miércoles, 27 de octubre de 2010

EL ENCUENTRO CON LA DAMA DE LUZ - La ruta hacia el Paititi es un camino sin camino



EL ENCUENTRO CON LA DAMA DE LUZ




“La ruta hacia el Paititi es un camino sin camino.

Vas contra la corriente todo el tiempo, como cuando en esta vida
procuras ser espiritual en un mundo materialista.
Frente a la diversidad de obstáculos y tropiezos,
el peligro esta en perder la concentración y en no estar en paz
y en armonía con uno mismo y con la naturaleza.”

En la meditación de la quebrada de la Cascada, pude percibir claramente que el holocausto Inca se fue gestando por acción de aquella fuerza oscura deseosa de castigar a una civilización por haber puesto al alcance de la gente el cristal verde del conocimiento, el mismo que revelaba las debilidades y errores extraterrestres en su contacto con la humanidad, mostrándolos en su justa dimensión. Los dioses perdían su condición sobrenatural y todopoderosa para aparecer como entidades muy humanas y llena de falencias.

Percibía en el lugar la presencia de un cristal verde que es algo que se menciona en muchas civilizaciones antiguas , a manera de un elemento activador de recuerdos. Y que no sería uno, sino muchos de estos cristales. Entre los conocidos estaría la gigantesca esmeralda (“Umiña) que la princesa Quilago de Quito entregara a Huayna Cápac como regalo de bodas, otro sería la piedra verde que cayó de la frente de Lug a la Tierra en las leyendas celtas . Quizás uno de los más conocidos cristales verdes son las Tablas Esmeralda de Thot el Atlante, y finalmente habría habido una piedra similar guardiana de entidades en la isla de Pascua . Veía en ese momento frente a aquella hermosa la caída de agua que esa pieza que llegó a manos de los incas completó informaciones que no convenían a aquellos seres deportados (ángeles caídos), por lo que no podían permitir que la humanidad manejara informaciones tan comprometedoras para ellos y liberadoras para nosotros.

Ya en los tiempos de Tùpac Tupanqui con los viajes a occidente y oriente se conectó con los cristales verdes de Pascua y los del Pantiacolla, eso dio mucho poder que fue usado finalmente en contra de quienes lo podían liberar.

Aquel día del ayuno, después de la tormenta y camino a la Cascada Lague, Cristian y Patries ascendieron la colina produciéndose de pronto una lluvia de hojas amarillas de los árboles, acompañada de un fuerte brisa que los envolvió. Cristian conmovido sintió que el tiempo se detenía, y que la dama de luz, presente en el lugar a través de las manifestaciones de la naturaleza les decía:

“¡Bienvenidos hijos de la luz! ¡Vuelvan a su mundo después de éste viaje con el corazón abierto y hablen… !

Sepan que ahora ustedes vuelven con el poder de hacer y desear…”

Día 15 de Agosto salimos a las 7 a.m. de la zona de la quebrada de la Cascada para seguir camino hacia Paititi. Nos habíamos levantado muy temprano por lo que rápidamente desarmamos el campamento y emprendimos la ruta en dirección hacia el segundo cañón llamado “Del Temple”, porque realmente lo templa a uno. Aquel paso entre montañas es mucho más peligroso que el Mecanto, aunque no es tan largo. Los grandes bloques de piedra caídos en el cauce del río Siskibenia estrechan la vía del agua dándole más violencia y fuerza, creando con ello violentos rápidos y remolinos. Varios fueron los del grupo que cruzando el río en esa parte cayeron al agua para luego levantarse completamente mojados y golpeados.

En todo el camino se multiplicaron por doquier las piedras en forma de corazón, de todos los tamaños y colores, escapando a todo índice de probabilidades. Y las formas de corazones aparecían hasta en los hongos adosados en los troncos de los árboles asi como en las hojas de los mismos . ¡Era increíble y mágico! Era un incesante mensaje de amor y todo lo que ello conlleva.

Fueron interminables horas avanzando por las orillas del río siempre que estas presentaran una playa para caminarlas, pero a veces ya no había orilla ni a un lado ni a otro, por lo que había que internarse en la selva, para lo cual Miguel y Calixto eran expertos guiándonos en la penumbra de la jungla. En el interior de la maleza más de una vez nos tropezábamos con las enredaderas o con los troncos caídos cayendo pesadamente entre las hojas secas que podían esconder puntiagudas estacas, nidos de hormigas o serpientes. Poco a poco nuestra ropa se iba rasgando con las ramas de los árboles y con las espinas que se multiplicaban por doquier, además de irse manchando con el musgo de los árboles y de las piedras. Los zapatos abiertos y cortados terminaban de darnos a todos un patético aspecto de náufragos abandonados.

En las grandes rocas se veía la arena con sus ondas petrificadas en los bloques fracturados y colocados en forma desordenada, señal inequívoca de la violencia de los cambios geológicos en la zona. Al lado del río había un árbol inmenso muy especial que extendía sus gruesas ramas hacia el agua como abrazando el curso de agua.

Aquel día después de mucho caminar llegamos a la zona de Paititi, pudiendo observar a la distancia, cómo se dibujada la silueta del gigantesco rostro de la montaña. Era la montaña del rostro que asemeja el perfil de una estatua de la Isla de Pascua (Moai), lo que recuerda como dije antes y lo reitero, que fue en tiempos del Inca Túpac Yupanqui que se llegó a la meseta del Pantiacolla y a la Isla de Pascua.

Llegamos a la zona propiamente del Paititi sobre las 2 p.m. , también llamada de “Los Altares”, porque fue en ese lugar que Francisco en el año 2005 hizo el descubrimiento de dos gigantescas piedras altares incas de un color chocolate. Una de las cuales, vista de lado era un perfecto rostro indígena. Allí habíamos hallado también hace cinco años atrás un tramo de unos veinte metros de un camino inca bien dispuesto, asi como una gran maqueta de las montañas circundantes.

Fue para mí tremendamente desconcertante al llegar al lugar y contemplar los estragos producidos por las lluvias torrenciales e inundaciones de comienzos de año. Se veía que se había producido un aluvión que devasto la zona cubriendo las evidencias de la presencia Inca. Encontramos solo una de las piedras altar removida de su ubicación y el río dividido nuevamente en tres brazos, uno de ellos pegado a la montaña . Por todos lados se veían derrumbes y grandes piedras arrastradas. Ante la ausencia de playas elevadas de arena, hubo que establecer nuestro campamento en una isla formada entre el río principal y el brazo lateral derecho. Miguel y Calixto se encargaron de abrir un espacio de unos 20 metros cuadrados, desmalezando todo a su alrededor, apareciendo con ello multitud de insectos. Por descuido mío no había envuelto en mis medias la parte baja de mis pantalones, por lo que una araña más o menos grande entró sin darme yo cuenta por debajo de mi pantalón subiéndose rápidamente por la pierna, reaccionando instintivamente matándola dentro de mi ropa y en contacto con mi cuerpo, dejando una desagradable y viscosa gran mancha húmeda.

Comentaron nuestros guías indígenas que no estábamos solos, que teníamos compañía. Siempre por delante nuestro iban al parecer: dos hombres y una mujer “no contactados”, de origen machiguenga, pero primitivos, que iban dejando indicios de su presencia cazando y haciendo campamentos con fogatas.

Establecido nuestro campamento en un lugar lo más seguro frente a cualquier posible crecida del río, el grupo aprovechó para organizarse armando las carpas, lavando la ropa, tendiéndola y dándonos un refrescante baño en el río. Mientras hacíamos esto , a unos veinte metros del campamento se produjeron varios flashes de luz, concentrándose una energía que formó como un domo, que percibimos como un xendra (portal dimensional). Comentándolo con los compañeros como para tener varios testigos del hecho, me acerqué hacia aquella luminosidad . Aquí se produjo el primer contacto con la Dama de Luz, de quien percibí al entrar en el xendra que me decía:

-¡Tráemelos!

Me giré y fui en busca de los demás , avanzando primero con dos de los compañeros hacia la luz , mantralizando de manera ininterrumpida el mantram del disco solar AM-ON. Hugo y Jaime que habían sido los primeros en acompañarme, quedaron como envueltos en una esfera de luz , que se podía apreciar a la distancia y también se apreció un tubo de luz que descendía en ese sitio.

Con semejante presencia y energías , recepcionamos el siguiente mensaje:

Comunicación: 15.08.10
Lugar. Quebrada del Paititi
Antena: Tell-Elam


Preguntas:

¿Nos podrían dar el nombre y la clave musical del disco solar que se encuentra en el lugar llamado la Nevera en Rep. Dominicana?
¿Cuántos días debemos permanecer aquí y qué trabajos debemos realizar?
¿Qué debemos esperar de éste lugar?¿Cuáles son los pasos siguientes?
¿Qué nos pueden decir de la posibilidad de un contacto físico en éste lugar y momento?
¿Nos pueden precisar la ubicación de todos los discos solares?
¿Pueden darnos alguna confirmación con avistamientos en esta etapa del viaje?
¿Qué nos pueden decir del Encuentro Mundial para la Argentina del 2011?
¿Nos pueden dar pautas para los grupos del Ecuador?
¿Qué nos pueden adelantar de los posibles acontecimientos mundiales cercanos?
¿Qué nos pueden decir sobre la entrega del Libro de los de las Vestiduras Blancas?

Sí Oxalc, cerca de uds y con la presencia del Maestro Joaquín, uno de los Guardianes de los Retiros y miembro del Consejo de los Doce Menores de Morlen.

Amados hijos de la luz en el amor, ustedes tendrán de ahora en adelante acceso continuo al libro de las Vestiduras Blancas por cuanto han venido despertando conciencia y han crecido en el amor. Estos días en el Paititi les han significado recogimiento y purificación por el esfuerzo y el dolor en su caminar. Es simbólico pero a la vez es real. Todo esto les abrirá no solo los velos internos y la mente, sino el corazón en toda su dimensión .

Comentario:

El mapa del Paititi dice “aquí puede verse sin atajos”…Recordándonos la necesidad del esfuerzo y de la purificación que nos fue sensibilizando al máximo.

El que las puertas interdimensionales hayan sido removidas producto de la furia de los elementos , igual que el camino que habían ubicado es algo que les debe hacer entender que no están aquí en una expedición arqueológica sino de conexión interdimensional , en dónde todo es siempre como una primera vez y más de uno aquí podrá tener un contacto físico si se predisponen para ello , pero tendrán que enfrentar la prueba del extremo cansancio y esfuerzo físico al que están sometidos.

Comentario:

Era como una primera vez. El paisaje había cambiado completamente, de tal manera que debíamos romper todos los esquemas y preconceptos , abriéndonos a nuevas posibilidades. Tendríamos que estar atentos y sensibles para encontrar otra ruta a seguir.

Accedan al conocimiento entrando en contacto con él y con lo que significa. Esta en su ADN y a su alrededor en ésta tierra reservada por la Hermandad Blanca.

Todo esta vivo en vuestro mundo, no solo porque respira sino porque siente. No solo es importante saberlo. Nosotros lo sabemos pero hay que mantener los lazos dejando que la vida se manifieste a través de uds.

Comentario:

Se nos invitaba a una comunión con la naturaleza para lo cual debíamos reconciliarnos con ella, sentirla y dejar que se manifestara en nosotros. Parece fácil pero no lo es dejar de lado la mente para aperturarnos a un sin fin de nuevas posibilidades a través del sentir.

Cada uno de los discos solares como espejos interdimensionales se encuentran representados en el disco principal del Paititi, donde resuenan y vibran con el mismo mantram AM-ON. Y los nombres de los mismos están en relación con sus ubicaciones y no con una denominación especial. Son como pequeños corazones que deben mantenerse vibrantes que se complementan con el disco principal.

Comentario:

Asi como el disco de oro de Paititi, que simbolizaría el sol en la Tierra, tenía doce discos menores, allí en el viaje éramos trece personas que procedíamos de lugares en donde se encontraban algunos de dichos discos, por lo que teníamos que vibrar en unidad, sentimiento y sintonía.

Quédense hoy, mañana y pasado aquí en Paititi , y muy temprano , el cuarto día regrésense que serán siempre acompañados y guiados para que vuestro retorno sea más rápido y menos exigente. Así como en el viaje del año 2005 el tiempo de vuestro retorno no corresponderá al de vuestra venida , lo cual significará que siempre tendrán tiempo para actuar, corregir y modificar porque ahora tendrán el poder con ustedes para hacer y desear.

Comentario:

Aquí se nos precisaba el tiempo que tendríamos que permanecer en la zona, y lo que habría de hacerse y darse a continuación. Esto se cumplió tal cual a nuestro retorno, realizando las mismas distancias, con un peso similar , mayor cansancio y sin embargo en menos tiempo.

Hagan después un último trabajo en el muro de Pusharo cuando lleguen , sellando asi éste viaje y abriendo y abriéndose para que el portal les muestre el corazón y éste sea incorporado por los siete, y sea atestiguado por los seis, entendiendo lo que estos números significan: evolución sustentada por equilibrio y balance.

Comentario:

Este trabajo de los siete y de los seis (evolución y balance) fue reservado para el final, a nuestro regreso al muro de Pusharo. Habiéndonos predispuesto se produjo tal cual la incorporación en nosotros del corazón cristal del planeta, sintiendo que una energía extraordinaria salió del muro y nos atravesó integrándose en nosotros.

Ahora hagan caso y acepten la invitación de la Dama de Luz, Guardiana del lugar para ser evaluados y ábranse para que llegue hasta uds el conocimiento de la vida que ella les tiene reservado. Nada permanece sin cambios porque el cambio es evolución , y uds están cambiando con el viaje porque están descubriendo que no solo la misión los trajo aquí sino la vida misma, para comulgar con ella e identificarse con su espíritu para protegerla y salvaguardarla.

Comentario:

Estábamos allí para conectarnos con el espíritu planetario. Cada uno de los viajes anteriores nos había permitido llegar más allá, y recibir conocimiento e información, ahora se nos pedía vivenciarlo más en profundidad , abriéndonos a una experiencia diferente. Antes fue conocimiento, ahora era sentimiento en una comunión con la vida…


Ábranse al lugar y al momento, entonces verán con otros ojos seres y entidades de otros planos y dimensiones deseosos de hacerles llegar señales, mensajes, sentimientos y emociones. Estén atentos a todo porque todo les hablará.

Comentario:

Esto ocurrió tal como había sido advertido. Todo nos hablo y pudimos ver con otros ojos. El mensaje estaba a nuestro alrededor y simplemente había que estar atento y sensible.

Recuerden que están en el lugar de las posibilidades infinitas. Están preparados para todo ello, iniciarán a partir de ahora una cascada de transformaciones en sus vidas y en las vidas de todos aquellos a los que lleguen con el mensaje en vuestras palabras y sentimientos .

Comentario:

Aprovechamos el lugar para hacer todo lo que podíamos hacer por el planeta y la humanidad, sintiendo que siempre era más lo que se alcanzaba por el grado de sensibilización que estábamos alcanzando y el apoyo que sentíamos a la distancia a cada paso. Sabíamos que la comprensión llegaría con el paso de los días así como todas las respuestas.

Entraron concientemente y físicamente en otra dimensión manteniendo la conciencia de uno y otro plano, eso les permitirá de ahora en adelante mantenerse en esa simultaneidad.

Estén preparados para los contactos físicos que les harán ver cuan real y material puede llegar ha ser todo lo que creen y sienten . Predispónganse para todo lo que puede darse con ustedes de ahora en adelante.

Comentario:

Desde que uno llega a Pusharo, y luego cuando atraviesa el Mecanto percibe claramente como penetra en otras realidades, en un territorio controlado por fuerzas superiores (la Hermandad Blanca). Esta vez a pesar de lo duro del viaje tratamos de estar atentos y receptivos, en una permanente actitud de meditación. Entonces escuchamos, nos hablaron y dejamos fluir para saber cómo actuar y qué hacer.

Mañana y pasado miren al rostro de la montaña , verán algo especial cuando el sol lo ilumina. Con el rostro apareceremos y alli estaremos.

Comentario:

Mirando al rostro de la montaña temprano por la mañana este parecía con la luz del sol que se difuminaba. Es más, tratábamos de fotografiarlo y no salía. En algunas fotos salieron naves alrededor a pleno día.

Ya de regreso en Pusharo apareció en el cielo una nube reproduciendo exactamente el perfil de la montaña del Pantiacolla y de alli vino la nave que todos contemplamos. Venía del Mecanto y de la zona del Paititi, avanzando y deteniéndose como si se deslizara en el aire.

En la Argentina se procurará conseguir mayor unidad e integración para preservar aquella región del planeta, por ello durante el encuentro mundial conéctense con la Antártida y con las fuentes lemurianas . Los apoyaremos con nuestra presencia.

Comentario:

Los guias nos invitan a un encuentro mundial de contacto en Argentina, en la región de Ushuaia para el 2011, en donde tendríamos acceso a una información completa de la Lemuria.

Los discos solares están diseminados por el planeta y están siendo activados desde vuestro interior . El trabajo en ellos y con ellos tiene que hacerse libre de todo nacionalismo . En el viaje anterior del 2005 a este mismo lugar les orientamos sobre la ubicación de los mismos en el mundo. En otros mensajes y experiencias los grupos han recibido o contactado con el resto de ellos.

Comentario:

La activación planetaria es un compromiso de todos percibiendo nuestro mundo como una unidad, sin dividirla ni fragmentarla.

En Ecuador trabajen activando la magia del cambio, para que todo cambie realmente para bien y salgan a la luz todo lo que debe ser despertado y activado alli. Y no se desmoralicen porque se cierren puertas porque ellas esperan de uds voluntad y confianza para trasponerlas.

Comentario:

Los recientes acontecimientos a finales de Setiembre en el Ecuador parecieran confirmar este parte del mensaje.

Realmente con vuestra presencia aquí en Paititi se cierra una etapa. Ábranse a recibir el Libro de las Vestiduras Blancas abriendo sus mentes y corazones por que más que una historia o una profecía , es una revelación que se ha ido complementando con la que han de conectarse en cuarta dimensión. En ella esta la historia del Plan Cósmico, pero una historia que nos involucra a todos. Son pues muchas las revelaciones que se os tienen reservadas , antes de que todo cambié vertiginosamente. Y este mes y este viaje son claves para ello.

Comentario:

Este viaje fue por demás revelador porque nos mostraba cuan necesarios y útiles somos para los Hermanos Mayores, en cuanto a esperanza y a renacimiento. Ellos queriendo controlar todo en sus vidas y planetas, no solo perdieron la conexión con su espíritu planetario, sino que lo fueron matando hasta quedar ellos mismos muertos en vida. Por tanto, qué importante es nuestro mundo dentro del Plan Cósmico, por cuanto aquí aún la vida busca y puede comunicarse con la vida a múltiples niveles.

Con amor Oxalc.

“Corazones humildes,
Espíritus osados de poetas y aventureros,
hablando con el lenguaje del corazón.
Aquel lenguaje que sólo entiende el alma,
viviendo y enseñando la riqueza trascendente
del sentimiento que los une con el alma planetaria,
atreviéndose a llegar, cruzar, sentir, ver, encontrar y volver diferentes”.

(Joaquin)

Comentario:

Ciertamente volvimos diferentes , necesitados de silencio , pero a la vez paradójicamente de compartir un sentimiento superior y una gran responsabilidad. Este viaje nos hizo vencernos y superar límites, haciéndonos entender que una actitud positiva con mística puede superarlo todo, y que si los seres humanos nos unimos en un mismo propósito aunque éste sea inicialmente incomprensible, podemos lograr resultados trascendentales para todos en bien del planeta y de la humanidad.

Aquella noche nos acomodamos en las tiendas de campaña lo mejor posible para dormir . Por lo estrecho del claro del bosque que había sido despejado para el campamento, las carpas se encontraban ubicadas muy juntas una con la otra, de tal manera que a través de las paredes podías tocar al vecino. Estábamos agotados debido al excesivo cansancio provocado por la carga en nuestras espaldas, la caminata, los continuos cruces de río y el esfuerzo de concentración, de tal manera que todos nos acostamos casi al mismo tiempo.

Miguel el Huachipare le había comentado a Hugo, algo que él no nos había comentado a los demás: “A Sixto vienen a buscarlo”…

Estaba a punto de dormirme cuando de pronto escuché el ruido como un fuerte viento que movía la copa de los árboles con sus hojas. Luego ese susurro se convirtió como en la voz de una mujer muy definida que me llamaba. Quise incorporarme en la bolsa de dormir y atender dicha llamada, pero ni bien lo intenté, el cansancio excesivo me ganó y caía hacia atrás pesadamente, quedándome inmediatamente profundamente dormido. Sin embargo sentí claramente que algo salió de mi pecho, viéndome a mi mismo fuera de la tienda acercándome hacia la orilla del río encontrándome allí con un ser luminoso femenino bastante alto que me tomó de la mano y me condujo caminando sobre el agua del río hacia la jungla, hacia una gran gruta que se fue iluminando y en donde pude ver y tocar el “Libro de Los de las Vestiduras Blancas”, comprendiendo que en su primera lámina de metal decía: “El Libro de los que despertaron conciencia y amaron con el corazón”, y que este libro no sólo era el registro del Plan Cósmico aquí en la Tierra, sino que incluía la vida en los planetas de origen de los extraterrestres involucrados en nuestra historia, y como esos procesos se habían ligado desde un principio entre si.

El tercer día llegaría a recordar lo que viví , sentí y me dijeron esa noche.

La Dama de Luz me hizo colocar una mano en el libro y otra en su pecho a la altura de su corazón sintiendo y entendiendo cómo las civilizaciones extraterrestres altamente desarrolladas, en su afán de controlarlo y dominarlo todo fueron llegando a crear hermosos paraísos sin alma, por cuanto al ir dejando de lado los sentimientos y las emociones, fueron perdiendo el contacto con su espíritu planetario a tal punto que este desapareció totalmente, produciéndose como una desaparición (muerte simbólica) de esa energía. Y que ahora que nos acercamos a la reconexión de los tiempos, los extraterrestres en contacto con nosotros, necesitaban que encarnáramos ese espíritu planetario, viviendo una profunda reconexión con el corazón cristal de la madre Tierra, para que asi a través nuestro pudieran vivirlo y sentirlo ellos en toda su dimensión.

Ciertamente a través de los pueblos indígenas ligados con la Tierra ya esta conexión existe y se mantiene a duras penas , pero los visitantes necesitaban que nosotros que aún no lo hemos terminado de perder del todo, nos abriéramos a recuperarla para ellos poderlo recuperar también. Se procuraba entonces una conexión con la esencia de la vida, más allá de lo intelectual y racional, una experiencia profunda de compenetración con la Divinidad en medio de la naturaleza más salvaje, en donde nos uniéramos con el espíritu planetario y fuéramos uno con el, llegando ha ser él en nosotros.

En la visión tenía la imagen de cantidad de esferas de colores que se elevaban desde el suelo del bosque , y se alzaban por ambos lados de mi cuerpo, mutando hasta convertirse en rostros corazón que pasaban rozándome como si lo besaran y en ese suave contacto extrajeran algo de mi, pero no dejándome sin algo o quitándomelo, sino como compartiendo.

Cuando me desperté por la mañana recordaba parte de esta extraordinaria experiencia, y sentía la necesidad de compartirlo con los demás. Grande fue mi sorpresa cuando Nimer, compañero en la tienda de campaña me confirmó que me había visto salir físicamente de la tienda abriendo el cierre de la puerta. El se desconcertó cuando le dije que no lo había hecho. Luego Hugo que estaba en la tienda de al lado confirmó también que me escucho salir y hablar en la orilla del río con alguien. Lo curioso es que tanto Nimer como los demás compañeros queriendo salir de las tiendas y acompañarme, les paso lo mismo que a mi, cayendo inexplicablemente y sin poderlo controlar en un profundo sueño.

El día 16 amanecimos todos muy temprano bien descansados y aprovechamos para hacer los comentarios de nuestros sueños, y allí fue que mencioné lo que me había pasado en la noche. Entonces surgieron los comentarios de los demás, que decían que estaban convencidos de que yo realmente de forma física había salido de mi carpa porque me habían sentido y escuchado.

Luego de un desayuno frugal conversamos con nuestros guías indígenas sobre nuestra pretensión de ingresar en el corazón mismo de la selva y alcanzar a como diera lugar la montaña del rostro. Ellos nos indicaron que si íbamos a continuar avanzando lo hiciéramos siguiendo el lado derecho del río, pero que ya no se ofrecían a acompañarnos más allá porque sentían que no les correspondía. Se les veía que estaban realmente intimidados por algo del lugar que no lograban entender .

Quien se puso al frente de la expedición fue Cristian, y los demás le seguimos llegando a encontrar él como a unos quinientos metros del campamento, una hermosa piedra grande tallada de forma triangular, con otro triángulo en su interior en altorrelieve. Se veía claramente que aquella piedra era trabajada y que funcionaba como un marcador señalando una dirección que terminó llevándonos hacia una cascada. Previamente aprovechamos que nos encontrábamos bajo la montaña del rostro para tomarnos fotos allí, pero el rostro extrañamente aparecía y desaparecía por la brillantez de la luz del día.

Cristian que iba por delante ubicó la caída de agua brotando de la selva y nos motivó a continuación a todos a subir por entre las rocas hacia la parte alta. No terminó de sugerirlo cuando las damas presentes ya se habían encaramado en el lugar e iban presurosamente por delante de todos nosotros. Fue inexplicable esta necesidad compulsiva de las damas del grupo de ir casi corriendo hacia la selva, trepando por la caída de agua. Todas a excepción de Argenis, quien sintió hacer una mesa de ofrendas a la madre Tierra y pedir permiso en nombre de todos, protegiendo al grupo que estaba subiendo. Quien se quedó a acompañarla apoyando fue Johnny.

En la medida que íbamos ascendiendo la colina siguiendo el curso de agua, empezaron a asomar las evidencias de un pasado glorioso y ancestral. A diestra y siniestra se podían observar las piedras trabajadas con ángulos rectos en restos de muros y escaleras de estilo inca con bloques de fina textura. Y en la medida que el grupo se adentraba en el monte, el ambiente se transformaba dando la sensación de que estábamos ingresando en un gran templo espiritual, santuario del agua y de las energías de la naturaleza.

Realmente avanzamos mucho y muy rápido sin temor alguno, muy sensibilizados como si hubiésemos vuelto a un lugar conocido y acogedor. Se percibía que aquel lugar era un punto energético de sanación planetario, donde todo se veía potenciado. Caminábamos con insospechada agilidad por un mar de bloques pétreos con cortes perfectos rodeados de lianas y poderosas raíces de árboles. Una y otra vez subíamos y bajábamos al lado de restos de muros y escaleras envueltos por la espesura. Pero llego un momento en que ya no continuamos. Las mujeres del grupo como que se detuvieron recordándonos a todos de que no estábamos completos. Nimer algo lastimado se había quedado en el campamento recuperándose, y Argenis y Johnny tampoco estaban con nosotros pues ellos permanecían ubicados en donde hallamos la entrada por la cascada, por lo que decidimos volver, y regresar al mismo lugar al día siguiente, pero acompañados de todos.

Emprendimos la marcha de regreso con una gran alegría por haber hallado el camino que nos había llevado tan cerca de la montaña del rostro, y por las evidencias de muros y edificios que habían por doquier, sabiendo que estábamos a un paso de concretar todas las posibles expectativas del viaje, y porque nos sentíamos observados en todo momento pero por una presencia acogedora y benévola, hasta diríamos amorosa. Era inexplicable haber entrado solos en la selva sin temor alguno sintiéndonos completamente seguros y protegidos.

Ya en el campamento le comentamos a Nimer el descubrimiento de esta ruta, lo cual él celebró con gran alegría y entusiasmo. Nuestros guías indígenas estaban también muy interesados en saber cómo nos había ido. Nos confesaron a continuación de que a pesar de que buscaron posibles entradas en la selva, ésta como que en ese lugar se les había cerrado a ellos.

Después de bañarnos en el río para aplacar el calor y hacer una lavada de ropa sucia, nos preparamos para hacer meditación, de tal manera que de forma consecutiva esa noche volvió a materializarse el xendra percibiendo nuevamente en el interior de éste la presencia de la Madre. En el xendra claramente recordé y sentí lo que trece años antes los guías habían comentado en la experiencia del contacto con el Real Tiempo del Universo, y esto era de que su gran desarrollo mental les había llevado a perder su conexión con su propio espíritu planetario habiendo dejado como morir ese mismo espíritu, estancándose evolutivamente .

El día 17 nos levantamos con las primeras luces de la mañana para ir nuevamente a la cascada pero todos juntos. Nuestros guías se quedaron una vez más en el campamento, mientras nosotros emprendíamos bajo un intenso sol la caminata hacia las ruinas de la ciudad perdida. No cabíamos en nuestro entusiasmo y expectación, y así lo manifestábamos a nuestros compañeros mientras avanzábamos por entre el mar de piedras, troncos caídos y charcos que se reproducían a nuestro alrededor. Pasamos por el lugar donde se veía completo el rostro de la montaña, y siguiendo hacia delante, no muy lejos ubicamos la cascada subiendo esta vez todos por ella en una actitud de reverencia y respeto. Después de mucho caminar por un paisaje de ensueño rebosante de belleza natural, alcanzamos a estar muy cerca de la pared de roca del rostro de la montaña encontrándonos con parte de la misma cascada reproduciendo un hermoso recodo. En ese lugar extraordinario Patries y Cristian me pidieron que en nombre de todos bendijera su relación, ya que ellos se habían conocido y enamorado en el viaje anterior a Paititi en el 2005.

Coincidentemente algunas personas de los grupos a nivel mundial me habían reiterado la visión de un triángulo equilátero sobre un lecho de arena , y la presencia en un trabajo especial de dos hombres y una mujer en el Paititi, mientras se escuchaba un canto como de muchos niños. Y que uno de esos dos hombres sería yo. Pues esto se dio al hacer la ceremonia del matrimonio de nuestros compañeros en el lugar, donde ellos se unieron espiritualmente delante de todos nosotros como testigos. Era muy significativa esta situación porque en el mapa del Paititi, precisamente en la parte central como ya sabemos destaca un guerrero (el que se vence a si mismo), su mujer (la que lleva en si misma las fuerzas de la creación) y su perro (fidelidad), y esto se reiteró una y otra vez al haber estado acompañados todo el tiempo por parejas como símbolo de integración y unidad de la familia humana como fue con el caso de quienes nos trajeron en los buses o quienes nos guiaron hasta allí…Recordemos también que el mapa cita: ”(…) Y el poeta tal vez pueda abrir la puerta, cerrada desde antiguo del más purísimo amor”…

Pero, ¿quién es el poeta sino aquel que inspirado por su amada o amado es capaz de todo por entregar su amor? Esta capacidad potenciada hace que la persona supere todo obstáculo , haga y logre cosas que en condiciones normales jamás se habría propuesto o nunca hubiese conseguido. Pues allí estábamos todos por amor a la vida, al planeta y a la humanidad superando nuestros límites, enfrentando el cansancio, la resistencia y cualquier temor.

Luego jocosamente Nimer comentó:

-¡Este es el matrimonio más lejos al que me han invitado y al que peor vestido he asistido!

Terminada la ceremonia nos dimos abrazos con los novios, y luego sintiéndonos conmovidos por una presencia luminosa en el lugar que se podía percibir, nos dispusimos en posición y actitud de meditación, percibiendo poco a poco como se iba definiendo la clara presencia de “La Dama de Luz”. Era una presencia extremadamente luminosa que conmovía y emocionaba. El bosque frondoso e intrincado, hasta hacía unos minutos envuelto en una ligera penumbra tomó la claridad del día más radiante.

Marcia capto que la Dama le decía:”Ustedes son la esperanza y la vida”.

Cristian comentó después que el sintió de que estábamos rodeados de seres y entidades de luz.

Durante la meditación recordé lo que había vivido aquella primera noche en Paititi cuando salí en una bilocación no pudiendo acompañar con mi cuerpo el desplazamiento por el excesivo cansancio. En la experiencia nocturna estaba la Dama de Luz extendiendo su mano hacia mi desde la orilla del río, llevándome a continuación hacia el interior de la montaña dentro de una caverna iluminada, haciéndome ver el Libro de las Vestiduras Blancas donde podía apreciar el “Rostro Corazón” con múltiples variaciones, pasando de ser un rostro dentro de un corazón, a un solo círculo con ojos o a tan solo círculos concéntricos. Sentía entonces que ello simbolizaba el corazón cristal del planeta, que no es otra cosa que la vida de nuestro mundo; una energía vital conciente alimentada por cada una de las especies, seres y entidades que moran en nuestro mundo, en donde todos nos retroalimentamos mutuamente en un aprendizaje continuo que nos conduce hacia nuestro centro, haciéndonos ser parte conciente de la unidad. En el mismo libro se incluía la historia de la muerte simbólica del espíritu planetario de las civilizaciones tecnológicas, al haber desaparecido la conexión con sus respectivos corazones. En aquellos mundos en un afán de controlarlo todo, habían acabado de cierta manera con la diversidad y la dinámica natural perdiendo toda conexión y dejando sus mundos como muertos en vida, sin espíritu visible. De tal manera que su atención sobre nosotros no sólo tiene que ver con nuestros sentimientos y emociones, sino con la vida misma.

Daniel comento luego que la Dama de Luz le pedía que conectáramos todos los corazones con ese lugar.

Cristian recibió de la Dama de luz que le reiteraban el mensaje:”Vuelvan a su mundo con el corazón abierto y hablen”…



Francisco vio a un gigante extraterrestre como de tres metros de altura alrededor nuestro, como apoyando lo que estábamos haciendo y haciéndole sentir que valoraba nuestra presencia allí.

Ciertamente se sentían en el ambiente la presencia de un sin fin de entidades en una especie de catedral del alma. La naturaleza misma nos había permitido llegar hasta allí que era el santuario de la Tierra para comulgar con su esencia y conectarnos con el Real Tiempo aportando vida y esperanza.

De regreso en el campamento, ni bien empezó a oscurecer escuchamos todos a cantidad de gente mantralizando o cantando. ¡Era impresionante!...Estas voces venían en dirección de la cascada. Miguel, visiblemente asustado nos preguntaba temeroso ¿de dónde venían esas voces ? y ¿ quienes eran?... Nosotros le tranquilizamos diciéndole que era toda la gente que en el mundo estaba pensando en nosotros, y que estaba conectada con nuestro viaje.

Aquella tercera noche en Paititi Daniel tuvo la misma experiencia que yo con la Dama de Luz. Estaba él entre dormido y despierto, cuando de pronto se vio a si mismo en la orilla del río delante de la dama de luz y de un maestro de túnica blanca que lo llevaban a un lugar luminoso. Pero al despertarse no recordaba nada más.

Dia 18 de Agosto, al amanecer empezamos a desarmar el campamento para iniciar el regreso a Pusharo. Rápidamente nos alistamos, y con todos los equipos a cuestas retomamos la marcha después de haber estado dos días efectivos sin tener que cargar con las mochilas. Nos pusimos en camino siempre en fila india llevando a Miguel por delante y Calixto por detrás, aunque a veces se turnaban posiciones ellos. Sabíamos que el Cañón del Temple era una de las partes más problemáticas así que nos hacíamos la idea de lo que nos esperaba. Fueron largas y extenuantes horas entrando y saliendo del río alcanzando una y otra orilla, alternando por peligrosos cruces dentro de la selva misma por zonas fangosas y pantanosas en donde como en la venida, debíamos trepar por gigantescos troncos caídos en gran parte podridos y llenos de termitas u hormigas, debiendo tener cuidado con las espinas, las enredaderas que sujetaban nuestros pies haciéndonos caer en medio de puntiagudas estacas.

En un momento de la ruta habían quedado atrás tres de nuestros compañeros que se estaban ayudando mutuamente a cruzar una parte muy peligrosa y traicionera del río, cuando los guías indígenas nos llamaron la atención a los demás. Estábamos descansando sobre unas piedras tratando de recuperarnos un poco de la fuerte y exigente jornada. Así que les hicimos caso mirando en dirección de nuestros compañeros rezagados. Fue entonces que contemplamos extasiados la impactante presencia a la distancia de una silueta gigantesca femenina materializándose entre los árboles. Realmente entre las hojas de los árboles iluminadas por el sol se iba dibujando claramente un inmenso cuerpo femenino. Pero no sólo era lo que veíamos sino lo que se nos permitió sentir en ese momento, que fue una felicidad y plenitud inmensa. Eran exactamente las 3.33 p.m. del día 18, que suma 9 y que es 3+3+3.

Aquella aparición fue un bálsamo para el agotamiento que teníamos, produciendo en nosotros aliento como para continuar. No sólo nos sentíamos acogidos, sino también protegidos por la Dama de Luz o La Madre que es el mismo Espíritu Planetario de la Tierra. Para nosotros la naturaleza aquella tarde de nuestro regreso tomaba forma y vida en esa imagen gigantesca de una mujer llena de vitalidad y belleza, para demostrarnos que iba con nosotros y en nosotros.

Después de mucho caminar llegamos a una zona llena de piedras que había servido de campamento a los “no contactados”, aprovechando esa ubicación para instalarnos, debiendo para ello remover cantidad de piedras para ubicar las carpas, lo cual no fue nada fácil. Lo hicimos contra reloj con los cuerpos mojados porque la tarde se nos venía encima, y estaba oscureciendo vertiginosamente.

Luego de cambiarnos, cenamos comida caliente y realizamos la meditación nocturna, para luego pasar al sueño reparador que nos ayudo a poner los pensamientos en su lugar...

Dibujo de Marcia: