miércoles, 20 de octubre de 2010



EL MENSAJERO DE LOS DIOSES
victor callirgos diaz"

Ven, ¿por qué te tardas? Hace tiempo que te estamos esperando. ¿Por qué tantas dudas?, ¿por qué esa falta de confianza?, dinos, ¿por qué? ¿Por qué de ti? ¿Por qué de Dios? El Camino es infinito como el Amor mismo, y hay pasos que el caminante olvidó llenarlos de amor. Yo y vuestros Hermanos hemos venido hasta aquí, delante de ti, para iluminar tu corazón con el fuego de la Verdad, para que impregnado de la luz Él abra sus puertas y emane la Luz Interior del Profundo Amor.

¿Has contado la humanidad? ¿Sabes cuántos esperan oír mi voz? ¿Has considerado cuántos me buscan y cuántos se han rendido por tu falta de oración? ¿No te llamé para que las naciones fuesen benditas en ti? Entonces, ¿por qué te tardas? ¿Por qué no escuchas con atención, y das a conocer mi palabra y mi voz? ¿No estoy yo siempre presente? ¿Dejé de ser fiel? No dudéis, aquí estoy yo, yo soy fiel; lo hago por mí mismo, por mi nombre y por vosotros, mi heredad. Os otorgo el reino del Amor, la más alta vibración cósmica, la más excelsa luz; yo mismo, la deidad, en cada uno de vosotros, la Unidad.

Os enviamos el soplo del despertar, para que vuestro empeño sea eficaz, empujad la puerta, pasad. Os alumbre vuestra luz mental, aquí estamos en este día especial, el día de vuestro despertar. No os detengáis, pasad; este es el día del que hablamos, de nuestro gozoso encuentro con el Profundo Amor en el corazón de nuestros amados hermanos en donde superabunda la paz. ¡Anrrom!


SOLO PARA RECORDAR
Yo dije, vosotros sois dioses, pero como hombres moriréis (Sal).
Jesús les respondió: - ¿No está escrito en vuestra Ley: "Yo dije, dioses sois"? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: "Tú blasfemas", porque dije: "Hijo de Dios soy" Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí y yo en el Padre. (Jn 10.34).





LA ESTRUCTURA DEL COSMOS

A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo. Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo Mental y el Universo Espiritual.


El Universo Material

Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones. En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpos para actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso, material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos hablan que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él.

Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes. Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta. Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra, somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un tercer nivel de conciencia.
El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para actuar en las siete dimensiones del universo material.

Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete chakras que se estimulan a través de la respiración.

Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos. También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche. Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El Aura. El aura es ese cuerpo bio-plasmático, cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera inmunológica o campo de protección. Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos.


El Universo Mental

Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental. Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Angeles, Arcángeles, Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión.
Son conocidos también bajo el nombre de "Helell" o "Resplandecientes". Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una "emanación" del Universo Mental o "Eternal", por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no existe.
Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos encontramos con los Padre Creadores responsables de la aparición de lo "Físico" en el Universo Material y los Guardianes del Destino, conocidos en el ámbito esotérico como "Los Señores del Karma", entidades que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas.