingrediente final, los relatos de los machiguengas, quienes afirman - con total naturalidad - que al otro lado - con esto se refieren al Pongo de Mainiqui - existe una civilización muy antigua que lo "sabe todo".
Paititi irradia su propia energía, cual foco de iluminación que aclara el camino y despierta las mentes dormidas; es así como esta radiación produce desórdenes electromagnéticos a los helicópteros que han querido acercarse a la zona.


Los solemnes roles de los Maestros
Ciencia y espíritu en equilibrio

Los Estekna-Maneses lograron reunir algunos de los ingeniosos artefactos que pudieron sobrevivir de la destrucción de la Atlántida. Según Alcir, Maestro del Paititi, esas máquinas pueden lograr cosas que hoy en día llamaríamos "milagros". Esta tecnología, bien empleada sería de gran beneficio para la medicina, ya que algunos artefactos eliminan selectivamente las células que están en proceso de degeneración. Asímismo, cuentan con adelantados sistemas de eliminación de toxinas, ya sean éstas por ingesta de alimentos o por radiaciones nocivas.
Por otro lado, una determinada serie de estos elaboradísimos artefactos permiten aprovechar la energía telúrica, almacenándola y convirtiéndola en una fuente de poder. También existen otras máquinas diseñadas para la canalización de energías provenientes del espacio. Estas máquinas que además se utilizan para irradiar la energía se asemejan a unos gigantescos "espejos".
Ahora bien, los recintos subterráneos de la Gran Hermandad Blanca no sólo guardan los avanzados artefactos, sino que custodian cosas más grandes y poderosas; es así que la eterna sabiduría se constituye en el tesoro más preciado por los Maestros.
Los achivos históricos de Mu y Atlántida, que datan desde tiempos inmemoriables, se hallan reunidos en las galerías subterráneas de Paititi. Así mismo, los archivos perdidos del Imperio Inca y otras culturas que aun nos son desconocidas, se hallan también en el mundo interior. Además las planchas metálicas y los cristales de información que contienen pasajes extraídos del Registro Akáshico se hallan al lado de los archivos antes mencionados. Los 32 Mentores de la Luz dieron estas planchas de secreta simbología y los poderosos cristales a los sobrevivientes atlantes, junto con el sagrado Disco Solar, que es la llave entre las dimensiones y que, por consecuencia, podría "leer" el Archivo Akáshico, el cual es llamado por los Guías y Maestros, "El Libro de los de las Vestiduras Blancas".
Es interesante saber que a pesar de tener una tecnología de punta a su alcance, los Maestros llevan una vida monástica, dedicados a la oración y al trabajo interno. Ellos se rigen por un código muy antiguo que denominan Decadrón, un conjunto de 10 elevadas leyes que orientan la evolución del mundo intraterreno.
En el monasterio interior existen salas especialmente diseñadas para la meditación, donde se lleva a cabo un diálogo con la esencia divina que mora dentro de la apariencia física. La meditación es una de las actividades más sagradas en el Paititi subterráneo. Empero, no todo es meditación en el mundo interior. Cada miembro del retiro tiene una responsabilidad: unos se dedican al cuidado de las galerías; otros a la distribución de víveres; un grupo de sacerdotes vela por los archivos y las máquinas; unos mas, hallan su función en los sistemas de transmisión, entre otras tareas.


Destellos de los dioses

Sobre la apariencia física de los seres que habitan en la ciudad subterránea de Paititi, no debemos alarmarnos. Su aspecto es humano, aunque en algunos se puede apreciar una fisonomía algo diferente; esto, porque muchos son mestizos entre razas del espacio y de nuestro mundo. Esto originó el gigantismo, que aún consevan un grupo de seres intraterrenos, mas no todos. El aspecto de muchos es tan humano que fácilmente podrían mezclarse con la población de nuestro planeta.
Según la medida de tiempo que nosotros empleamos - ellos se rigen por otro "sistema" - el promedio de vida de esta civilización subterránea oscila entre los 900 y 1100 años. Aunque su apariencia pueda revelar lo contrario, estos Maestros logran perpetuarse varias centurias.
La vestimenta de los Maestros consta por lo general de largas y bellísimas túnicas. Estas pueden ser blancas, azules o doradas, según la función que cumple el ser que la lleva consigo.


Los vecinos del espacio
La Base Azul de los extraterrestres

Sin embargo, la ciudad secreta de Paititi no solo alberga las sorpresas ya mencionadas; muy cerca de ella existen instalaciones de una civilización llamada Base Azul, centro de operaciones de los Guías extraterrestres. La responsabilidad de dicha base recae principalmente en los Guías de Venus, quienes desde hace miles de años vienen trabajando estrechamente con los Maestros de los Retiros Interiores.
La misión de la Base Azul es variada; sabemos que allí se encuentran muchas personas que han sido rescatadas de diversos puntos de la Tierra. No es descabellado pensar que algunas de las famosas expediciones perdidas hayan podido ser evacuadas a esta base. Sabemos bien, que de aquellas instalaciones parten naves espaciales hacia Venus y Ganímedes, llevando consigo muchas personas que fueron rescatadas; esto con el propio consentimiento de la persona, que viaja a aquellos mundos para ser preparada para un posterior retorno.
La Base Azul se dedica también a realizar estudios de la reserva de Manú, procurando con ello conseguir los nuevos beneficios naturales que se pondrán en mano del hombre del futuro. Según nos han informado los Guías de Venus, la Base Azul posee la cura para las distintas enfermedades que actualmente aquejan a la humanidad.


Epílogo
El verdadero tesoro de Paititi,

No obstante, el mensaje que hemos traído de expediciones a Paititi, así como las experiencias de contacto que afirmamos mantener, nos habla de modificar el futuro y de neutralizar todo aquello que pudiese ser negativo para nuestra humanidad. La presencia de los Maestros de Paititi, aquella Hermandad Blanca del universo subterráneo, nos recuerda que no estamos solos en el Universo, que tampoco estamos solos en la Tierra. Cuando iniciemos el verdadero contacto, que es con nadie más que con nosotros mismos, finalmente consolidaremos el nexo con el mundo interior de Paititi y con los otros Retiros Interiores del planeta.
Este artículo ha sido una recopilación de información suministrada por Ricardo González.
Para mayor conocimiento sobre el libro, "Los Maestros del Paititi", de Ricardo González, .


LA HERMANDAD BLANCA,

Hace miles de años, 32 seres extraterrestres, representando a diferentes civilizaciones unidas por las fuerzas de la Luz, llegaron a la Tierra para constituir un Gobierno Interior Positivo, la Hermandad Blanca del planeta. Ello ocurrió en el antiguo desierto de Shamo, el actual Gobi que comparten China y Mongolia.
Era la semilla de la luz, el llamado de alerta a la humanidad ante un momento definitivo y definitorio, y que nacería desde las más remotas y misteriosas arenas del desierto asiático. Sería la ciudad matriz, el "foco de la Iluminación": Shamballa, centro espiritual del mundo intraterrestre de Agharta.
Hoy en día no es difícil escuchar de boca de los Lamas del Tíbet la existencia de este enclave, fundado en el pasado por "los Maestros del Cosmos" con el objetivo de contrarrestar la influencia de la oscuridad en el mundo, y constituir un foco de luz e información destinado al hombre del futuro que deberá reestablecer el orden perdido entre el Cielo y la Tierra.
Con el paso del tiempo,
Valiéndose de su avanzada tecnología, y de un poderoso disco dorado que construyeron con elementos de la Tierra y de sus propios mundos, lograron "leer" del denominado Registro Akáshico (que no sería nada más que el cinturón magnético de Van Allen) la historia y origen de nuestro planeta, así como el posible futuro del mismo como una consecuencia lógica de todo cuanto había ocurrido. Esta información es llamada "El Libro de los de las Vestiduras Blancas", aunque realmente se trata de una suerte de biblioteca cósmica que consiste en extraños cristales de roca y planchas metálicas con ideogramas. Esta información, en su momento, será revelada para que el ser humano escuche su verdadero pasado y origen, comprenda su presente, y sobre esta base construya un futuro de paz y armonía en la Tierra de la mano de otras civilizaciones del Universo.
Luego de los 32 Maestros extraterrestres que vinieron al desierto de Gobi, aproximadamente hace unos 12.000 años, continuó lo que podríamos denominar la "segunda generación" de la Hermandad Blanca, esta vez compuesta por sobrevivientes de la Atlántida que se habían establecido en refugios subterráneos en diversas partes del mundo. Actualmente, los descendientes de aquellos que sobrevivieron a la destrucción del mundo perdido de Platón, aún continúan viviendo en el mundo subterráneo, custodiando y protegiendo los archivos que hablan del "conocimiento invisible" reservado para la humanidad.
Paititi o El Dorado, en las misteriosas selvas del Perú; Monte Shasta en California; la Sierra del Roncador en el Mato Grosso brasileño; las Cavernas del Alto Egipto o el Lago Titicaca en el altiplano peruano-boliviano, son algunos de los puntos más poderosos que evocan el mundo secreto de los Guardianes del Conocimiento Eterno.


Un amanecer destellante,

La Hermandad Blanca está en el corazón de cada caminante; en cada rastro de polvo en las sandalias del monje silencioso; en el amanecer destellante y en fulgor de las estrellas de la noche; es pues el llamado de los siglos, el tiempo sin tiempo, la clave del despertar de la Humanidad.
Pero, ¿quiénes son aquellos Maestros? ¿Cómo viven en sus mundos intraterrenos? ¿Por qué su empeño en ayudar al ser humano en su tránsito a niveles superiores de consciencia? ¿Qué significa aquel Disco Solar y la información que en sus mundos custodian? Y sobre todo: ¿Nosotros seremos ellos?...
Esperamos que nuestro humilde aporte en este sitio WEB, donde desarrollamos diferentes temas de investigación en torno a la Hermandad Blanca, pueda contribuir con su cuota de luz y entendimiento para comprender una vez más que no estamos solos en el Universo y en la Tierra, y que un destino cósmico aguarda nuestra comprensión y determinación final: Fundirnos con nosotros mismos y las estrellas.


