miércoles, 25 de marzo de 2015
CONCLUSIONES DEL VIAJE AL CORAZÓN DE PAITITI - por Sixto Paz
CONCLUSIONES DEL VIAJE AL CORAZÓN DE PAITITI - por Sixto Paz
“Hay una vibración en cada lugar sagrado u objeto, que se almacenó y que pertenecía a sus autores. Debemos alcanzarla para que la información se libere. Esta vibración almacenada se relaciona con nuestra memoria. Al activarla se libera la información necesaria .Va más allá de la parte histórica de los lugares. Es mas profundo ya que es un estado de conciencia en un tiempo y espacio determinado que se almacenó en dicho lugar u objeto. El contacto físico gatilla el recuerdo. Cuando se accede a estos lugares fuera de nuestro tiempo limitado es posible activar el engranaje de la maquinaria que permitirá esta reactivación.
Sentí que los distintos templos, lugares u objetos sagrados del planeta se conectaban entre sí por un “algo” en común que los unía a través de sus constructores, “algo” que estaba en su interior, que se había grabado en su estructura física de alguna forma. Debemos acceder a ese “algo”.
Cada energía almacenada en estos lugares posee una vibración de sonido que al unirse con la de los otros lugares, produce un coro, que al emitirse provocaría ciertos efectos.
Por más que se estudie algún lugar, si nuestros corazones no se abren al nivel de conciencia que existió en ese lugar, el acceso verdadero permanecerá cerrado. Debemos sutilizarnos previamente, antes de acceder, para que la conexión real se de. Existe una relación entre los lugares aunque estos pertenezcan a distintas épocas de la historia.
Es como buscar la combinación exacta en la clave de un candado con muchas combinaciones. Al encontrarla, el candado se abre”.
(Relato de un sueño de Andrea Palma de Chile del 19 de Marzo del 2004).
Si tuviéramos que definir resumiendo las conclusiones del reciente viaje al Paititi de Agosto del 2005, señalaría que en él se cumplieron los cinco objetivos de la Misión que fueron expuestos en la comunicación del guía Sordaz en los comienzos del contacto.
Lo primero, es que la sola organización del mismo y la participación general desde un inicio, solidaria y activa de los grupos del mundo, crearon comunidad. Fue éste viaje como ningún otro, un motivo inspirador, un símbolo para todos de integración, unidad y solidaridad en torno a un objetivo común.
La claridad y contundencia de las comunicaciones que se fueron recibiendo desde el 12 de Diciembre del 2004 en adelante, marcaron un hito. Estos mensajes fueron siendo confirmados con sendos avistamientos y situaciones especiales. Y por su inmediata difusión, así como por la calidad de contenido, llevaron a una instantánea identificación de los grupos con su información esclarecedora, que anunciaba también otras actividades tan trascendentales como fue el exitoso y contundentemente apoyado encuentro de Agosto en Huaypo y Moray (Cusco, Perú).
Los mensajes como debe ser siempre, coincidieron complementándose, apuntando en una misma dirección a pesar de que fueron recibidos en distintos países y lugares, siendo siempre bien asimilados por cuanto el sentir general era que aquello era lo que se estaba esperando.
Esta comunidad mental y espiritual fue capaz de lograr con eficiencia las condiciones materiales para la realización de la tarea encomendada por los guías.
El Encuentro de Cusco, así como el viaje al Paititi nos fortalecieron espiritualmente, permitiéndonos vivir común unidad en comunidad, recordándonos la naturaleza esencial de nuestro contacto, el cual consiste en una aventura de crecimiento y aprendizaje espiritual, tanto en nosotros, como en ellos, los extraterrestres.
La aventura del Paititi fue una demostración a la manera de cada uno, de entrega, sacrificio, y desapego. Tanto de los que en representación de todos participaron con su presencia física en el lugar, como de los que a la distancia acompañaron mental y espiritualmente. No fue nada fácil y sin embargo respondieron todos a la altura de las expectativas. Los que se quedaron en el muro de Pusharo debieron enfrentar la incertidumbre y el tedio, soportando altas temperaturas, mientras que los que cruzaron arriesgándose a otra clase de peligros, debieron asumir un esfuerzo sobrehumano para ir y volver con el peso de sus mochilas, sin mayor orientación que su fe y su corazón.
Los mensajes y las actividades desplegadas desde fines del 2004, nos estaban preparando para enfrentar de la mejor manera los acontecimientos mundiales, dándonos el conocimiento anticipado de los sucesos, la comprensión del significado de los mismos, y del rol que nos toca actuar activando nuestros potenciales. Estamos siendo preparados para enfrentar la gran catástrofe o catastro de fe, que es la verdadera gran prueba que nos remecerá por dentro cuando nuestras creencias y convicciones sean puestas a prueba.
Vemos las impresionantes e increíbles catástrofes naturales que diariamente se van produciendo en nuestro mundo, y los hechos y situaciones más inverosímiles, así como los escándalos políticos y sociales más bochornosos, en donde la corrupción se muestra de la manera más descarada e impune mostrándonos una sociedad en decadencia. Cada día, cientos de miles de personas en el mundo pierden sus puestos de trabajo, otros ni siquiera encuentran uno, suben los combustibles, se inventan guerras, se incrementa la impunidad delincuencial y el panorama a través de los medios de comunicación procura con complicidad, hacer más terrible el horizonte como para contagiar el pesimismo, legitimar el genocidio, promover la inmoralidad y el establecimiento de una sociedad policíaca basada en el temor y la total represión hacia los buenos ciudadanos.
Pero todo esto estaba previsto. Se nos había anunciado que éste sería el panorama al final de la Cuenta Regresiva , previo al Gran parto Planetario, por lo que no debemos temer, sino más bien fortalecer nuestra convicción de que no estamos solos, que en nosotros hay un poder de acción inimaginable, y que no seremos probados más allá de nuestra fuerzas.
Volviendo al viaje, éste significó la ratificación de la realidad del contacto así como de la conexión tan especial, profunda y mágica que existe con la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores. Nos permitió éste increíble periplo, descubrir la triste realidad de retiros abandonados, de ciudades deshabitadas producto del desaliento y de la pérdida de objetivos. Pero a la vez nos permitió verificar qué es realmente lo que se espera de todos y de cada uno de nosotros. La clave era perseverar hasta el final, y abrirnos a un conocimiento que si bien es un gran peso por su naturaleza decepcionante con relación al comportamiento de los visitantes, también retrata la gran expectativa que pesa sobre la humanidad.
Este viaje nos ha permitido recibir información complementaria a todo lo que se recibió antes, pero como siempre debió ser, en grupo y colectivamente, pudiéndola verificar entre todos simultáneamente.
Nuestra Misión llamada Rama o Rahma, consiste en alcanzar un contacto interior y exterior , lo cual se expresa en ser soles en la Tierra .Y sólo lo podremos lograr cuando orientemos todo nuestro esfuerzo hacia nuestro crecimiento personal, para tener siempre más para dar y compartir. El camino espiritual es personal e intransferible, pero sólo puede vivenciarse en relación solidaria, compasiva y desinteresada por los demás. El concepto que engloba todo esto es el verdadero amor, algo que es fácil de decir y tan difícil de vivir, y que los Hermanos del Cosmos una vez hace millones de años presintieron que podían aprender a través de la humanidad de la Tierra.
En éste viaje como ya lo expresé en el informe, me extrañó no haber visto a Alberto Guamaní, el Altomisayo de los Keros, que debió de haber aparecido entre Aguaroa y Pusharo, como ocurrió en el viaje de 1990. Pero con el paso del tiempo he comprendido el por qué de ello. Aunque no es importante que ahora lo diga. Además, por iniciativa de Maribel y Carlos, ellos llevaron a un anciano Kero al hotel antes que se iniciara el viaje, para que hiciera una ceremonia de limpieza, bendición y protección del grupo durante la travesía. Ellos lo encontraron cuando cruzábamos la calle rumbo a la catedral del Cusco. El encuentro fue muy extraño y coincidente, porque no es frecuente verles a estos maestros andinos en la ciudad.
