jueves, 24 de febrero de 2011

MAGNETISMO Y SANACION
“Que tu alimento sea tu mejor medicina”.
(Hipócrates, médico Griego)

“Come solo cuanto tengas hambre,
y deja de comer cuando aún tienes apetito.
Así nunca te vas a enfermar”.
(Mahoma)

La salud es una condición de equilibrio y armonía del alma que se extiende por cada uno de los vehículos densos y sutiles del individuo. Como todo tiene un origen vibratorio y energético, antes de que se enferme el cuerpo se enferma la mente, y antes el alma. Por ello, en el proceso de sanación hay que ir a la causa y no al efecto de la enfermedad. En esto es más que útil la prospección u observación del aura de salud donde se puede captar los estados vibratorios y energéticos de cada uno de los vórtices o ruedas de energía del individuo, llamados chakras.
La medicina extraterrestre es preventiva no curativa. La pauta es enseñar a la gente a no enfermarse, para lo cual se recurre a una educación integral que hace énfasis en la actitud positiva y en la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza, con el propio cuerpo y con los demás.
El ser humano es como una esponja, mientras que ésta esta seca se la ve con una forma y color definidos , y sin peso ; pero, ni bien empieza a absorber el agua, la esponja pierde su forma tornándose amorfa , oscura y pesada. Y si uno se demora en exprimirla, la esponja se pudre y se cae a pedazos. Por tanto debemos aprender a exprimir la negatividad de nuestras vidas, las misma que se ha ido absorbiendo durante la vida cotidiana, y también debemos saber que en la medida que aprendamos a respirar y canalizar mayor cantidad de energías, nuestra aura, que es la barrera inmunológica y cúpula de protección natural de la persona, se va a ver ampliada y ella nos aislará de las vibraciones bajas, densas y pesadas que desarmonizan y enferman. Esto es como ponerse un impermeable en temporada de lluvias.
Debemos aprender a vivir, por lo que nos obligamos a empezar por una adecuada respiración, siguiendo luego por cambiar la dieta alimenticia, porque nosotros somos el producto de lo que comemos. Si te alimentas de muerte y descomposición, al cabo de siete años en que has regenerado las células de tu cuerpo, te habrás convertido precisamente en muerte y descomposición, contaminándote por completo con todo tipo de enfermedades que esperarán el momento de debilidad en que las defensas estén al mínimo para acabar contigo.
La respiración se debe hacer por la nariz, usando el diafragma como si fuese un fuelle, inhalando e inflando el vientre hacia delante, haciendo espacio para luego contraerlo empujando el aire llenando la parte baja y alta de los pulmones, procurando inhalar a toda capacidad. Después de retener el aire, se exhala igualmente por la nariz, tratando de hacerlo lentamente.
Con una respiración lenta y profunda no sólo oxigenaremos la sangre e irrigaremos mejor los pulmones, mejorando la memoria y la concentración, sino que también nos cargaremos de electrones, que es toda esa carga eléctrica que se aloja en el sistema nervioso que es el sistema eléctrico del ser humano. Esa energía se manifiesta a través del cuerpo físico como una luz (halo) y como un campo magnético formando por encima de éste, conocido como el cuerpo bioplasmático ó cinturón electromagnético del ser humano que no es otra cosa que el aura.
Como decíamos, lo que se ve a simple vista por encima del individuo es el Halo o Etérico, que es la cantidad de energía que uno posee. Por la mañana, cuando hemos descansado adecuadamente, esta luz que se percibe alrededor de nuestro cuerpo es mayor que por la tarde o en la noche, en que uno ya esta cansado, y se ha debilitado el campo de energía. Por encima del Halo se percibe el Aura, que es la calidad de la energía. Pero el Aura no se ve a simple vista, se siente.
Llegando a percibir el aura podemos percibir que no es una, sino que son tres Auras las que posee el ser humano: el Aura Mental, El Aura Total y el Aura de Salud. Gracias a la sensibilización y estimulación continua del sistema neurovegetativo mediante la respiración, se puede llegar a captar el aura, y con mayor dedicación y práctica, podríamos hasta percibir el aura de salud, que refleja el estado de salud de la persona. En ella aparecen a manera de manchas flotando sobre el cuerpo la causa de las enfermedades y no tanto su efecto, pudiéndose lograr diagnósticos de precisión.
Además de aprender a respirar y tomar varias veces al día respiraciones lentas y profundas, debemos aprender a relajarnos pues muchas enfermedades son producto de la tensión y el stress. También es aconsejable una dieta alimenticia balanceada y lo más natural posible, si se puede, basada fundamentalmente en vegetales y cereales integrales. Y no nos olvidemos del ayuno terapéutico de limpieza orgánica, por lo menos una vez al mes, y de la importancia del ejercicio y del deporte para mantenernos activos y sanos así como el acostarse temprano, procurar el contacto con la naturaleza y dejar de lado los estimulantes.
Recientemente hemos visto incrementarse no sólo en el sur de Inglaterra sino en más de veinticinco países, el fenómeno de los Agroglifos o Círculos de los Campos de Cosecha. Estos “Signos” o “Señales del cielo en la Tierra” siempre aparecen sobre campos de cereales, como queriéndonos decir con esto los extraterrestres, quienes son los autores intelectuales y materiales de los mismos, que un dieta alimenticia natural basada en cereales integrales puede prevenir y hasta revertir la mayoría de enfermedades que nosotros mismos nos producimos por una inadecuada alimentación. También es de destacar que se producen estas marcas, sobre suelos ricos en Magnesio, por lo que si incluimos en nuestra dieta alimenticia Cloruro de Magnesio (una cucharita del tamaño de las de Café al ras en un vaso de agua, revolviéndola y tomándola en ayunas cada mañana), vamos a equilibrar toda la parte eléctrica del organismo acabando con los calambres, migrañas, jaquecas, stress, falta de energía por las mañanas, falta de sueño por las noches, dolores articulares, problemas digestivos, etc. Como el Magnesio interviene en más de trescientos procesos fisiológicos del organismo, su carencia es gravitante en nuestra salud, por ello su consumo diario actuará como el mejor antidepresivo natural y antiestrés, hará mejorar nuestra digestión y ayudará a desaparecer el estreñimiento. También el magnesio ayuda a afianzar mejor el Calcio en los huesos, combatiendo la osteoporosis. Si por cualquier motivo nuestro cuerpo resistiera el consumo directo del magnesio, habría que reforzar nuestra alimentación con aquellos alimentos que lo contienen.
Otro aspecto importantísimo es la gimnasia psicofísica y el deporte para mantener el ritmo en nuestras vidas, por cuanto el universo es movimiento, y es perjudicial para la salud el ser sedentario. Combatamos el anquilosamiento del cuerpo con movimiento.
Para completar la receta se recomienda reducir al mínimo o eliminar el consumo de todo tipo de estimulantes que afectan al sistema nervioso y crean dependencias minando la voluntad, como son el consumo de Café y Té. También es aconsejable reducir el consumo de azúcar, reemplazándola por miel de abeja o Stevia, y evitar el Tabaco y el Alcohol por cuanto afectan violentamente nuestra aura. Se dice que el tabaco tiene substancias volátiles que perforan el aura.
Una rutina de vida sana es más que aconsejable, que incluya el acostarse temprano para poderse levantar temprano y estar así en armonía con el Sol y La Luna, como las plantas. Además, aprovechando las mejores horas para el sueño, el profundo y relajado descanso nos permitirá tener viajes astrales más conscientes, recordar más fácilmente nuestros sueños y hasta aprender a programar los viajes astrales.
También debemos mantener la limpieza continua del cuerpo y salir al campo por lo menos una vez a la semana, caminando descalzos sobre el pasto o sobre la arena, para hacer contacto con la tierra, por cuanto nuestro cuerpo es un circuito eléctrico y necesita descargar y reciclar las energías.
Como vemos, para poder trabajar en la sanación del planeta y en la de los demás, primero tenemos que consolidar nuestra propia salud, y ello requiere armonía de vida, equilibrio y ser consecuente con las enseñanzas que se han venido trasmitiendo sin mayores variaciones en su esencia a lo largo de los siglos. La enseñanza es buena, pero lo que nos falta es constancia y convicción. Adentrémonos en el conocimiento de la salud perfecta que requiere voluntad para saber renunciar a todo aquello que nos hace daño, adoptando las pautas adecuadas que traerán consigo una vida saludable.
Toda persona tiene la capacidad para canalizar energías que pueden restablecer la armonía y equilibrar a otras personas. Pero para poder hacer esto hay que saber que la canalización y transmisión de energías existe y puede manifestarse a través nuestro. ¡Hay que creerlo para crearlo!
El puente de ayuda se establece cuando la persona que va ha servir de canal de las energías superiores, es consciente de su capacidad como transmisor y de que está preparado para hacerlo. La preparación como ya hemos visto parte de una actitud y luego de una disciplina .Esta preparación nos da autoridad y presencia, emitiendo nosotros una energía que puede ser percibida por los demás, que refleja confianza y seguridad. De nada serviría que alguien sienta y crea que puede ayudar a los demás si no consigue que las demás personas confíen en ella; y al revés, de nada serviría que los demás crean que uno les puede ayudar, si uno mismo no lo cree. La confianza es un puente que facilita el desplazamiento y la concreción de las energías.
Todos podemos intervenir en cualquier caso de curación ya sea con personas presentes o a la distancia, por cuanto para el poder mental y para el amor no hay distancias ni límites. Procuremos que no nos falte concentración y menos convicción a la hora de ayudar. Sobre todo confiemos en una voluntad superior que ha permitido la situación, y el que nosotros nos encontremos allí como útiles instrumentos del amor universal.
No hay una sola técnica específica o definitiva para hacer sanación, sino muchas. Como por ejemplo:

Imposición de manos, que ubica nuestras manos sobre la cabeza, ó sobre la zona afectada por la dolencia o sobre los vórtices de energía a lo largo de la espalda (chakras). Se puede trabajar entonces colocando ambas manos sobre la cabeza de la persona a la que se le va a ayudar, sin necesidad de tocarla mientras que se van tomando respiraciones lentas y profundas. Paralelamente, se visualiza cómo con cada inhalación, retención y exhalación profundas, desciende a través nuestro un rayo de color en el orden de la escala cromática, comenzando por el violeta, color de trasmutación y cambio, siguiendo por el azul, el celeste, el verde, el amarillo, el naranja y finalmente con el rojo. Uno mismo visualiza, se imagina y siente como estos colores se proyectan a través de nuestras manos y pecho hacia la cabeza de la persona que está sentada delante nuestro, percibiendo en nuestra mente cómo la energía de tal o cual color va descendiendo por la coronilla, envolviéndola por fuera y por dentro, llegando a las diferentes partes del cuerpo del enfermo .Si la persona no estuviese presente, podemos imaginarla y hacerlo igualmente, como si lo estuviera.
Mientras hacemos éste trabajo, podemos también ir visualizando en nuestra mente la presencia cercana de la nave orbital extraterrestre Columo, en la que se encuentra alrededor de la Tierra el guía médico Erjabel. Nave que realmente existe, y que sin embargo no es fácilmente visible ni detectable desde la superficie de nuestro mundo. Aunque recientemente se dio a conocer en 1999 que el satélite geoestacionario Goes 8, ubicado permanentemente sobre la Patagonia Chilena y Argentina, había detectado y fotografiado sobre esa misma zona, la presencia de un objeto ovalado de ¡cuatrocientos cincuenta kilómetros de diámetro !
En una sala circular muy amplia de la nave existe un cuerpo completo de cristal de roca en él que se puede ejercitar la proyección mental, enviando hacia él , la imagen de la persona a la que se le está ayudando para que los guías extraterrestres a la distancia también la puedan asistir.
Otra de las formas de imposición es colocando ambas manos sobre la frente o en el área afectada en la persona ó en la espalda a la altura de uno de los chakras, especialmente aquel que se relaciona con la zona afectada, realizando el mismo trabajo anterior. Uno mantiene las manos sobre el lugar, de cinco a quince minutos, dependiendo de la propia intuición o de las sensaciones que acompañen el trabajo.
Una forma más es: la imposición con una sola mano dirigida hacia la frente, con la palma a la altura del entrecejo de la persona a ayudarse.

Sanación en sueños, consiste en la programación de nuestros sueños para hacerlos coincidir con un encuentro astral con la persona a ayudarse, para lo cual hay que practicar mucho el desdoblamiento astral consciente y las programaciones en sueños. Por eso es importante que visualicemos siempre a la persona que deseamos ayudar, sana, libre de toda enfermedad, en perfecta paz y armonía. Y no nos olvidemos jamás de pedir humildemente la ayuda a lo Alto, de tal manera que nuestra actitud canalizará esas extraordinarias energías de amor del universo en un estado vibratorio óptimo.
El sólo acto de amor que supone una sanación es la mejor vacuna contra cualquier enfermedad. Por lo que no es posible que por intervenir en una curación, sanación, cadena, etc., seamos víctimas de la enfermedad del enfermo. Pero no aconsejamos que se intente hacer estas ayudas, cuando quien intente la ayuda sea una persona fácilmente sugestionables, o cuando ese alguien esta también mal de salud por cuanto su falta de equilibrio e incapacidad de concentración por la enfermedad o el malestar, impedirían hacer la ayuda efectiva.
Tengamos presente que jamás damos de nuestra energía, sino que en el momento de una sanación, o curación nos convertimos en canales de la energía cósmica que fluye a través nuestro, dejándola pasar y a la vez recargándonos beneficiosamente. El adagio antiguo dice: “Cuando llueve, todos se mojan”.

Curación por arquetipos, es el tipo de sanación que fue enseñada por un gran maestro y amigo británico Collin Bloyd, en donde igualmente uno se coloca de pié detrás de la persona sentada a intervenir con las palmas de las manos extendidas hacia delante, sobre la cabeza sin tocarlo, y a la vez formando un triángulo sobre tu cabeza. Se pide a la persona que recibirá la ayuda que cierre los ojos, y que tome respiraciones lentas y profundas, mientras uno invoca mentalmente al arquetipo de la enfermedad que la aqueja.
Resulta ser que cada enfermedad tiene una forma mental, y un color. De tal manera que vamos a visualizar cual es la suya, y como suele ser, aparecerá una forma más bien amorfa, oscura, sin luz, desagradable. Y esa forma saldrá por en medio de nuestras manos, y una vez que la tengamos delante de nosotros, empezaremos a trabajar con ella moviendo las manos, como si fuera la arcilla de un ceramista que puede ser moldeada, transformándola, dándole una forma basada en los sólidos platónicos, esto es una esfera, o una pirámide o un cubo, y dándole un color claro y brillante. La idea es que vamos a transmutar la forma haciéndola bella y armónica. Y finalmente depositaremos esa nueva forma en su coronilla, como vacunándole contra tu propia enfermedad.
Al cabo de un rato bajamos las manos, siguiendo el contorno del cuerpo de la persona, y damos por finalizado el trabajo.

La técnica del agua magnetizada, es otra técnica y muy sencilla que consiste en agarrar un vaso de agua, y tomándolo entre nuestras manos, comenzamos a concentrarnos, orar o meditar con toda clase pensamientos positivos. Podemos imaginarnos en ese instante cómo una luz verde de sanación y esperanza desciende del cosmos o asciende de la tierra y se concentra en el agua, convirtiéndola en un instrumento de salud, recordando que el agua es de entre los cuatro elementos, el que más fácilmente puede ser programado con nuestras intenciones. Luego se lo damos a beber a la persona enferma, o si es para nosotros, la bebemos lentamente sintiendo con ello el baño de luz y sanación.

La cadena de sanación. Para esta técnica requerimos la intervención de más de una persona y si la persona a ser ayudada, no esta presente o conciente, se puede avisar a familiares y conocidos del enfermo para que estén atentos, actuando como puente para recibir la ayuda y canalizársela.
Nos colocamos entonces en círculo alrededor del enfermo o hacemos un círculo imaginario donde todos los participantes elevamos los brazos por encima de la cabeza, juntando las palmas de las manos y separando los dedos. Tomamos inmediatamente una respiración lenta y profunda, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar, visualizamos cómo energías multicolores procedentes del universo desciende sobre nosotros, y va formando entre nuestras manos una esfera de luz, blanca brillante, donde todas las energías del universo se sintetizan. Tomamos una segunda inhalación…Retenemos…Y al exhalar visualizamos cómo se va consolidando esa esfera de luz sobre nuestra cabeza. Tomamos una tercera inhalación…Retenemos…Exhalamos, y vamos descendiendo con nuestras manos abriéndolas sobre la cabeza, depositando la esfera de luz, la cual ingresa por nuestra coronilla, y va descendiendo, bajando a lo largo de toda la columna vertebral, hasta ubicarse a la altura del cóxis. Con las manos también vamos recorriendo los costados hasta llegar a la altura de las caderas, quedando con las palmas hacia abajo. Luego colocamos nuestras manos formando con los dedos un triángulo a la altura de las entrepiernas. Tomamos una nueva inhalación lenta y profunda…Retenemos…Exhalamos, y colocamos las manos formando el triángulo con la punta hacia arriba a la altura del plexo solar, elevando la esfera de luz hasta el plexo solar. Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y al exhalar vamos extendiendo las manos hacia delante, extrayendo de nuestro interior la esfera de luz, visualizando que la proyectamos hacia delante, al centro de la reunión. La suma de las esferas de luz de todos y cada uno de los participantes, contribuyen a hacer una única y muy grande esfera de luz.
Colocamos ahora todos, los brazos flexionados, palmas de las manos a la altura de los hombros. Y visualizamos a la persona que vamos a ayudar en el interior de la esfera de luz. Para ello decimos en voz alta el nombre de la persona o personas que serán ayudadas.
Extendemos ahora nuestras manos hacia delante, tomamos una inhalación lenta y profunda…Retenemos…Y al exhalar, visualizamos como desciende del cosmos a través nuestro la energía de la luz violeta, que es la energía de la transformación, de la mística, de la fe y de la magia. Y esa energía se proyecta desde nuestro pecho y las palmas de las manos hacia la persona a ser ayudada. Esto lo repetimos con los colores azul, celeste, verde, amarillo, naranja y rojo, siempre con respiraciones lentas y profundas hasta que visualizamos en nuestra mente a esa persona rodeada de un arco iris armónico de color.

Dolencias y chakras

En cuanto a las dolencias y los chakras el vórtice que se ubica a la altura del Coxis y que lo llaman Raíz guarda relación directa con los Órganos Sexuales o Gónadas; su color es el rojo y su aplicación curativa es para prevenir o intervenir en caso de: Circulación, Esterilidad, Anemia , Problemas de la regla, Neuralgia, Parálisis y Depresión.
El vórtice que se ubica en la primera vértebra lumbar llamado del Vientre, guarda relación con el Páncreas, el Hígado y el Bazo; su color es el naranja y su aplicación curativa es para: Trastornos sexuales, Estreñimiento, Colitis, Disentería, Artritis, Riñones, Tos, Fatiga y ayuda a levantar el ánimo.
El vórtice ubicado en la octava vértebra torácica llamado Plexo solar se relaciona con las Glándulas Adrenales o Páncreas; su color es el amarillo y su aplicación curativa es para: El Estrés, Aumentar la Resistencia, Alergias, Urticarias, Cansancio, Digestión, el Hipo y Problemas de Aprendizaje.
El vórtice ubicado en la primera vértebra torácica y llamado del Corazón se relaciona con el Timo; su color es el verde y su aplicación curativa es para : Corazón , dolores del pecho, Asma, Úlceras, Problemas en los ojos, Quemaduras, Dolor de Cabeza, Infecciones, Antiséptico, Tristeza y Depresión por Soledad.
El vórtice ubicado en la tercera vértebra cervical llamado de la Garganta se relaciona con las Glándulas Tiroides y Paratiroides; su color es el celeste aguamarina o azul claro, y su aplicación curativa es para: Dolores, Neuralgia, Quemaduras, Regular el sueño, Tranquilizar, Dolores de cabeza, Inflamaciones, Infecciones, Hinchazones, Fiebre , Calambres, Dolor de Garganta, Acné y Eczemas.
El vórtice ubicado en la primera vértebra cervical llamado de la Frente se relaciona con la Glándula Pituitaria; su color es el azul índigo, y su aplicación curativa es para: Oídos, Ojos, Nariz, Dolor de cabeza, Nerviosismo, Insomnio, Catarro, Presión sanguínea, Amnesia, Epilepsia, Mareos, Neumonía y también para la Negatividad.
El vórtice ubicado en la coronilla es llamado Corona y se relaciona con la Glándula Pineal; su color es el violeta, y su aplicación curativa es para: Cataratas, Tumores, Insomnio, Estrés, Nerviosismo, Cuero Cabelludo y Cráneo.
No hay pedido o acción que no reciba respuesta, y más aún cuando se realiza en la actitud adecuada. La ayuda siempre llegará, pero no necesariamente cómo y cuando uno quiera, sino cuando las leyes universales así lo dispongan. Se puede dar el caso de que haciendo una cadena de sanación o realizando una imposición de manos a alguien, esta persona en vez de mejorarse se empeora, enfrentando una fuerte crisis, después de lo cual se mejora vertiginosamente .Aquí lo que vemos que ocurrió fue que se aceleró el proceso de la dolencia, y lo que hubiese sido una larga y penosa enfermedad, duró poco. Allí estuvo la ayuda.
Existen otros casos en que se ayuda a alguien y esa persona en vez de mejorar, desencarna rápidamente. Aquí la ayuda se manifestó al haber contribuido inconcientemente a acelerar el proceso liberando a la persona de su sufrimiento, ya que la muerte cuando llega no necesariamente es una desgracia o un castigo, puede ser también una liberación frente al sufrimiento, tanto en la persona como en sus parientes cercanos.
Evitemos la enfermedad enseñando a vivir en armonía, prescindiendo de todo aquello que nos hace daño física, mental y espiritualmente. Aprendamos a ser felices viviendo en consecuencia, de tal manera que la paz interior será nuestra mejor vacuna frente a los males de éste mundo.


ACTIVACION DE CHAKRAS Y LIMPIEZA DEL AURA

“Nada hay imposible para quien es consciente
del poder que hay dentro de cada uno”.

Sabemos que en nosotros, los seres humanos, existen siete centros, ruedas o vórtices principales de energía, desde donde se concentra y moviliza la energía de la naturaleza. Por ello, debemos esforzarnos por mantenerlos activados y libres de todo bloqueo. Igualmente, esta activación de chakras o ruedas de energía debe ir acompañado de una limpieza u armonización de nuestro cuerpo bioplasmático o cinturón electromagnético, que llamamos “Aura”.
Para realizar el ejercicio de activación de chakras y limpieza del Aura, empezaremos primero por ubicarnos de pié, con los talones juntos. A continuación frotamos rápidamente las palmas de nuestras manos, y luego las ubicamos detrás de la nuca, sin tocar la piel. La idea es sentir como el magnetismo, ese agradable calor y cosquilleo que sentimos proveniente de las palmas de las manos y las yemas de los dedos, va masajeando y relajando la piel, los músculos, y los huesos.
En seguida, lentamente vamos a ir elevando las palmas de las manos recorriendo la nuca, la parte posterior de la cabeza, la coronilla y llegaremos hasta la frente. Sentimos entonces, cómo la energía va relajando y armonizando toda esta parte de nuestro cuerpo. Paralelamente mantenemos la respiración lenta y profunda, por la nariz. Inhalando y exhalando lentamente, lo más lentamente posible.
Ejercitando la imaginación, vamos visualizando que la energía va penetrando nuestros huesos del cráneo, va envolviendo nuestros ojos en luz, restaurando la normal visión y la salud a nuestra vista. Después, colocamos las palmas a la altura de las orejas, sintiendo la energía, ese agradable calor que cubre nuestros oídos, restaurando la normal audición, y el equilibrio en nuestro cuerpo.
Ubicamos enseguida las palmas de las manos sobre el rostro. El calor y el magnetismo lo vamos sintiendo en los músculos de la cara que se van relajando. Envolvemos en luz la lengua, y los dientes, liberándolos de toda concentración de energías nocivas o enfermedad.
Descendemos muy despacio con nuestras manos en dirección al cuello, envolviendo en luz la garganta, y la glándula tiroides. Armonizamos esta parte de nuestro cuerpo sintiendo la energía que todo lo limpia y sana.
Vamos a frotar nuevamente las palmas de las manos, y a continuación ubicamos el brazo izquierdo al lado del cuerpo, y con la mano derecha, vamos a ir recorriendo el brazo izquierdo por delante y por detrás. Descendemos desde el hombro izquierdo hasta la mano y los dedos, sintiendo un agradable calor que relaja y sana nuestro brazo izquierdo. Toda contaminación, toda acumulación de energías nocivas, todo bloqueo energético o dolor desaparece. Hacemos lo mismo con el brazo derecho, el cual estiramos. Y con la mano izquierda bajamos lentamente por delante y por detrás limpiando las energías, liberándonos de toda enfermedad presente o futura.
Una vez más frotamos las palmas de las manos, y las ubicamos ligeramente sobre nuestro pecho. Sin tocar el cuerpo. Y manteniendo la respiración lenta y profunda, descendemos sintiendo ese calor y magnetismo que va envolviendo al corazón y a los pulmones, sanándolos y limpiándolos de toda contaminación. Vamos a ir sintiendo como los latidos del corazón se van haciendo cada vez más lentos.
Descendemos hacia el esófago, el páncreas, el vaso…Nuestras manos van bajando y en nuestra mente vamos visualizando como cada órgano va siendo envuelto en luz, en energías muy positivas. Llegamos a los intestinos, los masajeamos con la energía.
Frotaremos en éste momento nuevamente nuestras palmas, y ubicamos ahora las palmas por detrás, a la altura de nuestros riñones, y las dejamos un momento, mientras sentimos un agradable calor en los riñones y en la cintura, sanando y relajando. Después vamos a ir bajando con las manos por detrás, doblando poco a poco nuestras rodillas.
Bajamos con las manos envolviendo en energía nuestros glúteos, también las piernas, luego las pantorrillas, los talones y finalmente los pies. En ese momento sacudimos nuestras manos como deshaciéndonos de toda energía nociva o exceso.
Nuevamente frotamos las palmas de las manos, y las ubicamos inmediatamente a la altura de nuestros órganos sexuales, sintiendo la energía que sana, limpia, reconstituye esa parte de nuestro, armonizándola. Vamos descendiendo con nuestras manos por encima de las piernas, los muslos, las rodillas, en dirección a los pies, los talones, los empeines, las plantas y finalmente los dedos. Sacudiendo entonces nuevamente nuestras manos.
Después de este sencillo primer paso, vamos al segundo, que consiste en colocar nuevamente el brazo izquierdo extendido hacia un lado del cuerpo, y ubicamos los dedos de la mano derecha apuntando en dirección hacia nuestras entrepiernas. Tomamos a continuación una respiración lenta y profunda por la nariz, y en ese momento visualizamos, cómo desciende del cosmos sobre nuestro planeta, nuestro continente, nuestra ciudad, el lugar en donde nos encontramos, y finalmente sobre nuestras coronillas una energía en espiral de color rojo brillante. Es la energía del amor, la pasión y el sentimiento. Y esa energía va descendiendo a lo largo de nuestra columna vertebral, envolviéndonos por dentro y por fuera en la energía del amor. Y esta energía va a terminar concentrándose a la altura de nuestro cóccix, adquiriendo la forma mental de un cuadrado rojo, que simboliza “que hasta para amar hay que aprender”.
Tomamos una nueva respiración. Inhalamos, y al exhalar vamos a ir moviendo nuestra mano derecha, de tal manera que los dedos de la mano van a ir girando de derecha a izquierda formando un espiral, luego vamos extendiendo el movimiento a toda la mano y luego al brazo, haciendo el espiral cada vez más amplio. En ese momento visualizamos en nuestra mente el espiral rojo que poco a poco se va convirtiendo en un óvalo de color rojo brillante. Cuando ya sentimos que esa energía gira por si misma, detenemos la mano derecha y la ubicamos a la altura de los órganos sexuales. Allí , reemplazamos los dedos de la mano derecha por los de la izquierda. Brazo derecho queda relajado a un lado del cuerpo.
Tomamos una nueva respiración profunda… Retenemos …y al exhalar, visualizamos cómo desciende del universo, y de forma espiral, la energía del color naranja brillante, que va ingresando por nuestra coronilla, va envolviéndonos por dentro y por fuera en la energía de la Creatividad, de la Voluntad, del carácter y el temperamento positivo. Y esta energía va a terminar concentrándose a la altura de los órganos sexuales, adquiriendo la forma de un triángulo naranja, que simboliza “la voluntad espiritual.”
Inhalamos nuevamente, lo más lentamente posible …Retenemos, y al exhalar, vamos a ir moviendo los dedos de la mano izquierda, de izquierda a derecha, luego la mano y finalmente con todo el brazo haciendo un espiral que empezando desde nuestros órganos sexuales, se va extendiendo y cubriendo todo nuestros cuerpo. Vamos a fortalecer nuestra voluntad, a dominar nuestro carácter y tornar nuestro temperamento más positivo.
La espiral de color naranja va empujando al color rojo hacia el exterior de nuestra aura, y es ahora el color naranja el que nos cubre, transformándose la espiral en un óvalo de protección de color naranja. Cuando ésta energía gira por sí sola, detenemos la mano izquierda, y ubicamos nuestros dedos apuntando en dirección hacia el plexo solar, ligeramente por encima del ombligo. Luego reemplazamos los dedos de la mano izquierda por los de la derecha, brazo izquierdo queda a un lado del cuerpo, relajado.
Vamos a tomar una nueva inhalación lenta y profunda…Retenemos…Y al exhalar visualizamos todos, cómo una energía maravillosa de color dorado procedente de todos las estrellas de color dorado de la Galaxia y del universo, irradian su luz a la Tierra, y esa energía de forma espiral va descendiendo sobre nuestro planeta, va descendiendo sobre nuestro país, nuestra ciudad, sobre el lugar donde nosotros nos encontramos, y sobre nuestra cabeza, ingresando por nuestra coronilla, bañándonos por dentro y por fuera con la energía de la luz dorada. Esta es la energía del equilibrio, de la sabiduría, de la inteligencia y de la conciencia despierta. Sentimos todos cómo la energía se concentra en nuestro plexo solar, y allí va adquiriendo la forma de un disco dorado, símbolo de la unidad en la luz.
Tomamos una nueva inhalación…, retenemos ,y al exhalar , a partir de un punto de luz dorada, ubicado en el plexo solar, vamos a ir girando con nuestra mano derecha, de derecha a izquierda, desenvolviendo un espiral de energía que nos devuelve el equilibrio y la armonía. Esta energía de luz dorada desplaza al naranja y al rojo hacia el exterior del aura, envolviéndonos por fuera y por dentro.
Y cuando ya sentimos que ésta energía gira por sí sola convirtiéndose en un óvalo de luz dorada, detenemos nuestra mano, ubicando los dedos de la mano derecha a la altura del corazón, y los reemplazamos por los dedos de la mano izquierda. El brazo derecho queda a un lado del cuerpo, relajado.
Tomamos una nueva inhalación, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar, visualizamos cómo una energía de color verde brillante asciende y desciende sobre nosotros. Es la energía de la Madre Tierra, y de todos los planetas de ésta galaxia y del universo, que la comparten con nosotros. Es la energía de la vida, de la esperanza, de la sanación, de la verdad, del amor y respeto a la vida. Esta energía desciende de forma espiral sobre nosotros, ingresando por nuestra coronilla, envolviéndonos por dentro y por fuera con salud, y va ingresando hasta ubicarse a la altura del corazón, y allí va adquiriendo la forma de una cruz de cuatro lados iguales, símbolo de la actitud positiva, secreto de la salud, física, mental y espiritual. De ahora en adelante habremos siempre de sumar, jamás restar y menos aún, dividir. Nuestra existencia será de ahora en adelante un canto a la vida y a la esperanza. Sentimos la sanación que recorre todo nuestro cuerpo.
Manteniendo siempre la respiración lenta y profunda, vamos a empezar a girar con la mano izquierda que la tenemos apuntando al corazón, y lo hacemos girando de izquierda a derecha formando una espiral de luz verde brillante. El color verde nos envuelve completamente por dentro y por fuera, empujando a los demás colores hacia el exterior del aura.
Cuando ya sentimos que esta energía de color verde gira por sí sola convirtiéndose en un óvalo verde brillante que nos envuelve, detenemos la mano izquierda ubicándola a la altura de la garganta, y la reemplazamos por la mano derecha. Brazo izquierdo queda a un lado del cuerpo, relajado.
Tomaremos una nueva inhalación, inhalamos…Retenemos…, y al exhalar visualizamos cómo desde el cosmos desciende sobre éste lugar, una energía de color celeste aguamarina que ingresa en forma espiral por nuestra coronilla, envolviéndonos por dentro y por fuera, concentrándose finalmente en la garganta, adquiriendo la forma simbólica de una media luna celeste aguamarina. Esta es la energía del poder de la palabra, de la magia del verbo, de la mejor buena relación con los demás, del poder influir positivamente en los demás.
Tomamos una nueva inhalación…Retenemos…Y exhalamos, empezando a girar con la mano derecha, de derecha a izquierda activando el poder de la palabra. De ahora en adelante siempre hablaremos de forma positiva y constructiva, sin juzgar ni señalar, concientes y responsables de todo lo que decimos y de cómo lo decimos, porque con la palabra se construye pero también se destruye y se contamina.
Poco a poco la espiral que vamos haciendo se va ampliando, llegando a convertirse en un óvalo de color celeste que va desplazando a los demás colores hacia el exterior del aura. Es ahora el celeste, el más cercano al cuerpo, y el que nos envuelve por dentro y por fuera. Cuando ya sentimos que la energía gira por sí sola, detenemos la mano derecha apuntando hacia el entrecejo, y la cambiamos por la mano izquierda, que queda con los dedos apuntando a nuestra frente.
Inhalamos profundamente…Retenemos…Y al exhalar lentamente, visualizamos una energía maravillosa de color azul marino que desciende del cosmos. Es la energía de la espiritualidad, una luz que proviene de todas las estrellas azules de la galaxia y del universo, y que ingresa de forma espiral sobre nosotros. Todos sentimos cómo esa energía azul nos envuelve por dentro y por fuera bañándonos en una protección espiritual muy intensa.
Tomamos una nueva respiración, y al exhalar a partir de un punto imaginario ubicado en el entrecejo, que adquiere la forma simbólica de una estrella de seis puntas azul marino, símbolo del equilibrio espiritual, empezamos a girar con la mano izquierda, de izquierda a derecha formando un espiral que activa el color azul en nuestra aura y el chakra del entrecejo.
Cuando ya sentimos que esta energía gira por sí sola convirtiéndose en un óvalo de color azul que nos cubre completamente, empujando a los demás colores al exterior del aura, detenemos la mano izquierda ubicándola a la altura de nuestra coronilla, en la cabeza, con los dedos apuntando hacia abajo. Y los reemplazamos por los dedos de la mano derecha. Brazo izquierdo queda a un lado del cuerpo, relajado.
Inhalamos profundamente… Retenemos, y al exhalar visualizamos una energía de luz violeta que baja del universo procedente del Sol central de la galaxia, y de todas las estrellas violetas del universo. Es la energía de la transmutación, del cambio, de la mística, de la fe y de la magia. Esta energía desciende de forma espiral ingresando por nuestras coronillas, bañándonos por dentro y por fuera, empujando a los demás colores hacia fuera, siendo la luz violeta ahora la más cercana a nuestro cuerpo. Esta energía se concentra en nuestra coronilla, y va adquiriendo la forma simbólica de una flor de loto violeta, aquella que surge en medio del pantano, aportando el más exquisito aroma. Esto nos recuerda que debemos ser capaces de elevarnos por encima de nuestros defectos y errores.
Tomamos una nueva inhalación, y al exhalar vamos a ir girando de derecha a izquierda con la mano derecha desenvolviendo una espiral de luz violeta. Mientras lo hacemos visualizamos la energía que gira y nos envuelve por dentro y por fuera, hasta que se va convirtiendo en un óvalo de luz violeta. Cuando sentimos que la energía gira por sí sola, detenemos la mano, la elevamos por encima de la cabeza y luego descendemos relajando el brazo.
Hemos completado el segundo paso, por lo que ahora lo que haremos será colocar nuestras manos por delante del cuerpo sin tocarlo, formando con los dedos, un triángulo con la punta hacia abajo, ubicándolo a la altura de las entrepiernas, sin tocar el cuerpo. Y para activar aún más el vórtice de energía del cóccix, vamos a vocalizar por tres veces la vocal “O”, pero en un tono bajo, grave.
Inhalamos todos…Oooooooooooo….
Ahora colocamos nuestras manos formando con los dedos el mismo triángulo, pero con la punta hacia arriba, ubicándolas a la altura de los órganos sexuales. Y para activar el vórtice de los órganos sexuales, vocalizamos nuevamente por tres veces la letra “O”, pero en un tono más aguda, más alto.
Inhalamos…OOOOOOOOOOO…
A continuación vamos a ubicar las manos a la altura del plexo solar, ligeramente por encima del ombligo, y con los dedos formamos un círculo. Y activaremos el vórtice de los órganos sexuales vocalizando por tres veces la vocal “A”, pero en un tono grave, bajo.
Inhalamos…Aaaaaaaaaaaaa…
Seguimos ascendiendo, y ahora colocamos las manos con los dedos formando un rombo el cual ubicaremos a la altura del corazón. Activaremos aún más el vórtice del corazón, vocalizando por tres veces la letra “A”, pero en un tono más agudo, más alto.
Inhalamos…AAAAAAAAAAAA…
Llegamos todos a la garganta, y colocamos allí nuestras manos formando un triángulo con la punta hacia abajo, y activaremos el chakra de la garganta, vocalizando por tres veces la letra “E”.
Inhalamos…Eeeeeeeeeeeeeee…
Ascendemos todos hacia el entrecejo, y ubicamos nuestras manos siempre sin tocar el cuerpo, con los dedos formando un triángulo con la punta hacia arriba. Y activamos el vórtice del entrecejo, vocalizando por tres veces la “I”.
Inhalamos…Iiiiiiiiiiiiiiiii…
Finalmente llegamos a la coronilla, y ubicamos nuestras manos por encima de la cabeza con las palmas juntas y los dedos separados, como en posición de recibir, simulando la flor de loto. Vamos a activar aún más el vórtice de la coronilla vocalizando por tres veces la palabra “AUM”.
Inhalamos…Aaaauuuummmm………
Finalmente, abrimos lentamente los brazos en arco alrededor de nuestro cuerpo, y quedamos todos en perfecta paz y armonía, pudiendo abrir los ojos.