EL HOMBRE Y LA HERMANDAD, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD,

Contacto es comunicación. Es establecer el puente de unión de mentes y almas, orientándolas hacia un fin trascendente como es el de crear condiciones de realización personales y colectivas. Contacto es comunicación, y comunicación es en este tiempo, comunión en la acción.
Del Guía Oxalc,.
¿Por qué el contacto con nuestros Hermanos del Interior y las reponsabilidades intríncicas del acercamiento?; ¿qué papel debe desempeñar el Hombre comprometido?; ¿qué aprendemos y a qué nos atenemos? Estos son algunos de los cuestionamientos que nos hacemos al conocer esta maravillosa y misterosa historia de los Seres que nos acompañan en el interior del globo terráqueo. Las razones del contacto, han sido expresadas por ellos mismos, precisamente por medio de diversas cominicaciones. Esto lo que han transmitido:
"El contacto con la Hermandad Blanca se hace para elevar los niveles de conciencia de aquellos a quienes les toca un rol más específico en la Misión. Este no se dará en la forma que muchos se imaginan, sino obedeciendo a planes que fueron revisados y preparados cuidadosamente. Esta preparación se hizo necesaria para obtener a través de los activadores mentales, todo aquello que en algún tiempo les fue suministrado.
"El contacto requiere una labor consciente y personal. No es cuestión de eventos pasajeros, emocionales o espectaculares; tampoco pueden pensar en figuraciones personales.
"Lo que obtendrán del contacto con la Hermandad Blanca será para poner en marcha una serie de mecanismos que no sólo tienen que ver con la Misión, sino con toda la humanidad. La responsabilidad es tan grande que si no estuvieran de verdad preparados y pretendieran asumir un riesgo de esa naturaleza, se acarrearían un karma muy grande...
"Ya les dijimos anteriormente que por sobre todas las cosas, Rahma tiene una Misión particular, que es la de "salvar" al "Hombre", entendiéndose como el rescate de la humanidad interior que llevan dentro".
De los Guías Oxalc, Anitac, Titinac,
"El contacto procura un compromiso con la humanidad y con el cambio de vida. Es esto lo que nuestra presencia y la de otras entidades interdimensionales como parte del contacto buscamos apoyar, que mantengan el interés y la dedicación por encontrar su propia superación.
"El contacto es establecer una conexión a múltiples niveles con la humanidad y con el universo circundante, pero también es una prueba de crecimiento personal y colectivo. Por ello cada experiencia de contacto requiere preparación y disciplina, pero no para merecer ver cosas, ni para imaginarse cosas, sino para mantener la ecuanimidad durante el desarrollo de los acontecimientos, fortaleciéndose uno mismo y aprendiendo a sensibilizarse cada vez más, a la vez, percatarse de ciertos otros acontecimientos que en condiciones normales les habrían pasado inadvertidos.
"Todos podemos aprender y enseñarnos mutuamente, esto lo decimos porque a algunos les tocará develar cosas, mientras que a otros su labor les llevará a recordar otras. Y esto ha sido previsto así por cuanto obedece a un Plan Cósmico dispuesto por las Grandes Mentes del Universo para vuestro planeta, por medio de él, pero no solamente él".
Del Guía Oxalc.


EL DISCO SALAR , EL SAGRADO EMBREMA DE LA HERMANDAD BLANCA

"El Disco Solar es una representación de la estrella que mantiene en equilibrio este sistema planetario, es la imagen del Sol Central de la galaxia, aquel que alimenta la Tierra con energía de la Luz Violeta, por ello se denomina Sol Manásico, que a su vez es la representación del Padre-Madre-Creador. Es el emblema de la Hermandad..."
Alcir, Maestro intraterrestre
En nuestra labor de Misión a lo largo de estos últimos años se ha venido hablando de un disco metálico el cual acompañó a distintas civilizaciones del ayer, y cuyo significado para la humanidad es de indescriptible valor. Basándonos en la información suministrada por Ricardo González en su libro "Los Maestros del Paititi", he aquí una rápida reseña del bien denominado, Disco Solar, el sagrado emblema de la Hermandad Blanca.


El Equilibrio
La llegada de los Mentores de la Luz

Después de la destrucción de la Atlántida, una fuerza interplanetaria de paz llegó a la Tierra para fundar lo que sería la Gran Hermandad Blanca de nuestro mundo; de esta forma se conseguiría el equilibrio necesario para que el ser humano pudiera continuar con su proceso de evolución.
Estos 32 Maestros extraterrestres se ubicaron en galerías subterráneas en una región secreta del desierto de Gobi en Asia. Desde allí velarían por la quinta humanidad.
Cada uno de ellos representaba una determinada civilización del espacio; su honda sabiduría y profundo amor por la vida los calificaba como los más aptos para llevar a cabo la misión de incorporar en nuestro mundo la semilla de la Luz.
Una vez los Mentores de la Luz se establecieron en sus Salones de Amenti (templos intraterrestres que ya habían sido acondicionados por seres procedentes de Sirio), construyeron un impresionante disco metálico, hecho con una extraña aleación de minerales extraterrestres y de nuestro planeta.
Se trataba pues, del Disco Solar, una llave que abre las puertas entre las dimensiones y que puede "llevar" al planeta entero al Real Tiempo del Universo. Así mismo, el Disco representaba al Sol Central de la galaxia, fuente importante de energía que llega a toda nuesta Vía Láctea, bañándola con la transmutadora fuerza de la Luz Violeta.
Está demás afirmar que las radiaciones solares o energía Cilial de nuestro propio Sol, son también canalizadas por el poderoso Disco de los Maestros. En los mundos evolucionados se aprovecha al máximo el poder de las estrellas.
El Disco Solar se constituiría en el santo emblema de la Hermandad Blanca, representado gráficamente con la figura de tres círculos concéntricos: los tres planos, los tres universos, la trinidad sagrada y la Ley del triángulo.
No obstante, la Jerarquía venida del espacio sabía que no podría prolongarse indefinidamente en sus cuerpos físicos. Fue entonces que los 32 Mentores de la Luz vieron en los Estekna-Manés, que habían sobrevivido a la destrucción de la Atlántida, el reemplazo perfecto.


En manos sagradas
Los Estekna-Maneses toman la posta

En la Atlantida, un Estekna-Manés o Guardián de Registros era un ser que requería poseer físicamente los códigos genéticos de una raza del espacio y otra de la Tierra; es decir un Mestizo o Estekna. Además el guardián debía haber superado las más duras pruebas que lo ratificaban como un Mentor o Manés. El desarrollo de facultades psíquicas y el camino espiritual (es decir, la evolución en los tres planos, físico, mental y espiritual) fue el derrotero de aquellos atlantes que se mantuvieron firmes por las sendas de la Luz. Luego de ello, los Altos Maestros de la naturaleza entregaban al nuevo Guardián un poder, para que éste defienda los archivos de su pueblo que estarían en su custodia.
A su vez los Estekna-Maneses que lograron escapar de la catástrofe, se refugiaron en los recintos subterráneos que habían previsto; allí permanecerían custodiando los anales que rescataron de la Atlántida, así como algunas de las máquinas de su extinta civilización...
Entre las afirmaciones que Alcir brindó, se encontraba la historia de los "Tres Héroes", altos líderes de la Atlántida y que en todo momento velaron por la seguridad de los registros. Fueron ellos los que sugirieron emigrar a moradas subterráneas que serían construidas en todas partes del mundo; los Tres Héroes fueron también los que recibieron de los 32 Mentores de la Luz el sagrado Disco Solar y los archivos.
Así, los Mentores, luego de confiarles la magna obra, le entregaron el Disco Solar, que sería colocado en un templo subterráneo cerca al actual lago Titicaca. Este lugar era llamado "Ciudad Eterna", la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de los sacerdotes salvados de las aguas.


Ciudad Eterna
El Disco en su esplendor

Ciudad Eterna se mantuvo activa por miles de años; su maravillosa arquitectura se erguía desde las galerías intraterrenas hasta sobrepasar la helada superficie andina, mostrando sus colosales paredes y sus finos grabados en la roca. Este centro espiritual, la legendaria Wiñaymarca, que otrora fue resplandeciente en las cercanías del lago sagrado, cobijó una estirpe de sabios, herederos de un conocimieto antiguo y de una noble responsabilidad; así era Ciudad Eterna, cuyo único testimonio se ampara en las leyendas y en las ciclópeas ruinas de Tiahuanaco.
No obstante, su conformación pacífica e inofensiva la transformaría en un blanco sencillo para los aguerridos pueblos que habían surgido. Ante la amenaza, los Maestros pusieron a salvo el Disco Solar, y sellaron la entrada del templo subterráneo que lo albergaba. Los invasores nunca encontrarían el recinto secreto, aunque dieron muerte a varios sacerdotes de la ciudad.
Uno de los descendientes directo de Huyustus se dirigió hacia una isla del gran lago sagrado, él sabía en qué lugar - la actual isla del Sol en Bolivia - se encontraba un antiguo túnel que le ayudaría a escapar del peligro. Este hombre, hábil e inteligente, sería conocido más tarde como Manco Cápac o Ayar Manco.
Manco Cápac comprobó que muchos hombres se hallaban en estado de barbarie, y lejos de sentir rechazo hacia ellos, se apiadó del ritmo tan violento que llevaban. Fue así, que guiado por una fuerza superior, decidió ayudar a aquellos pueblos, para que estos conocieran la Luz de la civilización. La Confederación Galáctica aprobaba sus intenciones y le otorgó el apoyo necesario para iniciar lo que se denominaría Proyecto-Inca. Cabe mencionar que Manco Cápac no estaba solo. Ayudado por su hermana de sangre, quien es mencionada en las leyendas andinas como Mama Ocllo, iniciaron el proyecto.


El Gran Imperio de Manco Cápac
El Retorno del Disco Solar

El lugar para sembrar las bases de una nueva civilización se llevaría a cabo en el Qosqo (Cusco), lugar magnético que reunía las condiciones para servir de escenario a una elevada cultura. Los primeros tiempos de lo que podríamos llamar la "segunda dinastía Inca", - la primera corresponde a Tiahuanaco - transcurrieron con suma felicidad, paz y abundancia.
No pasaría tiempo para que Manco Cápac revelara la existencia del Disco Solar; así, antes de su muerte, le confió a Sinchi Roca, su sucesor, la entrada secreta al recinto subterráneo que se hallaba a orillas del lago Titicaca, conocido antiguamente como Mamacota o Puquinacoha (lugar de origen). El Disco fue hallado y de inmediato fue trasladado al Koricancha de Cusco, el templo de oro dedicado al astro solar.
Lamentablemente la sangre guerrera de los incas empezaría a surgir. Guiados por Sinchi Roca - curiosamente Sinchi significa guerrero en quechua- llevaron a cabo un plan que procuraba expandir el imperio más allá de los límites conocidos. En esta ocación la Gran Hermandad Blanca no se hallaba al margen de los acontecimientos.
Desde el centro principal de la Jerarquía, construido bajo tierra en las selvas de Madre de Dios (actual Perú) - luego de la destrucción de la Atlántida -, llegaron tres emisarios al Imperio, advirtiendo el desenlace fatal que se aproximaba. Los Maestros Incas sabían que los enviados del reino intraterrestre se hallaban en lo cierto, ya que diversas señales que habían venido observando apuntaban al final del Imperio Inca. Entonces, luego que se marcharon los emisarios, los ancianos quipumayoc del imperio escondieron todos los archivos que pudieron reunir de la cultura andina; de igual forma llevaron el Disco Solar hacia un lugar seguro. Un disco fabricado en oro puro, idéntico al original, sería puesto en reemplazo en la pared del Koricancha - esto para no despertar sospechas. Es interesante saber que el galeón español que se llevó la réplica del Disco Solar nunca llegó a su destino.
En 1533, con la peregrinación de Choque Auqui hacia la selva, el verdadero Disco Solar y los archivos serían puestos finalmente a salvo (la huida del legendario Choque Auqui - presunto hermano de Huáscar y Atahualpa-, junto con un amplio grupo de Maestros y demás personajes del Imperio hacia la jungla, obedecía a motivos muy profundos). Se dirigieron precisamente allí, al Antisuyo mítico, porque los incas sabían muy bien de la existencia de una ciudad de "dioses" muy antigua, y sólo comparable en esplendor con el Qosqo; es por ello que del quechua Paykikin Qosqo (parecido a Cusco) vendría la palabra Paititi.
El resguardo de Paititi,
Esperando por la hora del Anrrom,
Según el Maestro Alcir en su diálogo con Ricardo González, el Disco Solar se encuentra actualmente en Paititi.
- Los Mentores de la Luz engendraron el Sagrado Disco Solar, y este fue dado a los sobrevivientes de la Atlántida...
- ¿El Disco Solar? - preguntó Ricardo, ávido de conocer la respuesta.
- Sí, está aquí en Paititi.
La pantalla cambió y mostró una amplia habitación subterránea en donde se veía un impresionante disco métalico, de unos tres metros de diámetro y cubierto de una serie de símbolos entre los que resaltaba el tridente. Parecía hecho de oro y brillaba por si solo.
- El Disco Solar abre las puertas entre las dimensiones, pero sólo aquel que abra las puertas de su corazón merecerá estar físicamente ante él en representación de aquellos que no llegaron - dijo tajante y muy solemne, Alcir.
Los achivos históricos de Mu y Atlántida, que datan desde tiempos inmemoriables, se hallan reunidos en las galerías subterráneas de Paititi. Así mismo, los archivos perdidos del Imperio Inca y otras culturas que aun nos son desconocidas, se hallan también en el mundo interior. Además las planchas metálicas y los cristales de información que contienen pasajes extraídos del Registro Akáshico se hallan al lado de los archivos antes mencionados. Los 32 Mentores de la Luz dieron estas planchas de secreta simbología y los poderosos cristales a los sobrevivientes atlantes, junto con el sagrado Disco Solar, que es la llave entre las dimensiones y que, por consecuencia, podría "leer" el Archivo Akáshico, el cual es llamado por los Guías y Maestros, "El Libro de los de las Vestiduras Blancas".
Para mayor información sobre el libro, "Los Maestros del Paititi", de Ricardo González,
por favor regrese a la primera página y haga click en Rahma Perú.


LAS MORADAS DE LA HERMANDAD

Como ya hemos reseñado, con el pasar de los años, los Fundadores de la Gran Hermandad Blanca en la Tierra, cedieron su posta a los Estekna Manés, quienes se encargaron de custodiar la historia de la humanidad y de mantener prendida la llama de la verdad. Todo esto lo hicieron acomodándose en diversos lugares del mundo intraterreno. Paititi, es hoy el principal centro de los Maestros, pero así mismo, existen otras moradas que van desde el Sinaí en Egipto, hasta La Cueva de los Tayos en Ecuador; así como desde Monte Shasta en California, hasta Talampaya en Argentina. En estas páginas vamos solamente a reseñar a algunos de estos retiros, con el fin de familiarizar al lector con ellos, esperando despertar, además, un interés que lo lleve a envolverse con su propia historia.


MARCAHUASI,

A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, cual fortaleza de piedra cuya alma se mantiene eterna a través de los siglos, se alza la enigmática meseta de Marcahuasi, pobremente estudiada salvo las invalorables iniciativas de Pedro Astete y, de manera especial, del Dr. Daniel Ruzo, quien sería el portavoz oficial de la existencia de aquellos templos de piedra en el ande peruano y aún ocultando al profano sus más recónditos secretos.
Se presume que estuvo habitada entre los años 800 y 1.476 d.C. por las culturas Yunga y Yauyo, hasta el arribo hostil de ejércitos incas. La existencia de cavernas en la meseta, que conectarían con un hipotético mundo subterráneo, se rastrean desde las primeras pesquisas que procuraban develar el misterio.
Pedro Astete habría sido el primero al menos de quien tenemos noticia en inquietar las oquedades de Marcahuasi. Supuestamente, en algún lugar de esta meseta que ocupa cerca de 4 Km. cuadrados de superficie, halló una caverna, en cuyas profundidades se topó con pergaminos que mostraban una escritura muy antigua. Nadie sabe exactamente qué caverna vio Astete, y aún menos el paradero de los escritos que se hallarían en ella.
En las experiencias de contacto de la Misión Rahma se sostenía que supervivientes de la Atlántida habrían ocultado sus archivos de conocimiento en diversos puntos de Sudamérica, en especial aquellos que comprometen la cordillera de los Andes y la selva amazónica. Marcahuasi sería uno de aquellos enclaves secretos.


TIAHUANACO, LOS GIGANTES DEL DILUVIO.

