viernes, 8 de octubre de 2010
la Vanidad Espiritual
Una persona es espiritualmente vanidosa cuando se vanaglorian excesivamente de sus logros espirituales, y luego usan esto para impresionar o manipular a otros a su alrededor.
La vanidad es una trampa, ciertamente.
Las personas en un camino espiritual a menudo se encuentran entrando en estados superiores de conciencia, a medida que progresan en el camino. El problema de la vanidad espiritual aparece, sin embargo, siempre que hay una fascinación o fijación en estas experiencias. Es tentador para algunas personas creer que sólo porque tuvieron esta maravillosa experiencia, que de algún modo son mejores o más iluminados que otros. Esto, por supuesto, es absurdo.
Entonces, para comprender un poco diremos: "Con la libertad viene la elección, y en la elección encontrarás tu libertad."
Entiende que cuando realmente eres libre, elegirás sabiamente tus experiencias, exactamente como lo hace tu Alma, y que la vanidad espiritual no entrará en escena en absoluto.
En lugar de ello, tus decisiones acerca de lo qué hacer con tu vida, tus relaciones, y cualquier otra cosa de importancia para ti – estarán en armonía con las Elecciones de tu Alma acerca de cómo mejor encarnar su Divinidad como el tú humano en la Tierra.
Y en esta alineación armoniosa entre lo que es humano acerca de ti, y lo que es Divino, te vas a dar cuenta del verdadero significado de la libertad. El verdadero significado para ti como un ser humano, es librarte del olvido de Quien Realmente Eres …
Entiende que a medida que re-integras las percepciones distorsionadas acerca de quién eres, en una apreciación consciente de tu Divinidad, que encontrarás libertad y propósito en todo lo que haces.
Y, más importante aún, comprenderás que tu cada vez que crees tener mayor conciencia espiritual no tiene nada que ver con ser mejor que otros, o más evolucionados. En lugar de ello, te colocas en igualdad de condiciones con todos los humanos, y practicas la humildad a diario.
Este tipo de humildad te pide guiar y enseñar a través del ejemplo, y no a través de la ostentación o el exhibicionismo; demostrándole a otros que vivir una vida humana, y que actuar con Conciencia Divina, es posible para todos.
Recuerda que la humildad no te pide negar la grandeza de tu Divinidad, o a vivir tímidamente. Tu Divinidad ES grandiosa; y también lo eres tú, cuando te sientes inspirado por ella. La humildad simplemente te pide vivir tu vida sin orgullo falso.
Y ya no sentirás que eres espiritualmente superior a otros, o más iluminado; o que tienes que forzar tu perspectiva superior en ellos, por su propio bien. Ni tampoco serás seducido por los mensajes rivales de aquellos que intentarían decirte, o venderte este tipo de vanidad empacada. Hay mucha necesidad de discernimiento acerca de esto hoy.
En lugar de ello serás consciente de la necesidad de todos de encontrar su camino de regreso a recordar su Divinidad, y estarás ansioso de ayudar a todos de maneras respetuosas y apropiadas, siempre que acudan a ti.