lunes, 18 de octubre de 2010

MISION RAHMA NEW YORK - CONTACTO MULTIDIMENSIONAL


CONTACTO MULTIDIMENSIONAL

El universo es el infinito de posibilidades
de las que una de ellas, eres tú…
El ser humano es un ser multidimensional, posee siete cuerpos, seis más aparte de su cuerpo físico denso material, contenidos todos dentro de uno como las muñecas rusas. Todos estos otros vehículos sutiles son: el cuerpo Astral o vehículo de emociones y deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, que se conoce como el cordón de plata y que se quiebra cuando una persona muere; a continuación esta el cuerpo Mental Inferior o también llamado la residencia del Carácter y la Personalidad, que normalmente muere al cabo de tres días con el astral después de que la persona falleció; el cuerpo Mental Superior o vehículo de Cuarta Dimensión, que es nuestra potencialidad psíquica; el quinto cuerpo es el Alma, la Catedral del Espíritu o también llamado el acopio de nuestras experiencias de existencias pasadas, allí radica el conocimiento de la misión de cada uno en ésta y en las múltiples existencias vividas y por vivirse; le sigue el Cuerpo del Espíritu o vehículo de la Conciencia; y finalmente el Cuerpo de la Esencia.
Estos siete vehículos o cuerpos nos permiten manifestarnos en las siete dimensiones del universo material donde residimos, pero a la vez nos permiten acceder a universos paralelos a través de una conciencia que no conoce más limitación que la que nosotros mismos nos creamos cuando fácilmente nos olvidamos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Respuestas que se encuentran en nuestro interior, junto con lo mejor de nosotros mismos. Todo ello debe ser recordado y actualizado, pero por quienes responsablemente puedan orientarnos sin perjuicio de la salud de la persona. Por eso, hay que estar dispuesto a prepararse a enfrentar esas otras realidades, pero a través de técnicas y procedimientos sanos y correctos.
Como es el momento de amar y de amarse, de darnos nosotros mismos una oportunidad, debemos empezar por mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás, por lo cual debemos aprender a contactar primero con nuestro ser interno o real ser, a través del silencio y la meditación. En la medida que restablezcamos la comunicación podremos redescubrir al otro, al amigo, a la pareja, a los hijos, a la familia y porque no, a toda la humanidad. Cuando esto comience a darse, el contacto con el universo vendrá por sí solo como consecuencia de aquello que nosotros mismos hemos iniciado.
El contacto con otros seres o entidades no debe ser un fin en sí mismo sino un medio para perfeccionar nuestro autoconocimiento. Este contacto debe servir como un espejo donde podemos reflejarnos, a la vez como un ejemplo, modelo o estímulo de nuestras realizaciones futuras, que son de nuestra total responsabilidad.
Lo importante aquí es tener presente que la técnica no es lo más importante en el proceso de autobservación y autoconocimiento, lo realmente importante es la actitud; porque si uno cree lo que hace, crea con ello las condiciones para materializar resultados positivos. Así, sea cual sea la técnica que escojamos, lo importante siempre será la actitud mental positiva. Y técnicas hay muchas y muy diferentes como diferentes y variados entre sí somos los seres humanos. Con el tiempo podremos encontrar una adaptada a nuestra necesidad, y con la cual nos identifiquemos.
En el contacto con entidades vibratoriamente más evolucionadas uno tiene que estar dispuesto a aprender a escuchar, por cuanto el contacto suele ser inducido, provocado más por estas entidades que por nosotros mismos. Entonces, lo que mejor podemos hacer es predisponernos, hipersensibilizándonos a través de la respiración, la relajación, la concentración y la meditación.
El que estas entidades bajen su vibración para conectarse con nosotros no quiere decir que uno deje de lado el esfuerzo personal de elevar su propia vibración, y porque no, alcanzar por uno mismo establecer el puente de comunicación. Y una vez obtenido el contacto, el gran esfuerzo será mantenerlo, por cuanto todo tiende a confabularse para hacernos perder la dimensión de lo real y maravilloso, empezando por nuestros egos y defectos. El delirio, el desvarío, el engaño siempre estarán rondando nuestras recepciones si es que no nos mantenemos vigilantes y críticos de nuestro propio trabajo interno y grupal.
