CONEXIÓN TUTELAR ESTELAR
victor callirgos diaz
Allí donde hay desesperanza pongo yo unión y fervor. Abatidos mas no destruidos, acrisolados y
cernidos para que fluya el oro puro, el trigo maduro en la hora de la presencia del Señor.
¿Esperabais a alguien? ¡Abrid vuestros
ojos, aquí estoy! Despertad en vuestra fuente original y compartid a manos
llenas con vuestros hermanos. Os confieso que os sellé desde principio con el
sello de la libertad. Estáis unidos a ella por
el cordón umbilical de mi amor. Llegaréis, abriréis la puerta más purísima y
entraréis a vuestra fuente virginal, el Propósito en mí y en vosotros estará
plenamente cumplido y, entonces, olvidaréis - yo os haré olvidar - vuestros días
de desolación.
Yo, quien os convoco y confieso delante
de vuestros mayores y maestros, estoy con vosotros; soy vuestro baluarte,
vuestro fuerte y vuestro valor. Ahora bien, escucha con atención, a ti te digo,
¿te deseché alguna vez, sabiendo cómo eres y sabiendo qué sube por la hoguera de
tu corazón y por el humo de tu mente? ¿Te abandoné?
¿Concordarás conmigo, que yo soy tu guía y tu vida?
Mas ahora, también te digo, para que no digáis que no dije, ¡apresúrate! Ya
no te detengas y prosigue en pos mío; que en verdad, si bien apreciáis, nada falta, aunque a algunos
os parezca mucho. Recordad, por tanto, ¿qué o a quién buscáis y qué o a quién
deseáis? Entonces, se desbordarán los límites de vuestro corazón; sí, por fin,
al fin comprenderéis. ¡Allí también estaré!
Os rodeé, os cubrí, os conduje y no me
visteis; pero no os dejé, nunca os abandoné; cosa que siempre sentisteis; más
ahora subiré por la borda del tiempo; os abordaré, y os miraré cara a cara,
porque llegó el tiempo de
descorrer los velos para mostraros la plenitud preparada para todos vosotros. He
aquí os muestro la puerta y he aquí os muestro abierto su emblemático sello. Yo
soy la puerta del más purísimo amor que os abro las amadas entrañas de vuestro
corazón. Sí, dicho y hecho está, yo, El Señor. ¡Yo soy!