Tiahuanaco era llamado en el pasado "Ciudad Eterna", la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de "los sacerdotes salvados de las aguas". Para nuestra suerte, aún podemos rastrear la historia de aquel empolvado tiempo. Por ejemplo, Kitari, uno de los más grandes quipucamayocs del incanato aquellos que guardaban los archivos históricos del Imperio, nos cuenta que Huyustus era un señor poderoso, rubio y de ojos azules...
Hoy en día los pescadores del Titicaca en el lado Boliviano recuerdan la historia de la antigua Wiñaymarca, la morada de los gigantes y la magia. El mismo Pedro Cieza de León (reputado cronista español), recogió un dato interesante: cuando los incas llegaron a Tiahuanaco hallaron a la misteriosa ciudad en ruinas, lo cual ya nos indica qué tan antigua era.
Por otro lado, el inca Garcilaso de la Vega escribía en sus Comentarios Reales (1609) que un hombre apareció en Tiahuanaco cuando "cesaron las aguas", lo que también nos hace recordar la migración de los sobrevivientes atlantes hacia la cordillera de los Andes.
Sobre la existencia de los gigantes, no nos debemos sorprender en lo absoluto, por cuanto los cronistas antiguos hacen amplia referencia a ellos. De igual forma, en todas las culturas, encontramos claras alusiones a seres de gran estatura.
Las leyendas incas mencionan a estos gigantes una y otra vez. En el Perú antiguo, por ejemplo, se afirma que en tiempos del incanato hubo una llegada masiva de gigantes en las costas de Lambayeque (!). ¿Quiénes eran? ¿De dónde venían? ¿Tenían relación con la Atlántida?
Una teoría arriesgada -pero posible- sostiene que el gigantismo de algunos atlantes se debía a la hibridación con seres extraterrestres de gran estatura; así se transmitió el código genético necesario para que ello sucediese.
En Tiahuanaco, a decir del estudioso Guillermo Lange Loma, los gigantes eran conocidos bajo el nombre de "Antilis" y Chullpas", sobrevivientes de un mundo perdido, estableciendo en el altiplano, hace miles de años, una sociedad avanzada que fue la madre del Imperio Inca.
Para Arthur Ponsnanski, padre de la Arqueología Boliviana, Tiahuanaco tiene entre 10.000 y 15.000 años de antigüedad.


LOS GUARDIANES DE LA MONTAÑA, EGIPTO Y LA HERMANDAD BLANCA .

Egipto es, sin duda, uno de los lugares que mayor misterio despierta en el mundo. Sus colosales pirámides, los avanzados conocimientos que alcanzaron en materia de astronomía e ingeniería, sólo por citar algunos ejemplos, los han constituido en una de las civilizaciones más importantes de la antigüedad. Sin embargo, no sabemos todo sobre ellos.
Diversos estudios vienen sugiriendo que la cultura egipcia podría ser más antigua de lo que imaginábamos. Y nuevos descubrimientos arqueológicos, realizados desde 1993 en la meseta de Gizeh, concluyen en que aun hay mucho por desenterrar en las arenas adyacentes al Nilo.
Un conocimiento sagrado,
¿De dónde provino el profundo conocimiento que esgrimían los egipcios? ¿Será como sostuvo un sacerdote de la ciudad egipcia de Sais, ante el legislador griego Solón, que Egipto halla sus orígenes en un mundo perdido más allá de las columnas de Hércules? ¿Acaso de la mítica Atlántida?
Edgar Cayce, un famoso sensitivo norteamericano ya fallecido afirmó que en Egipto se hallaría la "Sala de los Registros" que demostraría el vínculo secreto que guardaba esta avanzada civilización con la Atlántida y, por si todo esto fuera poco, con un legado extraterrestre.
Diversas leyendas de antiguo señalan insistentemente (y en diversos puntos del mundo) la existencia de aquellos depósitos de información que contienen "el secreto supremo" de la historia humana.
Aquel tesoro espiritual de marcada trascendencia no podría estar desprotegido, por cuanto el conocimiento que encierra convierte al hombre en un ser conciente de sus facultades espirituales y cósmicas, pudiendo ser mal empleado en el caso que este archivo sagrado cayese en manos equivocadas. Por esta razón, sabios Maestros, que las leyendas orientales los citan como los "Emisarios de Shambhala", están allí, para custodiarlos.
Los Maestros de la Hermandad Blanca
Hablar de la Hermandad Blanca es remontarse a la destrucción de la Atlántida y el resguardo oportuno de sus archivos de conocimiento en galerías subterráneas en diversos puntos del mundo; significa también movilizarnos a las arenas del desierto de Gobi y contemplar la fundación de Shambhala por parte de 32 Mensajeros Estelares. El propósito mayor de todo este despliegue: proteger el pasado cósmico del ser humano, por cuanto en él está la "llave" de su futuro.
Uno de aquellos lugares donde se custodian los archivos sagrados se encuentra en Egipto, en la actual península del Sinaí.
Las arenas y montañas del Sinaí, en el pasado, fueron testigos de singulares acontecimientos espirituales e históricos, como los retiros solitarios del profeta Elías y la recepción misma de los Diez Mandamientos en lo alto del Horeb, con un Moisés en permanente comunicación con aquella extraña nube que le acompañará en su sobrenatural huida a través del mar Rojo.
El escenario no era fortuito. Hacía miles de años fue utilizado como una base de operaciones extraterrestres a manos de los Guardianes y Vigilantes de las Pléyades quienes, dicho sea de paso, fueron los verdaderos responsables de la protección del pueblo hebreo durante su éxodo (Plan Cósmico).
Estas instalaciones subterráneas en el Sinaí, de manufactura extraterrestre, serían utilizadas más tarde por supervivientes de la Atlántida, aquellos sabios que se mantuvieron fieles a la luz y que hoy constituyen la Hermandad Blanca del Sinaí, posiblemente el Retiro Interior más influyente de Egipto.
La Hermandad de la Esfinge
Un templo subterráneo, aun no develado, se encuentra bajo la Esfinge de Gizeh. Esta escuela de conocimiento mantenía una estrecha conexión con la Hermandad Blanca del Sinaí.
Los Sabios de la Esfinge, mantenían viva una religión antiquísima en Egipto, un conocimiento estelar que involucra un origen cósmico del ser humano en la Constelación de Orión. La profecía de aquella hermandad secreta sostiene que en estos tiempos el recuerdo de Orión será despertado.
De la misma forma, diversas profecías señalan un gran cambio cuando el Arca de la Alianza sea devuelta por la Hermandad del Sinaí, que supo rescatar el depositario sagrado del ataque de Nabucodonosor, que arrasó Jerusalén y puso en riesgo la seguridad del Arca en el Templo de Salomón. No obstante esta allí, en Egipto (click Plan Cósmico) y su retorno está a puertas de revelar un conocimiento liberador.
La Hermandad Blanca de Egipto aun está activa. Sus emisarios recorren los otrora activos templos faraónicos que, en sus silentes paredes, se esconde el secreto de cómo llegar a recordar, y saber, quiénes somos, y quiénes debemos ser.


LA PUERTA DE ARAMU MURU, CORDENADAS QUE INVITAN A PASAR.

En el denominado "Bosque de Piedra" de Juli, capital de la provincia de Chucuito, a 85 k.m. al sur de Puno, Perú, se halla una extraordinaria puerta tallada en la roca, depositaria de numerosas leyendas y madre de los más enigmáticos fenómenos del altiplano -como ruidos extraños o apariciones de potentes luces- que han alcanzado, sin llegar a exageración, fama internacional.
Posiblemente, a José Luis Delgado Mamani le debemos la difusión de la existencia de este portal, que en el círculo esotérico y metafísico se atribuye a la leyenda de Aramu Muru. Pero fue otro personaje quien publicitó la existencia de este sacerdote de una civilización desaparecida.
En 1961, el esotérico Brother Philip publicó en Inglaterra la hoy célebre obra "El Secreto de los Andes", donde dedicó varias páginas al lago Titicaca, Aramu Muru, y la Hermandad de los Siete Rayos. Según Philip, el Señor Muru (Aramu Muru) era un antiguo guardián del conocimiento de Lemuria o Mu, y que trajo a Sudamérica, concretamente al lago más alto del planeta, un poderoso disco de oro.
Verdad o mentira, la Asociación Sanat Kumara, dirigida por la contactada norteamericana Dulcie Lilly -más conocida como Sister Thedra-, se incomodó por estas afirmaciones enviando un mensaje de advertencia sobre lo allí escrito.
Supuestamente, Aramu Muru habría "desaparecido" en la puerta de Hayumarca -nombre que significaría "la ciudad de los espíritus"- para esconder de los españoles el disco de oro de Lemuria. Frente a todo esto, pensamos que es conveniente aclarar que Mu y Lemuria son dos cosas distintas.
El primero, evoca un presunto continente desaparecido en el Pacífico, cuyos restos se amparan en la isla de Pascua, Tahití, Samoa, las islas Cook, las Tongas, las Marshall, las Kiribati, las Carolinas, las Marianas, Hawai y las islas Marquesas. Por otro lado, Lemuria eran vastas tierras que, en una época remota de nuestro mundo, se hallaban unidas a África, cuna del ser humano, en el actual océano Indico.
Enclaves de Poder en el Altiplano,
En un viaje anterior a Puno, haciendo uso de un mapa y una brújula en la mismísima Puerta de Hayumarca, descubrimos que el umbral de roca apunta en línea recta a la Isla del Sol, cuna de leyendas y mitos sobre el origen del Imperio Inca. Acaso, ¿se trataba de un mensaje o coordenada?
No nos sorprendería, por cuanto este escenario andino ya tiene fama de agrupar diversos enclaves energéticos en líneas de fuerza y hasta en figuras geométricas.
Ya en 1977, la arqueóloga María Scholten de d'Ebneth, sacudió los cimientos de la academia al publicar por primera vez sus investigaciones sobre "La Ruta de Viracocha". En dicho estudio, la señora Scholten demostró que diversos puntos arqueológicos de Bolivia, Perú y Ecuador -lugares que las leyendas marcan como "zonas de paso" del dios instructor Tecsi Viracocha- estaban magistralmente alineados con el uso de la geometría, poniendo así sobre el tapete los verdaderos conocimientos científicos de las antiguas culturas andinas.
Esto resulta particularmente inquietante ya que lo primero que uno se pregunta es: ¿Entonces quién fue?


AL FINAL DEL SENDERO,
TODOS UNIDOS POR EL AMOR,

Hemos reservado este último artículo en la serie de informes que recogen el sentir y dan a la luz la existencia de la Gran Hermandad Blanca del Planeta a través de esta página WEB, para resumir el propósito final de esta Misión de contacto entre seres de otros mundos con nosotros. Para llevar a cabo dicho propósito, incluimos dos extractos, uno de los Guías del firmamento, y otro, de Ricardo González, quien afirma haber sido contactado por los Maestros Intraterrestres.
Para eso, qué mejor empezar dándole paso a nuestros Hermanos mayores, para que con sus propias palabras expresen diáfanamente el mensaje ulterior que revela en su contenido una luz de esperanza, de un nuevo amanecer que, al compás del canto de los pájaros, de la melodía del vaivén de los árboles y del cobijo del llevar de un riachuelo, ilumina los corazones de los Hombres en un resplandecer pletórico de Amor.
Palabras de aliento del Guía Oxalc
Un largo camino
"El contacto con la Hermandad Blanca es vital pues es un encuentro cósmico que se logra a través de ustedes, luego de un tiempo de aislamiento. Sí, la Tierra y los que viven en ella estaban alejados de la Jerarquía Galáctica, por cuanto el planeta debió ser aislado para impedir la contaminación y fuga de entidades negativas que fueron depositadas en el planeta, con la responsabilidad de redimirse y ayudarlos a evolucionar, pero finalmente hicieron éstas todo lo contrario. Han venido asechando al Hombre tratando de llevarlo hacia la autodestrucción, para así liberarse. Pero en la medida en que el ser humano adquiera conciencia de sus potencialidades, y en la medida en que en él se produzca una definición hacia la luz, las posibilidades de influencia y manipulación se reducen.
"El contacto con la Hermandad Blanca de la Tierra se logra después que se dio el acercamiento con la Hermandad Blanca Cósmica por medio de los Veinticuatro Ancianos. Este contacto previo era necesario para recibir la responsabilidad de ser justos depositarios de la llave del conocimiento oculto, que hoy se hace manifiesto. Y para que ello suceda se requiere el que demuestren humildad, valor, caridad, desprendimiento y fe, y así, cumplir con los objetivos de llegar a entrar en comunicación con la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores y posteriormente, tener un contacto directo con ellos para poder recibir el Libro de los de las Vestiduras Blancas, que no es otra cosa que los Anales Ocultos de la Historia Planetaria de la Tierra.
"Los emisarios de la Hermandad Blanca estarán a vuestro lado cada día más cerca, supervisando vuestros andares. Déjense guíar por la luz del corazón del corazón; vibren en sintonía con la misión y serán portadores y representantes por excelencia del Plan".
A pesar de todo
Confianza suprema de la Guía Anitac
"Alégrense porque en vuestro mundo se están dando las condiciones favorables para que el nivel vibracional se vaya acercando a la cuarta dimensión de conciencia. Ustedes con su esfuerzo personal y grupal están haciendo posible que la ayuda se dé como estaba establecido en el Plan Cósmico, por una parte de la Hermandad Blanca de la Estrella y por otro de la Hermandad Blanca de la Tierra, que juntas con los obreros de la obra representados por vosotros, servidores de la luz, se está logrando concretar lo positivo que estaba escrito para que se cumpliera en los tiempos del cambio en este planeta de experimentación y, a la vez, se están escribiendo muchas nuevas cosas cargadas de esperanza, que harán que muy pronto vuestro mundo se sume a los planetas de la Confederación para formar parte de la ayuda a otros mundos".
Del libro "Una puerta hacia las Estrellas" de Sixto Paz Wells
Para mayor información sobre éste y otros libros de interés sobre la Misión,
por favor, regrese a la página principal MisiónRahma.com y haga click en Rahma-Perú.
El nuevo día del Anrrom,
...y sonó la Gran Campana.
El hombre como protagonista del cambio, de este despertar supremo en conjunción con el orden del Cosmos, es esperado por nuestros Hermanos del espacio y del Gobierno Positivo Intraterreno para que asuma responsablemente con su papel de convertirse en el próximo miembro activo de la Hermandad Blanca. Ricardo González en su libro "Los Maestros del Paititi", lo expresa así.
"Y llegará aquel día donde el ser humano comprenderá su misión y su lugar en el Universo. Para comprender ello, es necesaro conocer la visión de los Maestros sobre la vida y, en especial, sobre Dios mismo. Ellos no separan al Creador de su creación, sino que la creación es parte de la misma manifestación del Profundo. Tampoco conciben un final para el mundo, los Maestros hablan de cambios cíclicos, y que en cierta medida obedecen a lo que la misma humanidad ha sembrado. Los Maestros afirman la existencia de un solo Dios, y aseguran que en un futuro los seres humanos superaremos nuestras diferencias e interpretaciones de la Creación.
"Ahora, aquellas palabras del Maestro Jesús, cobran mayor fuerza: 'Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es...' Nosotros creemos que llegará ese día, en donde los hombres se conciliarán en el mismo punto de luz. Ello implica descubrir y comprender nuestra propia humanidad interior por cuanto esta Misión halla su cimiento en el desarrollo personal.
"Las diferencias serán superadas por la poderosa fuerza del Amor, que unirá e integrará a todos los seres que se hallan ubicados en el mismo sendero. El Plan Cósmico comenzaría a cumplirse y el día de la 'Gran Claridad' retronaría en todos los rincones de la Tierra, anunciando el amanecer de aquel Nuevo Día".
Al final del sendero, todos unidos por el Amor, iniciaremos un peregrinaje eterno de ayuda y servicio a nuestros hermanos de los mundos de los cielos, y así, lo que ahora nos parece el final, no será más que el comienzo del retorno del orden absoluto en la Creación y del triunfo de la Luz sobre las tinieblas de la arrogancia. Para ello están hoy con nosotros, los Maestros de la Gran Hermandad Blanca, para guíarnos por el derrotero hacia el final del sendero.