Cuando lo de la ceremonia, recordé hace quince años atrás cuando alguien le consultó al singular maestro Kero en la selva, si él podía acompañarnos a cruzar el Cañón. El nos respondió que para ello tendría que prepararse, para lo cual debía de consumir plantas de uso tradicional chamánico (alucinógenos). Esto naturalmente es parte de las costumbres ancestrales, pero a la vez, para nosotros, una contradicción a la enseñanza que hemos recibido del cielo que recomienda el no usar éstas plantas (el Peyote, la Ayahuasca , el cactus San Pedro, el Yaje, Coca, etc.), por cuanto constituyen atajos en el crecimiento espiritual, que si bien potencian nuestra percepción extrasensorial, nos bloquean la posibilidad de desarrollar ese mismo potencial de manera natural y correcta. Y como todas las drogas, estas son perjudiciales porque traen consigo dependencia y la destrucción de las neuronas del cerebro que son irremplazables, iniciándose un proceso irreversible de muerte. Sabemos que los alucinógenos rasgan los velos astrales exponiéndonos al ataque de bajos astrales y todo tipo de entidades. También, como parte de la historia develada del Plan Cósmico, la humanidad Lemuriana siempre afectada por la inadecuada influencia de Gadreel, uno de los siete sembradores de Vida que llegaron en la nave laboratorio “Edén”, y que fuera deportado al planeta, siguió consumiendo como parte de su tradición éstas plantas para ampliar el campo de visión interna y también, como una medida de protección. Y por esa y otras razones se frustró en el pasado la posible conexión anticipada con el Real Tiempo.
Y para qué habría que utilizarse los alucinógenos, si a través de la meditación y de la interiorización podríamos conseguir el mismo efecto sin consecuencias funestas. Además, en el mapa del Paititi del siglo XVII confeccionado por misioneros jesuitas que penetraron en la zona, decía claramente: “Aquí puede verse sin atajos el color del canto de los pájaros invisibles”…y esos atajos también vendrían a ser estos alucinógenos que no debían ser usados, como tampoco todo aquello que crea dependencia y nos resta la fuerza de caminar sobre nuestros propios pies.
Durante el viaje también vimos cómo en el muro de Pusharo aparecía contenido la historia de la Tierra , y como algunos petroglifos eran puertas hacia otra realidad. Y que algunos símbolos que allí se encontraban, se repetían en el Disco Solar de Paititi
Sabíamos que en el Paititi, como en muchos otros lugares y retiros de la Hermandad Blanca , se encuentran unos cristales verdes que retienen de alguna manera a los llamados ángeles caídos o entidades deportadas en nuestro planeta. Estos objetos habían sido ubicados por seguridad fuera de su alcance. Pero no es que estos cristales los tengan a estos seres encerrados en su interior, sino que estos cristales provenientes de Venus guardan un conocimiento grabado dentro, y esto es suficiente como para que los deportados no puedan irse por temor a que la humanidad acceda al contenido, perdiendo su capacidad de influenciarnos.
El ir al encuentro de ésta realidad nos llevaba primero a aceptar y comprender que vivimos en diferentes dimensiones al mismo tiempo, por lo que las experiencias suelen ser diversas, y en distintos niveles o planos. Lo segundo era sentir que la clave esta en el recuerdo, y tercero, que la llave es la resonancia del amor, combinada con los sentimientos más puros y elevados, además del sonido y el poder del pensamiento bien orientado y aplicado. Esta vibración llega a activar la memoria perdida, que es también nuestra genética estelar.
Finalmente, con el trabajo de todos con el disco solar del Paititi se activó, conectó y alineó los otros doce discos, dejando el camino expedito a los retiros que aún no han sido visitados. La activación de todos y su alineamiento crean un cristal energético que concentra una energía portadora que proyecta al planeta y a la humanidad hacia la reconexión con el Portal dimensional que se encuentra entre las Lunas de Júpiter.
Este viaje fue así un homenaje a la solidaridad y al compañerismo, a la entrega y al amor; un canto poético a la esperanza y una señal de lo que la unidad e integración frente a un propósito trascendente puede lograr. Por ello nuestra gratitud a todos aquellos que han hecho de su vida “poesía”, y que con la madurez y crecimiento espiritual han aprendido a hablar y actuar con el lenguaje del corazón.
¡Gracias a todos por haberlo hecho posible y por ser verdaderos soles en la Tierra !…
CANCION HACIA EL CORAZON DEL CORAZON
Esta canción fue compuesta a iniciativa de nuestro hermano Pancho Sosa, y con la ayuda y colaboración dinámica de los siete compañeros que cruzamos el Cañón hacia el Paititi. Esta incompleta porque no recuerdo bien las estrofas.
CORO
Hacia ti montaña santa,
Hacia ti tierras del Paititi.
Peregrinos, caminantes
Vamos hacia ti.
ESTROFAS
Llegamos a las tierras
De tribus machiguengas,
Nos abrieron la trocha,
También el corazón.
SIXTO PAZ