Toda la etapa previa de labor en el autoconocimiento nos va a ir permitiendo conocernos cada día mejor, ordenando nuestros pensamientos y aprendiendo a reconocer cuando las ideas que vienen a nuestra mente son nuestras y cuando no lo son. Con ello, uno no sólo llega a discernir sino también a sentir con claridad e intensidad la realidad y procedencia de los posibles mensajes.
En la conexión con un mayor nivel de evolución hay muchas alternativas de comunicación que cuentan con sus propias manifestaciones, así nos encontramos con la telepatía (transmisión de pensamiento a distancia sin necesidad de idioma), la psicografía o escritura automática, que es una forma de telepatía instrumentalizada; la comunicación astral (durante los sueños), la vasografía, la psicovoz o psicofonía, etc. Lo fundamental aquí es que por ningún motivo debemos permitir que la comunicación se dé sin la voluntad expresa del receptor o receptores y sin que estos estén plenamente conscientes durante la transmisión. Jamás se debe permitir un estado de trance o semitrance, por cuanto ello da pie a la presencia y participación de entidades desencarnadas o también llamados bajos astrales, que podrían aprovechar la oportunidad que se les facilita para manifestarse y hasta procurar una posesión, cohabitando nuestro vehículo físico. Es cierto que existen ejercicios de protección y que cada cual posee una barrera inmunológica no solo contra enfermedades, sino contra la asechanza de entidades, que es el llamado huevo áurico, aura o cuerpo bioplasmático, pero el peligro siempre existe por cuanto hay diversas causas que debilitan nuestra protección, como los miedos, las depresiones, una enfermedad, la inseguridad o la excesiva confianza.
Sabemos que un extraterrestre con cuerpo físico no puede abandonarlo para meterse en el cuerpo de otra persona, porque si esa entidad así lo hiciera o intentara, sería una trasgresión a las leyes que existen, y en todo caso no sería un extraterrestre sino un espíritu. Y en el caso de algunos seres extraterrestres que no poseen corporeidad y son seres de energía, como también ocurre con los maestros ascendidos -que ya han trascendido la rueda de las reencarnaciones- o con los ángeles, que son entidades de universos paralelos, todos ellos suelen respetar el orden de las cosas así como el libre albedrío de los individuos, por lo que procuran la comunicación mental telepática a distancia porque de tal manera no hay intromisión, invasión ni agresión alguna contra el libertad y voluntad de nadie. Con la incorporación, mediúmnidad o también llamado fenómeno del "channelling", se estaría dejando la puerta abierta para que en el futuro cualquier entidad baja ingresara a su antojo en el cuerpo de la persona, perjudicándola. Pero es bueno aclarar que bajo ciertas condiciones y en casos muy específicos, podría darse la incorporación de una entidad en otra, por breve tiempo, de mutuo consentimiento y siempre que realmente fuese una entidad elevada, como elevada fuese la causa que le llevase a realizar dicha simbiosis o forma de trasmigración.
Hay que diferenciar el contacto extraterrestre del intraterrestre, y del interdimensional. El contacto extraterrestre es el que se establece con seres de otros planetas provenientes de nuestro universo material, y que procuran comunicarse con nosotros llegando con sus naves espaciales en contactos físicos directos, proyecciones holográficas (de imágenes a veces no muy definidas), con presencia de naves cercanas o con las llamadas canéplas (monitores esféricos también llamados "ojos de gato"), contactos mentales telepáticos, telepáticos psicográficos (escritura automática) y contactos astrales conscientes (preparando estos a la persona para futuros contactos físicos, para los que en ese momento no estaría preparada la persona o no sería conveniente).
El contacto intraterrestre es el que llega a producirse con los habitantes del intramundo, sobrevivientes de civilizaciones desaparecidas de la superficie terrestre y que se encuentran en la actualidad aislados a través de una red de túneles y ciudades subterráneas bajo nuestro mundo, guardando los archivos de la verdadera historia planetaria, constituyéndose ellos en la actualidad como el gobierno interno positivo planetario. Este contacto puede producirse mentalmente, astralmente y a nivel físico en ciertos lugares aislados del planeta donde uno es llamado o invitado a ingresar pero siempre después de un período de depuración.
