lunes, 7 de febrero de 2011

He leído la Carta de Luis Fernando y aunque no debe causarme sorpresa, confieso que desde tiempo atrás vengo guardando los artículos Rahma que comparto, en una carpeta titulada: "El Legado de Papá para Fabrizio" (mi hijo), en dos sub carpetas "Tiempo Nuevo" y "Tiempo Ulterior"; asimismo, lo anunciado por LF me hizo recordar la comunicación "Popocateptl", que retrasmito.

Un abrazo a todos.
victor callirgos diaz
POPOCATEPTL


Los Convocados acudirán; el llamado interior de Los de las Vestiduras Blancas ilumina el corazón de quienes están preparados para el contacto con los Guardianes Antiguos; recibirán para la misión las llaves que abrirán los cofres de la información; eslabón necesario en esta parte, donde unos por todos traerán buenas nuevas; cosas que estaban ocultas y que ahora se sabrán confirmando la presencia de la Hermandad en el plano humano, cumpliéndose lo prometido en comunicaciones anteriores.

Los que acuden, cuyas vibraciones cósmicas se complementan completan los 12, será para comprender el símbolo del Arca del Pacto y del Libro de Los de las Vestiduras Blancas protegido allí. Todos están invitados a estar presentes espiritual y mentalmente, porque los que van entrarán por la puerta, verán y comprenderán. Será de modo que la entrega total del corazón palpitará al unísono con lo que buscabais, hallándolo en vosotros: el Corazón de Dios, Vuestro Profundo Amor.

Entonces será comprendido el camino y la misión, asistidos desde lo alto por la Hermandad Blanca del Espacio, con el compromiso que conlleva la participación de los 24 Ancianos de la Galaxia , en la hora que el Redentor lleva a cabo su obra cósmica de reconciliación. Los Mundos de la Confederación esperaron este instante que embriaga a la tierra de una purificadora radiación.

Tened paz, conservad la paz, porque desde lo alto al final veréis una gran bendición. Omuni, Astar y Ossim.


CONTACTO ULTERIOR

06/02/2011 Hora: 17:20

Os convocamos y he aquí estamos presentes vuestros Hermanos de los Retiros Interiores; el Maestro Soriam, desde el Retiro del Lago Sagrado, a cuyas aguas habéis sido convocados desde el principio. El llamado es potente como potente es la luz que ilumina vuestro corazón. ¿Quién oyó el mensaje? ¿Quién tuvo paciencia y comió la luz con amor iluminando las entrañas más profundas de su propio corazón?

Os lo diré, hemos salido a todos los caminos, llamándolos, tocando sutilmente vuestro interior para que os apercibáis de la verdad y que ésta iluminase vuestro cielo mental trayendo a vosotros el contacto y el recuerdo de vuestra propia historia; y estos rayos ya no se pueden detener. Tal es la fuerza irreversible que eslabona los acontecimientos, que es menester estar preparados y oír desde el fondo de vosotros mismos para que no os convirtáis en obstáculos de vuestro propio despertar.

La antorcha está encendida y no es muy largo el trecho de túnel que os falta caminar, pues está cerca de vosotros vuestra propia luz. Mirad la Atlántida de donde habéis venido, abrazaos con el reencuentro de vuestro pasado, fortaleced vuestro espíritu y caminad. Los comprometidos de siempre lo saben y lo harán, porque en ellos brilla la estrella de la reconexión, sacrificio, sacro oficio por la humanidad. Si no lo sentís, dejad pasar. Las huellas de los que vienen detrás necesitan y piden espacio para poder pasar.

Rahma, misión de amor y contacto por la humanidad y el reencuentro de quienes impulsados por el amor se ofrecieron a sí mismos, voluntariamente, para llegado el tiempo ofrendarse a la verdad sin temor, mirando con los ojos de la mente el Tiempo Real en sí mismos, potestad que os fue anunciada y que habríais de comprender cuando recordaran de dónde vinieron y el compromiso que sellaron con sus labios depositándolo en su corazón. Volverán los que vinieron, cantando el gozo misterioso que impele su corazón, pues entendieron el milagro de la ascensión cuando interpretaron en sí mismos la majestad del amor. Todos a una, muy unidos, abrirían las puertas del amor. Paz.

Si deseas alcanzar las cimas del cielo busca con denuedo el Nombre de Dios. Una vez hallado, santifícalo hasta la total comunión: "Yo soy la puerta y la comunión". - El Nombre de Dios está en tu boca, contigo; pero tú, hazle altar en tu corazón - Ésta es la obra del Nombre: ¡Jesús!, y su gloria mayor: ¡La