MÉTODO DE TRABAJO AL INTERIOR DE LOS
GRUPOS RAHMA-
Sixto Paz Wells
INTRODUCCIÓN
Debemos tener siempre presente que Rahma tiene orígenes distintos a otras organizaciones que existen, y que siendo sus orígenes distintos también lo son sus propósitos y objetivos. Debe, por tanto, alejarse lenta pero progresivamente de las formas, sistemas y métodos clásicos por los que transitan las organizaciones comunes en esta vida.
Es preciso evocar permanentemente dentro de nosotros, que Rahma nos anuncia la conjunción de dos grandes acontecimientos: La formación del nuevo hombre y el advenimiento de una nueva era, y que todo se resume en llegar preparados a esta conjunción, y que de no ser así, el hombre perderá mucho más de lo que pueda imaginarse y junto con él, la humanidad. Ya lo dijeron los Guías: "Vuestra responsabilidad es mayor a la de cualquier gobernante".
Los Guías y Misión Rahma representan una enseñanza y no solo un aspecto más del fenómeno OVNI. Es una enseñanza actualizada que permite verificar su procedencia ,y si sabemos que Rahma es Amar, esto quiere decir que debemos amar la enseñanza; y quién no ama la enseñanza, no podrá adquirir el nuevo conocimiento que ella nos trae ; y sin nuevo conocimiento, el hombre no podrá conocer nada nuevo en si mismo. No sabrá conocerse ni conocer a los demás; por tanto tampoco podrá Amar y es que se ama en la luz y la luz es conocimiento aplicable para que se transforme en sabiduría.
Así como dicen que preguntando se llega a Roma, podríamos decir también, que preguntando se llega a Rahma y por simple coincidencia, sabemos que Roma es Amor y Rahma es Amar. Preguntamos pues:
DIFUSIÓN Y CAPACITACIÓN. ¿Para que? ¿Frente a que? y Con qué? ¿Cómo, Cuando, y Dónde? Son las preguntas de estilo, que a veces nos conducen a algo y otras veces nos confunden. Mejor preguntemos ¿Qué es primero? difundir para capacitar o capacitar para difundir? O quizás los dos a la vez (para avanzar) Pero precisando, podríamos decir: que no puede haber difusión sin capacitación ni capacitación sin difusión; y que si buscamos capacitarnos para hacer, difusión, debe entonces difundirse todo aquello que ayuda a capacitarnos. Parece un juego tonto de palabras pero no es así, son justas inquietudes que debemos plantearnos. Entonces precisemos aún más lo antes dicho: no puede haber difusión y capacitación hacia fuera, si antes no hay capacitación y difusión hacia dentro.
Los Guías se refieren a hacer trabajo en casa o hacia dentro de Rahma, en los Grupos de Trabajo; y aún mucho más dentro de la en la propia familia y al interior de cada uno, entonces llegamos al fondo, llegamos a nuestra condición de seres de tercera dimensión . Y aquí tenemos que decir algo:que siendo seres de tercera dimensión , ningún proyecto, ningún plan puede caminar y culminar sino está diseñado, o estructurado de acuerdo a tres reglas universales que se dan en todas las cosas que nos rodean; reglas que solo varían proporcionalmente según el nivel o escala en que se desarrollan. Rahma transitó... y sigue transitando por estas tres reglas o tres líneas de trabajo, que deben cumplirse en todas las cosas que queramos hacer. Son las tres Santas Fuerzas. Hasta podríamos llamarlas la Santísima Trinidad del Trabajo y hasta podemos, adaptarles un slogan: "Las tres para una y una para las tres". En el tema que estamos tratando de Difusión y Capacitación podemos aplicarlas y adaptarlas de la siguiente manera:
La primera línea de trabajo es: DIFUSIÓN Y CAPACITACIÓN PARA CONSIGO MISMO. Quiere decir esto que en el proceso de identificación con el mensaje, debemos hacer de éste nuestro estilo de vida, que en todas nuestras partes y regiones profundas en donde todavía no llega el mensaje ni la enseñanza Rahma, debemos difundir en ellas y capacitarlas. Significa un cambio en nuestra forma de vida o más bien de actitud frente a la vida. Leemos en la Biblia que dice... ”y cuando se predique el Evangelio hasta el último rincón de la tierra (en este caso nosotros) entonces vendrá el fin". El fin no de lo bueno, de lo trabajado, sino de lo ignorante, falso y caótico que aún vive en nosotros... Y esto es búsqueda y responsabilidad de cada uno, amando e interpretando con "discernimiento" la enseñanza Rahma, orientada hacia el trabajo y la preparación individual para cumplir una finalidad colectiva.
La Segunda Línea de Trabajo es: DIFUSIÓN Y CAPACITACIÓN PARA CON LOS DEMÁS Y JUNTO A LOS DEMÁS; difundiéndose y capacitándose mutuamente, compartiéndose y enseñándose el trabajo de la primera línea y es que no hay primera sin segunda.
La Tercera Línea de Trabajo es: LA LABOR DE TRADUCIR EL SIGNIFICADO INTERIOR que tiene la difusión y capacitación dentro de un plan mayor dentro de la Misión. Desarrollando conceptos más profundos que ayuden a elevar el nivel de las dos líneas de trabajo anterior. Cuanto más me preparo tanto más profundamente siento y entiendo el espíritu del mensaje de la misión,
motivándome a hacer de mi vida un reflejo de la enseñanza.
Aquí viene entonces aquello de que por mas que los Guías nos quieran ayudar no pueden hacer ellos lo que nosotros tenemos que hacer por nosotros mismos y eso es: la observación crítica del proceso de nuestro desenvolvimiento al interior de Rahma. Que sin menoscabar el empeño y la buena voluntad y preocupación de algunos hermanos que son la excepción, todavía hay una falta de un mayor empeño en autoprepararse, de autodifundirse, y autocapacitarse.
Hermanos, observando la importancia de practicar las tres líneas de trabajo, en difusión y capacitación, nos damos cuenta de que no podemos descuidar ninguna, porque una nos conducirá a la siguiente, y a través de ellas veremos realizar la Misión.
Las tres líneas de trabajo se dan en el nivel de compromiso de cada grupo, pero también las tres líneas se dan en el nivel de Rahma como un todo, como organización. Son dos niveles que es posible observarlos y trabajarlos, pudiendo existir otros niveles hacia más abajo o hacia más arriba.
Rahma procura formar grupos que a su vez formen otros como parte del espíritu misionero de universalismo y descentralización, trascendiendo fronteras y liderazgos. Una gran familia humana compuesta de células en proceso de diferenciación, que si en algún momento fueron lo mismo, terminan haciendo cada uno su labor como parte de un todo, donde cada parte es útil y necesaria.
Cada grupo, cada miembro de grupo y la Misión en si misma, debe ser un difusor y un capacitador en los aspectos del mensaje con los cuales se siente identificado, que podemos llamar “su especialidad ” para lo cual fueron formados. En cada grupo se debe fomentar la recepción de mensajes de los Guías por parte de los más aptos, equilibrados y maduros, para que estas canalizaciones se den de una forma responsable. Así cada grupo con sus antenas y recepciones, con sus experiencias y confirmaciones avanzará con autonomía y de una manera autosostenida.
La ecuación amor + humildad + responsabilidad + disciplina = conexión cósmica, cosechará inmediatamente sus frutos prácticos permitiendo el avance firme y seguro hacia la consecución de los objetivos de la misión. Y lejos de producir algún tipo de competencia o rivalidad en los grupos, el compromiso avalado por la entrega y el apoyo de los Hermanos Mayores trascenderá los posibles conflictos que puedan surgir de los egos. No hará desaparecer los problemas pero dará la madurez como para no darle mayor importancia, por cuanto los grupos como las personas son diferentes y complementarios en el trabajo .
El principal objeto de este planteamiento es expandir las responsabilidades de la misión a todos los grupos y a partir de cada grupo a cada miembro de grupo.
"NO PODEMOS CIERTAMENTE DECIROS CUANTO PODÉIS DAR O COMO HACERLO, PORQUE TAL ES VUESTRO MERITO. BIEN LO SABÉIS. (Los Guias)
MÉTODOS DE TRABAJO AL INTERIOR DE LOS GRUPOS DE MISIÓN RAHMA
1. Misión Rahma: Un Camino Nuevo Para Llegar a un Fin Conocido. No vamos a comentar sobre los grupos humanos en general porque en esencia todo apunta hacia lo mismo, sino de los grupos Integrados por personas que en ésta época de cambio y transformación han elegido o están en la búsqueda de un camino nuevo o una forma diferente de transitar el ya conocido. Un camino distinto en su dinámica a todos los caminos que hasta ahora conocemos y que recoge la oportunidad de tener y mantener una vía de relación con lo superior de una manera continua; un camino y un caminar que se ha convertido en la cosa más importante de nuestras vidas, por cuanto termina siendo nuestra propia vida: una vida manifestada en el servicio de despertar consciencias.
A tal grado se da el proceso de identificación con ésta misión como camino, qué todo cuanto estuviese ocurriendo o pudiese ocurrir a nuestro alrededor generado por nuestra entrega y preparación va ha ser el instrumento mediante el cual podremos realizarlo.
2. Misión Rahma: Apertura de un Nuevo Conocimiento. Quienes hemos transitado por diversas experiencias, llegamos a ciertas conclusiones. Una de ellas es que todo cambio, toda transformación, todo despertar viene acompañado de un nuevo conocimiento, de una nueva forma de pensar que parte de un cambio de actitud frente a la vida ; por lo que deducimos que es necesario y urgente tomar contacto con ese pensamiento real y viviente, que debe existir, que tiene que existir en alguna parte del cual el hombre hace tiempo se ha alejado y que en esta nueva era algunos empiezan a percibirlo, otros a aprenderlo y también aquellos que inician el recuerdo, ya sea con ayuda de los Guías u otras experiencias o fuentes a las cuales tenemos acceso.
3. Misión Rahma: Misión de Conjunto, de Común-Unidad. Otra conclusión a la cual se llega, es que el hombre en las actuales circunstancias y condiciones de vida, sólo y por sí mismo le resulta difícil terminar de despertar hacia una evolución, confundiéndose muchas veces con espejismos que engañan haciéndole caer en otra clase de sueño, por eso creemos que los esfuerzos personales y colectivos tienen que darse de una manera conjunta , aunque como bien sabemos: el avance es personal e intransferible. Lo que alcancemos individualmente y como grupo sumados servirá de inspiración para comprometer a otros en el intento de su propio despertar.
El ser humano necesita de otros que también deseen despertar, necesita unirse a aquellos que de igual forma han comprendido que a fin de conseguir algún resultado, tienen que decidirse a luchar juntos, a ayudarse mutuamente. Se abre entonces la posibilidad de alternar con otros seres que no están ya dispuestos a seguir comulgando con las usuales formas de mentiras y "obvios absurdos de este mundo"
Son estos algunos de los casos por los cuales surgen los grupos de trabajo, con un objetivo común: combinar esfuerzos intercambiar experiencias, enseñarse mutuamente en camino a convertirse el grupo en un auténtico y positivo centro de desarrollo.
Esta es una parte de la teoría y como teoría es fácil de decirlo. Por tanto no se espera que se logre lo que se pretende, sino que simplemente se intente, ese es el trabajo, es el PODER DE HACER en el hombre y la mujer del Nuevo Tiempo. La constancia hará el resto pues lo primero que irán cosechando será la voluntad que permite materializar los ideales.
4. En Busca de la Herramienta Perdida : El Grupo de Trabajo. Formar un grupo de trabajo no es cosa fácil, no es juntarnos rodeados de cuatro paredes y bajo un techo o salir al campo para imaginar o creer que ya funcionamos como grupo de trabajo. No. Un grupo de trabajo es una gran cosa, es la cosa más hermosa que nos pueda ocurrir, es la voluntad colectiva de materializar un ideal alturado.
Organizar un grupo de trabajo requiere conocimientos, que no puede ser el conocimiento ordinario, y requiere a su vez esfuerzos, no de los que estamos habituados a hacer, sino esfuerzos de otra calidad. Entonces por allí empezaremos por volver a encontrar esa valiosa herramienta perdida, el laboratorio de nuestras experiencias pasadas, todo lo que es nuestro bagaje anterior al servicio de la consecución del Plan Cósmico.
5. Grupo de Trabajo: Primer paso: El Propósito Común. Se forma un grupo para iniciar un trabajo concertado y preciso. Para este trabajo es imprescindible el propósito común. Esto deberá ser bien comprendido por cada miembro del colectivo. Entonces, recién toma forma el grupo, pero mientras no exista una tarea principal, un ánimo y una mira común, no será sino un remedo de grupo o un eterno grupo de carácter preparatorio. Nosotros nos estamos proyectando para llegar a ser un grupo de grupos de verdad y la única forma de prepararnos es tratando de imitar a un grupo ideal, tal como debe ser.
6. Grupo de Trabajo: Lugar de Hermandad y Ayuda Mutua. Un grupo debe trabajar como una máquina, cada uno de los hermanos es como una pieza ubicada en el sitio correcto, funcionando armoniosamente. En un grupo puede haber intereses personales que se opongan a los intereses del trabajo en conjunto, por lo cual debemos desde un inicio ser honestos conociéndonos en profundidad, dialogando para lograr la sintonía, ya sea renunciando a ciertas posturas o respetando al grupo alejándonos de él. En un grupo no puede haber simpatías ni antipatías personales que perjudiquen el trabajo, para evitarlo debemos saber estructurar los grupos de acuerdo a afinidades y exagerar los mecanismos de comunicación entre nosotros. Si no hay telepatía lograr entonces primero la empatía.
En un grupo todos sus miembros son amigos y amigas, hermanos y hermanas en el trabajo y solo pueden ayudarse a si mismos en el grado que cada uno ayude a los demás; y también, sólo podrán ayudarse en el grado que ayuden al instructor a cumplir con su tarea. La ayuda que se den no va a ser por la cantidad de afectos que se manifiesten, sino por el número y magnitud de los esfuerzos conjuntos.
7. Grupo de trabajo: Elección para la tarea común. La primera e importante característica de los grupos, es que no se constituyen inicialmente , y en la mayor parte de las veces de acuerdo a la elección personal de sus miembros sino que los grupos son constituidos desde el punto de vista del propósito del trabajo, y de que sus integrantes puedan ser útiles entre si mismos. Este es un asunto que el instructor debe conocer y manejar. (Detengámonos en una reflexión.) Somos realmente útiles entre sí,? o por el contrario, nos anulamos unos a otros, o en el peor de los casos ocurre que hay una indiferencia o falta de criterios que conduce al grupo a la rutina y la apatía desesperante?
8. Grupo de Trabajo: Primera Tarea: La Conciencia de Si.
El primer objetivo de un hermano o una hermana que se inicia en un grupo debe ser el estudio de sí mismo, y este estudio solo puede hacerse en grupos debidamente organizados. Referíamos el hecho que al ser humano por si solo le resulta difícil hacer muchas cosas, así también aseveramos que por si solo le resulta dificultoso verse a si mismo tal cual es , por lo tanto, no podrá conocerse o lo hará defectuosamente impidiendo que pueda trabajar sobre todos sus defectos o sobre los principales. Pero cuando cierto número de hermanos se juntan con ese mismo propósito, entonces se ayudarán unos a otros y es que una de las características más curiosas de la vida humana es que uno advierte más rápidamente los defectos ajenos que los propios.
9. Grupo de Trabajo: Ningún Beneficio Particular. El verdadero beneficio y utilidad, de un grupo lo determinan sus resultados, y no hay resultados si no hay previamente esfuerzos o en todo caso, pueden haber resultados pero no servirán de mucho si los esfuerzos no son los correctos.
Debemos cuidar de no incurrir en los errores de otros grupos que mantienen una vigencia forzada basada en la especulación y el sensacionalismo, en la tradición o el misterio, en la imaginación o el miedo. La continuidad del grupo estará basada en su capacidad de lograr y mantener de una forma real y contundente la conexión cósmica con los Hermanos Mayores del Universo, y la conexión con sus miembros.
10. Misión Rahma: ¿Solo un Grupo de Grupos? Rahma dio un paso correcto al organizarse mínimamente, o como diríamos, de una forma sencilla y práctica en los primeros grupos de trabajo, similares y conectados entre si a través de sus instructores que compartían el grupo base o grupo madre original.
El siguiente paso en el grupo de grupos es que nos preparemos todos para cumplir un objetivo o plan mayor, sin estorbarnos o entorpecernos unos a otros nuestro andar, y sin perder la sencillez y la humildad.
No olvidemos hermanos, que somos el grupo de cambio y no el grupo para el cambio. Que no buscamos ser ejemplo de virtud, sino la virtud misma. Que trabajamos para establecer un Puente de Comunicación con el Cosmos, siendo nosotros mismos el Puente. Para esto seamos siempre conscientes de la necesidad de enseñar con el ejemplo la importancia del dialogo fraterno, del desapego y la necesidad de ser universales, mostrando con nuestro desenvolvimiento que no estamos aferrados a formas y esquemas rígidos.
11. El Papel del Instructor: Antes que organizar grupos: organiza trabajo. Recordemos lo dicho antes, la única forma de llegar a ser un grupo de verdad es imitando a un grupo tal como debería ser. Aquí entra en escena el instructor, el organizador del trabajo, pues sabe, que es el trabajo el que organiza al grupo y, que si no hay trabajo organizado, tampoco hay grupo.
El instructor está a un paso más adelante que los miembros del grupo (solo un paso que se lo otorga la experiencia) pues es quien entiende y conoce el propósito y plan mayor; es quien está enterado de todo el trabajo en general y en particular, y debe cultivar una cualidad: es quien conoce los problemas del grupo y de cada miembro del grupo.
El instructor tiene que haber transitado a su vez por alguna experiencia de grupo que hoy puede y debe enseñar. En el caso que no existiese el instructor, deberá ocupar éste lugar alguien que sea el más competente para esta labor, que actuará casi como un coordinador. Esta labor, si bien tiene sus riesgos, pues un trabajo de grupo con un instructor inadecuado, solo dará resultados deficientes, debe ser subsanado con la colaboración y ayuda de todo el grupo.
12. La Relación del Instructor con los Miembros del Grupo, y viceversa. En un verdadero grupo de trabajo es importante la relación de plena confianza que debe existir entre los integrantes del grupo y de estos con el instructor. Esta última condición es pieza clave para la continuidad del grupo. Para cultivar la confianza mutua hay que sentar las bases de una genuina amistad entre los miembros del grupo y el instructor.
En el caso de que haya desconfianza, subestima o incompatibilidades, es mejor que el miembro conflictivo del grupo se retire y que busque otro instructor.
13. El Miembro del Grupo: Viene a aprender y no a enseñar.
Es importante recordarle siempre a los miembros del grupo mediante preguntas sueltas en dinámicas de integración tipo lluvia de ideas, qué fue lo que los motivó a venir al grupo del contacto...Y entre otras cosas reiterarles que llegaron al grupo de acuerdo a su identificación previa con el mensaje, para aprender y para trabajar escuchando los planteamientos que tiene Rahma por lo que tienen que darle una oportunidad a la Misión para que el proceso del contacto opere en ellos.
Por lo tanto, si una vez que ha ingresado al grupo un miembro se desilusiona, o se resiste a ciertos planteamientos, o critica las acciones del instructor, o empieza a considerar que entiende mejor como debería conducirse el trabajo en general; y especialmente, sí muestra falta de consideración externa hacia el instructor, falta de respeto, aspereza, impaciencia, tendencia a discutirlo todo, todas estas cosas ponen fin a toda posibilidad de trabajar en el grupo. Y es que a un grupo se llega a trabajar, a aprender, a ser discípulo, antes que ser maestro. Todo puede mejorar y debemos estar abiertos a la crítica constructiva, pero siempre y cuando sea constructiva y respetuosa.
14. El propósito Mayor de la Misión y la integración del Grupo. En el grupo, todo trabajo realizado o por realizar debe tener relación con un propósito, con una finalidad mayor; y este propósito o finalidad es conocida y compartida por el instructor.
En un comienzo no hace falta que el instructor mencione a los demás los detalles de este propósito mayor, pues lo principal es que los integrantes del grupo comprendan primero los asuntos básicos; que sepan y aprendan a vivir la esencia y los principios que en un comienzo aporta la Misión , y que son suficientes para los inicios del trabajo grupal. (Ejemplo de la relación de un niño y sus padres, o el caso mencionado en la Biblia de Adán y Eva con Dios. En ambos casos refiere que en una primera etapa de nuestras vidas recibimos de nuestros mayores los principios y las condiciones suficientes para una existencia y un aprendizaje acorde con nuestras capacidades de comprensión y ejecución. Luego vendrán cosas cada vez más profundas y complejas, que requerirán igualmente una respuesta cada vez más compleja por parte nuestra.
Saberlo todo no es todo: en Rahma ha habido muchos casos de personas que llegan con sed de información y conocimientos pero no están dispuestos a ponerlos en práctica con el mismo entusiasmo. Esto produce un claro desfase entre lo aprendido y lo vivido. Para estas personas el siguiente paso suele ser afirmar de que Rahma ya no colma sus expectativas, no les dice nada nuevo y se marchan si haber hecho lo suficiente por aplicar la enseñanza y darse una oportunidad de vivirlo. Y ciertamente muchos son los llamados por la curiosidad pero pocos los escogidos por la responsabilidad. Muchos se han ido, y han estado sólo de paso, habiéndose arrojado a si mismos, tal es el significado de la parábola de Adán y Eva, que por querer saberlo todo y desobedecer los principios que se les dio en el inicio de su formación, vivieron con el autocastigo de no conocer los propósitos mayores que el Plan Cósmico tiene para ellos.
15. Las Reglas en los Grupos: La Primera Ayuda que Recibimos. En un grupo de trabajo, es indispensable que sus integrantes estén dispuestos a aceptar y cumplir las reglas que se acuerden.
La importancia de las reglas es que estas constituyen la primera y principal ayuda que recibe el que decide trabajar en un verdadero grupo. Las reglas no son para procurarnos un pasatiempo o una satisfacción, tampoco son para hacernos las cosas más fáciles. Las reglas son de dos tipos: Las hay reglas generales o para todo el grupo y hay reglas individuales para cada miembro.
Un ejemplo de regla general es la siguiente: Suponiendo que el objeto principal del grupo es el estudio y conocimiento de la Misión Rahma. Entonces el instructor debe explicar a todos los miembros que tienen que mantener discreción sobre todo lo que oigan y aprendan en el grupo hasta que sepan bien lo que han aprendido y hayan desarrollado el discernimiento como para saber a quien contarle que cosa. La idea básica de esta restricción es que aún no somos capaces de transmitir correctamente lo que vamos aprendiendo y corremos el riesgo de que personas ajenas al grupo interpreten mal todo lo que digamos respecto de la misión dando como resultado tres cosas: 1.- quedamos mal, 2.-hacemos daño a la Misión , y 3.- confundimos a los demás alejando quizás para siempre a un posible hermano de la luz.
Otro ejemplo de regla individual podría ser: que si el objetivo del grupo es el estudio y conocimiento sobre si mismo, entonces el instructor debe tratar de explicar acuciosamente a cada miembro sobre la necesidad de que en las prácticas aprendamos a distinguir entre lo que es algo de interés y trascendencia grupal y lo que beneficia e interesa sólo a cada uno. Osea que es conveniente o no comentar en el interior de las reuniones, sobre todo cuando se trata de ciertas experiencias personales, de interés, exclusivo personal.
16. El Silencio: Acumulador de Fuerza Interior. El silencio es una condición esencial en los grupos de trabajo, esto debe quedar bastante claro y bien entendido desde el inicio del grupo. Porque no se trata de mantener en secreto lo que realidad no es un misterio, ni se trata de privarnos deliberadamente de cambiar opiniones con quienes estamos en contacto directo o de expresarnos siempre que sea en su momento. Aquí también la idea básica de está restricción, es que no somos capaces de mantenernos callados. El silencio es una de las condiciones más difíciles de cumplir. El silencio es una abstinencia qué debemos practicar de vez en cuando y es que, al hombre y a la mujer les resulta difícil mantenerse callados acerca de las cosas que le interesan; nos gusta hablar de ellas con todos los conocidos. Este es el más mecánico de nuestros deseos. Practicar el silencio de vez en cuando es el mejor ejercicio para desarrollar la voluntad. Solo cuando seamos capaces de callar, cuando es preciso callar, podremos llegar a ser dueños de nosotros mismos y no esclavos de los deseos mecánicos.
7. La Sinceridad : Fuerza Creadora de la Razón. La sinceridad es una cuestión de alta responsabilidad, una exigencia que se hace a todos los miembros de un grupo, y que debe encararse como es debido. No nos damos cuenta, que gran parte de nuestras vidas la ocupamos en mentir. Ni siquiera podemos ser sinceros con nosotros ni con el prójimo. Ni siquiera comprendemos que aprender a ser sinceros cuando es necesario serlo es una de las cosas más difíciles del mundo. Creemos que el decir o no decir la verdad, que el ser o no ser sinceros y veraces no es tan serio.
Este es un concepto que debemos desechar de nuestra mente. Y es que no solo se miente con la palabra, sino también con nuestras actitudes, con nuestros sentimientos y deseos, y hasta con el silencio cuando tantas veces suprimimos nuestro deber de decir la verdad. Esto hay que tenerlo presente con toda claridad, sobre todo en relación con el instructor. Pues, al mentir deliberadamente al instructor o suprimir algo que debíamos de decirle, es peor aun que ser grosero o mal educado en su presencia.
18. La Responsabilidad Común : La Base para construir Comunidad. La regla de la responsabilidad común, es un ejercicio que nos aproxima a la posibilidad de aprender a crear y vivir en comunidad. ¿Qué se necesita para practicar este alto nivel de responsabilidad? En un principio todos los miembros debemos entender que en un grupo todos son responsables de sí mismos y de todos los demás, y que un error cometido por un hermano nos perjudica todos, por tanto no podemos desinteresarnos de ello.
La responsabilidad común hay que entenderla y practicarla con la fuerza de nuestro ser interior, hay que interpretarla correctamente. Quiere decir, que los miembros de un grupo no solo son responsables del mejor desenvolvimiento del grupo, el éxito de uno es el éxito de todos. Todos somos responsables, no sólo el instructor.
El fracaso de uno es el fracaso de todos. Un error o una falta grave de un hermano conlleva, a una autocrítica de todos. Una violación de una regla fundamental conduce a la disolución de toda una sesión de trabajo o a la suspensión del grupo. Esto nos parecerá muy radical o exagerado, pero así funciona un auténtico grupo de trabajo. Nuestra preocupación personal y colectiva por el mejor desenvolvimiento del grupo será el indicador que nos hará ver si somos capaces de trabajar por un propósito mayor o sólo servimos para permanecer dando vueltas en el mismo sitio, víctimas de la ley de la recurrencia.
19. Las Tres Líneas de Trabajo que Deben Cumplirse en Todo Grupo. Cada hermano de un grupo de trabajo puede y debe desarrollar su trabajo en tres direcciones:
Primero : Ser útil a la Misión.
Segundo : Ser útil al Grupo; y
Tercero : Ser útil para si mismo.
Lo ideal es que el trabajo en cada grupo de resultados en las tres direcciones. Pero hay que tener paciencia y constancia. Es decir, un hermano puede ser útil al Grupo y, por ese solo hecho es también útil a la Misión , y si es útil a la Misión es también útil a sí mismo, porque se esta dando la oportunidad de conectar con su misión personal y con los propósitos mayores del Plan Cósmico.
Analicemos y evaluemos como las circunstancias exigen que la Misión se cumpla con todos. La correcta exigencia no es tanto que la Misión crezca sino que el mensaje se difunda. Es preferible que sean pocas las personas conscientes de su responsabilidad y sean capaces de actuar positivamente con iniciativa propia, que muchos que están pendientes de lo que alguien dice o hace para seguirlo sin saber por qué o para qué. El mensaje es para todos pero no para todos la preparación.
En el caso del instructor, si éste no está a la altura de las necesidades de la Misión y de los grupos, entonces, se corre el riesgo de que se rompa el nexo entre la Misión y los grupos. En el último de los casos, si la Misión (nos referimos a la Misión Tierra ) no responde a los hechos ni a las exigencias de las circunstancias cósmicas que se vienen dando, entonces de seguro que se desmoronará en el camino sin alcanzar los objetivos.
RESUMIENDO
Las exigencias fundamentales que se han señalado, forman el material que comprenden las reglas que es indispensable que se sigan y se cumplan en todos los grupos, primero a un nivel de imitación del ideal, para luego ir avanzando en profundidad hacia el interior de lo que verdaderamente significa un grupo de trabajo.
Por otra parte, a menudo sucede que al comienzo de cada grupo a muchos no nos gustan que hayan reglas; y hasta nos parece que estas constriñen la libertad , la espontaneidad , la alegría de participar o que son una formalidad aburrida. Pero realmente la intención es otra: la de crear el marco adecuado en el que sabemos podremos desenvolvernos y lograr los objetivos del grupo y por ende, de la Misión.
Rahma es Amar... pero no hay amor sí no hay trabajo en el ser humano... El ser humano debe amar el trabajar por amor y con amor consigo mismo y con los demás, puliendo su propia naturaleza y esforzándose por alcanzar la trascendencia...