El contacto interdimensional es aquel que puede llegar a establecerse desde el plano elemental hasta el plano angélico, produciéndose después de un proceso de purificación personal que lo lleve a uno a conectar a través de sus vehículos sutiles con todas estas entidades, pudiendo realizarse también a un nivel mental, astral y espiritual. Toda experiencia de contacto requiere -como ya he mencionado anteriormente en otras obras- que quien reciba los mensajes sea una persona sana y equilibrada, ecuánime, responsable y objetiva, disciplinada porque ello reduce los márgenes de error, además abierta a la crítica, sincera, humilde y valiente. Todos estos requisitos son previos como para que después el mensaje a canalizarse sea: coherente y lógico; positivo y que ofrezca alternativas; universalista y respetuoso; atemporal (que mantiene su vigencia más allá del tiempo); constructivo; claro y entendible en sí mismo (que no requiere quien lo interprete); que mantiene la línea de los mensajes anteriores; que no se contradice; que siempre trae aportes nuevos y sobre todo, que se puede confirmar, ya sea por una manifestación extraordinaria de la que puedan ser testigos muchas personas o por la revelación de acontecimientos futuros comprobables a corto plazo.
Cuanta mayor sea nuestra objetividad y espíritu crítico, acompañado de apertura mental tanto menor será el peligro del mentalismo, de afloramientos del subconsciente, de delirios y evasiones de la realidad. También es importante que no permitamos que los mensajes giren en torno a una sola persona o a muy pocas, porque los egos pueden hacernos tropezar fácilmente, perdiendo rápidamente la percepción de lo real, imaginando cosas o fraguando mensajes justificatorios de los peores disparates.
Debemos trabajar en grupo y con mucha valentía y espíritu crítico la recepción de los mensajes y su posterior análisis, así reduciremos al mínimo los posibles errores.
No caigamos en el terrible desacierto de trasladar la responsabilidad a alguien y recargar sobre ella la pesada y difícil labor de la orientación grupal mediante los mensajes. La comunicación es un riesgo que hay que asumirlo entre todos, así como entre todos debemos motivarnos a mantener el trabajo interno y la preparación , para que dicha recepción fluya verdadera y auténtica de manera permanente, pidiendo cada cierto tiempo manifestaciones exteriores que comprueben no solo la seriedad de lo que se está viviendo, sino la vigencia del contacto. Este tipo de comprobaciones se deben solicitar sobre todo cuando los mensajes recepcionados involucran conocimientos nuevos, afirmaciones o anuncios importantes. Así, el paso adecuado es que primero se confirman los mensajes y recién después se dan a conocimiento público, no antes.
Una inadecuada interpretación que disfrace una excesiva modestia y humildad lleva a ciertas personas a dar por hecho que los supuestos mensajes que está recibiendo -por su contenido profundamente espiritual, poético o confuso-, son de procedencia ajena a ellos, presumiblemente extraterrestres, maestros ascendidos o ángeles (están de moda). Obviamente estos mensajes no se pueden confirmar porque no hay forma alguna de comprobarlos, y suelen ser sus receptores los principales opositores a su comprobación, por cuanto así -en el aparente misterio de su procedencia-, se conserva la magia o el encanto de su recepción; y el peligro que acompaña esta situación, es que su aceptación y validez supone un acto de fe, surgiendo modernas tendencias sectarias fanáticas religiosas a la luz de estas recepciones. Porque si se aceptase la propia autoría, libres de todo exotismo, lo más seguro es que equivocadamente no se les tomaría en cuenta por muy profundas y trascendentales que fueran las pautas trasmitidas...Y es que todo mensaje es bueno por lo que dice, no por quien lo dice.
El antenaje como le llamamos a la capacidad o habilidad para canalizar mensajes de los guías es algo que puede aprenderse si nos adentramos en éste terreno con una mentalidad libre y valiente. Al principio tendremos que tener paciencia y más adelante constancia en nuestra preparación.
Pero no tengamos temor de equivocarnos, más bien avancemos en la vida con preparación, arriesgándonos a ser más y dar más cada día. Recordemos siempre que quien no arriesga no gana, y si enfrentamos el reto con humildad y con objetividad, lograremos el éxito en todos nuestros emprendimientos.

“RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO ES EL SEÑOR
Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD”