viernes, 19 de octubre de 2012

INFORME PERSONAL DEL 1 AL 9 DE AGOSTO 2012
SELVA AMAZONICA PARQUE NACIONAL DEL MANU
MURO DE PUSHARO ~ PAITITI

“LO IMPORTANTE ES EL MENSAJE Y NO EL MENSAJERO”

A todos mis amigos compañeros en esta aventura de la vida y a todos los hermanos en el
mundo de los grupos de contacto que sin dudarlo conozco desde el corazón, desde aquella otra memoria de otros tiempos, que nos ha reunido en este aquí y ahora en misión.
La intensión de este documento será compartir las experiencias vividas en el propósito guiado por los hermanos mayores y la Hermandad Blanca al final de este ciclo; quizá este informe no de muchas respuestas esperando genere más certezas conectándonos más allá de nuestras expectativas, ligándonos al sagrado rincon el corazón

Durante algunos años en los que he participado activamente en el proceso de contacto en mi país México he podido tener claridad en cuanto a mi participación y etapas de la misión ya que los guías han mencionado que este es el momento de recordar (re~ cordis – volver al corazón) para alcanzar cierta comprensión motor para cumplir los objetivos comprometidos desde antaño.

Durante 2007 participando en la activación del Disco Solar en el Valle de las 7 Luminarias (México) conocería a 2 amigos y hermanos que estarían participando en una triangulación de vital importancia ellos realizarían una expedición a Paititi en el Mato Grosso de la selva Amazónica mientras tanto otro grupo estaría en el Lago Titicaca y otro donde todo se inició
en el Gobi desierto de Mongolia Monasterio de Khamar.

Un dato relevante en esta nueva instrucción de trabajo marcado por los guías fueron los mensajes desde 2005 alusivos a un nuevo viaje a la selva Amazónica en 2012 y como punto base el muro de Pusharo sin tener la necesidad de internarse más allá siendo que otros hermanos ya habrían cumplido cabalmente con ese peregrinaje acercándose en 2010 a las zonas arqueológicas de Paititi. El nuevo objetivo era la Puerta, era Pusharo.
Pusharo es un lugar dentro de la selva camino al Pantiacolla al noroeste de la cidad del Cusco en Perú en el que más de un intrépido expedicionario a visitado pero pocos han accesado,según las antiguas leyendas en la meseta del Pantiacolla se habría construido una ciudad llamada Paiquinquin Qosco significando “ Ciudad gemela al Cusco” este santuario o ciudad se encontraría al lado de una cascada y de una montaña atravesada por profundas cavernas que de acuerdo a las leyendas originarias del lugar habitarían hombres de gran estatura vestidos de blanco a los que llamarían los Paco Pacuris, aquellos que los saben todo,señores y representantes de una humanidad intraterrestre.
Hoy a través del proceso y preparación de contacto extraterrestre sabemos que son guardianes protectores de la real historia y del gran Disco Solar la llamada Hermandad Blanca establecida mucho antes de la aparición del Imperio inca, apoyando discretamente a la humanidad para concretar en algún momento de nuestra historia la reconexión de los tiempos.

El muro tiene aproximadamente unos 6 mts cuadrados de petroglifos que estarían recordando
la historia de la humanidad.

Durante el año 2010 mientras se prepraba otra expedición al Paititi tuve la oportunidad de comentar con Sixto el sentimiento de inscribirme en la convocatoria de ese año, compartiéndole mis sueños y proyecciones a dicho santuario, Sixto me motivo a inscribirme pero ciertamente una emoción me domino surgiendo en mi una fuerte exigencia en donde algo en mi interior me decía que necesitaba estar más preparado sentía toda una certeza de que seria en otro momento y sin tener conocimiento de lo que acontecería dos años más tarde vibre el 2012.

Precisamente durante esos dos años en continuas salidas al Valle de las 7 luminarias donde
también participaría Richard González,ahí tendría proyecciones en sueños viéndome frente al muro y otras experiencias vividas en el Valle sagrado de Tepoztlán me irían corroborando los futuros acontecimientos.




Fotografia del cerro Tlacaltepetl (en náhuatl cerro del hombre) investigado y cartografiado por
el investigador peruano Daniel Ruzo. Varias visitas había realizado a sugerencia de los
guias como un punto muy propicio para el contacto físico, aquí en el 2011 pedí una
corroboración misma que verifique en la presente fotografía.

Durante mis investigaciones y corazonadas intuía mucho el acercamiento con la Hermandad
Blanca y el mundo intraterreno vinculo que comenzaba a vislumbrar con algunas participaciones que tuve con chamanes de tradición Náhuatl, en este proceso encontraría pistas de dicha Hermandad oculta o mejor dicho discreta y que en México existirían no solo retiros intraterrenos sino retiros externos con una liga histórica, siendo concreto me refiero a la relación profunda ente el Tíbet y México.

En el año 1400 existiría un monje llamado Je Tonsong Khapa fundador de la tradición Gelu (de los sombreros amarillos) y maestro del primer Dalai Lama donde algunas leyendas o historias de tradición oral este habría tenido contacto telepático con un sacerdote de sabiduría Tolteca llamado Yacatl, aunque esto suene descabellado, pero sabemos bien que esta capacidad nos lleva a conexiones inimaginables; como todos sabemos el Tíbet esta muy cercano al Gobi y bien podrían ser los maestros y guías que aprenderían las enseñanzas de dicha fraternidad afincada en la mítica Shambala.
14 años mas tarde se funda el monasterio Drepung Loseling fudado por Jamyang Tashi reconocido por sus poderes de meditación y discípulo de Tonson Khapa.
Esta orden continuó sus pasos a lo largo de la historia hasta alojarse en una discreta zona en México entre Tepoztlán y Amatlan Morelos misma que aun no he localizado pero existe y hay pistas.
Varios viajes me han llevado a seguir buscando y sintiendo estas zonas del estado de Morelos, fue ahí en Tepoztlán donde tuve mi primer encuentro cercano con naves durante mi adolescencia. El ultimo viaje fue en Marzo de este año y que acompañado de mi amigo José Ramón Díaz de España nos adentraríamos en la serranía del Tepozteco donde pretendíamos acercarnos a los lugares señalados en ocasiones anteriores, ahí sinceramente tuve falta de atención y perdimos el camino, solo nos quedaba meditar en la gran montaña del Tlacaltepetl, ahí realizando dermóptica en meditación me proyecte al interior del muro rocoso teniendo lo que yo aprecie en ese momento un encuentro con un guardián intraterreno un ser alto y lumínico y que hasta la fecha recuerdo me diría:

Confía Solmac, intuyes correctamente vuestros pasos e interés los han llevado a acercarse a estos retiros bases operativas donde naves acceden a vuestro mundo, estas zonas efectivamente tienen una enseñanza y un rol histórico con civilizaciones cuna hoy apoyada por nosotros, Shambala les será familiar. Este es solo un acercamiento, su esfuerzo por contactar es comprendido y valorado, su abandono es símbolo de desprendimiento, así mismo refléjenlo en la viada diaria, estén atentos a ser ustedes mismos, de vuestro contacto interior y todo se ira cumpliendo para el rol humano de ello dependerá para abrir las puertas a nuestro mutuo encuentro.
La Hermandad Blanca pronto habrá de salir a la luz y encuentro con la humanidad, habrá noticias y encuentros que os motivaran.
En amor vuestros maestros de los retiros interiores.


Dicho mensaje haría vibrar intensamente mis cristales, sentir la cercanía con la Hermandad Blanca, meses más tarde me enteraría de los mensajes recibidos en deferentes provincias del Perú referentes a una próxima salida a Paititi, comunicándome con Richard le manifesté mi sentir y vivencias, más tarde recibiría la notificación de mi participación en dicha salida, siendo sincero mi corazón se alegró demasiado entrando en simultaneo un sentimiento profundo de responsabilidad y compromiso, todo fluyo con toda la magia y sincronías contando con el aval de los guías ya que durante una salida de difusión que vengo realizando viajando a Cd. Guzmán Jalisco muy cerca de uno de los volcanes mas representativos de mi país el Volcán de Fuego Nevado de Colima ahí sentí pedir corroboración para el viaje y tomando una fotografía al volcán se mostraba la presencia de los hermanos mayores.

CD. GUZMAN JALISCO MÉXICO NEVADO DE COLIMA

Participantes salida al Muro de Pusharo Paititi.

 Héctor Ibarra (México)
 Enriqueta Fiederichsen (México)
 Leobardo Peña (México)
 Toribio Rodríguez (Cuzco – Perú)
 Jorge Zelada (Trujillo - Perú)
 Dieter Gerlach (Lima - Perú)
 Hernán Guillén (Lima - Perú)




Llegue al Cusco a finales de Julio lugar por demás mágico y espiritual, fue ahí donde nos reuniríamos dos de los tres grupos que emprenderíamos una nueva triangulación, realmente
una re~unión inolvidable, 12 personas estarían visitando las cordilleras andinas al encuentro con un enclave místico la Abadía de los Siete Rayos dado a conocer por un místico al que se le conocía como Brother Philip en los años 60´s, 5 hermanos más visitarían Sajama zona de Bolivia en Oruro y los 7 que entraríamos a las puertas del Paititi.

En esos días previos se estaría realizando el VII Encuentro internacional de integración donde meditaríamos y recibiríamos apoyo de los hermanos del Mundo.
Unos días extraordinarios de comun~union donde meditamos e irradiamos tanto a la tierra como a los santuarios a visitar, sorpresas y presencia de los guías ya que durante la última noche de participación en la Montaña de Pumapata / Urubamba / Cusco se percibían sendos fogonazos, ahí estaban.

Aun ante algunos inconvenientes que moverían nuestras emociones las autoridades nos concederían el permiso para acceder al parque nacional del Manu a partir del 4 de agosto.
Todo estaba listo para partir, previamente una movilidad privada nos condujo desde el Cusco hasta la línea frontera con la selva en el poblado de Salvación donde pernoctamos una noche al día siguiente en un singular camión de pasajeros al parecer el único en el pueblo conducido por Don Constantino quien amablemente nos trasporto hasta Santa Cruz ahí un grupo de tres Machiguengas encabezados por Calisto guardaparques y guía de expediciones pasadas,de hi partimos a la comunidad Machiguenga en Palotoa Teparo surcando una hora en peque peques (lanchas) por el rio Madre de Dios, dos días convivimos con la comunidad. Llegado el día 4 partimos, Maru y Jorge irían en una embarcación conjuntamente con las mochilas los 5 restantes con nuestro Guía Calisto caminaríamos alrededor de 7 horas internados en la selva, un peregrinaje iniciático seria internarse ya que había que estar templado ante cualquier eventualidad, que si bien la naturaleza estaba mas que abierta sin mostrar ningún peligro de animales pero si lo serian las caídas en los riachuelos y las rasgaduras y heridas provocadas por los bambúes con espinas, Dieter seria lastimado con estas pero afortunadamente con el botiquín y la ayuda de Hernán pronto sano.

Todos los días meditábamos en dos periodos mañana y tarde-noche ya que la mayor parte del grupo resentía el calor intenso de la jungla, Hernán y yo nos dimos la oportunidad de peinar la zona y desde nuestra llegada la presencia de los guías era contundente.


De igual forma Hernán y yo meditamos a las puertas del Mecanto o Pongo que significa puerta
ahí reflexionaría profundamente el significado de Paititi “El lugar donde se es uno mismo”
Y venia a mi mente toda la escritura del mapa “Estos son los reinos del Paititi donde se tiene el poder de hacer y desear…” durante nuestras meditaciones irradiábamos a la tierra y la humanidad sintiendo esa plena confianza de que así seria ya que este santuario amplifica las
Intenciones, por la noche del primer día observamos una nave atravesando la cordillera del Mecanto una nave de color rojizo que aparecía y desaparecía.



“En los viajes de agosto vibren con el espíritu del compromiso de la luz. Transiten los paisajes sagrados de la Tierra no como un visitante que se halla ajeno a ellos, sino como seres que son parte de allí. El día 8 será la iniciación simbólica a lo nuevo, y la posta que la Hermandad Blanca ratifica en amor hacia el ser humano.”
Emakiel


Recreación del avistamiento primer día acampando en el muro de Pusharo, de la misma manera se manifestaría otra a nuestra partida el día 9 a las 5 :30 am pero en dirección al Palotoa

Comunicación 15 de julio de 2012
Antena: R. González
Desde los Retiros Interiores, Alcir, Soromez y Emakiel:
Los viajes de agosto abren una puerta de consolidación espiritual. Les ayudará a ver y comprender lo que viene. Déjense fluir e interpreten las señales que se les mostrará. No estarán solos. El día 8, a las 8pm, harán en simultáneo un trabajo inducido por nosotros pero dirigido por ustedes. En él visualizarán cómo la luz que protegemos en nuestros Retiros se expande y abraza definitivamente al mundo. Ese trabajo tendrá un valor importante porque distintos puntos de poder serán enlazados en ese momento.





Previamente el 7 de agosto desperté en la madrugada revisando el reloj eran las tres de la mañana repentinamente perdí el sueño y sentí el deseo de salir de la carpa,al hacerlo observe cuidadosamente el entorno por aquello de los animales para ser más claro el del otorongo o Jaguar ya que en esos días Hernán y yo habíamos descubriendo sus huellas cercanas, así mismo decidí acercarme a la orilla del Rio Sinkibenya y cual seria mi sorpresa al percibir dos fenómenos muy extraños que al momento me desconcertaron, dentro de mi cabeza escuchaba mantras como en forma lejana que no podía distinguir la vocalización pero era como si varias personas estuviesen haciéndolo y por otro lado externamente en dirección a las puertas del Mecanto escuchaba un especie de canto o murmullo de una mujer una sensación de paz y nunca de miedo me invadió un autentico susurro melodioso como si fuese un dialecto y después de unos minutos volví a sentir mi cuerpo cansado y con sueño y fue así que decidí volver a mi carpa. A la mañana siguiente no comente nada, pero nuevamente la sorpresa me pillo cuando Toribio Rodríguez hizo el comentario de un sueño que tendría esa misma madrugada especificando muy puntual que me había soñado en una escena donde una mujer muy joven de apariencia nativa de la zona me estaba dando de comer y mi corazón sentía en silencio una profunda corroboración de un contacto auditivo con la Dama de Luz o Dama de Dávalos como se le conoce a esa escancia femenina que resguarda los reinos del Paititi

Durante nuestra estancia revisábamos continuamente las comunicaciones teniendo muy en cuenta la instrucción del día 8 a las 8 pm.

Llegado el día 8 el hermano Jorge Zelada dirigió una meditación, hubo un momento en que me desprendí de mi cuerpo (astralmente),días antes en solitario había meditado y mantralizado en el muro de Pusharo los mantras Sipembo, zin uru e IAO siento que eso me ayudo a sensibilizarme.
Concretamente me vi proyectado primeramente hacia el interior de una cueva en forma de un largo pasillo rustico y con la sensación de mucha humedad(habría atravesado el muro) ese túnel desembocaba a otro pero ya estructurado con paredes que me parecían ya trabajadas unos metros mas de avance había un acceso a un gran bóveda con forma de anfiteatro y al entrar cual seria mi gran sorpresa era un especie de templo iluminado por una radiación o luz muy especial caminado por un pasillo central veía a izquierda y a derecha que se encontraban decenas de Monjes Tibetanos vestidos a su usanza amarillo y marrón en estado meditativo mantralizando, aun no recuerdo el mantra, ahí me invadía un gran sentimiento con infinitas ganas de llorar puesto que los sentía a cada uno de una forma familiar como si estuviera rencontrándome con amigos o seres queridos que no había visto en mucho tiempo, a su vez
volvería sentir una fuerte emoción de auto exigencia no me sentía digno de estar ahí.
Una vez que respiraba profundamente para recobrar las fuerzas a lo lejos a unos 15 metros aparentemente en distancia veía a una docena de hombres altos vestidos con túnicas blancas y sombreros muy parecidos al Maestro Alcir parecían clones de él, uno de ellos intuyo era Emakiel, sus sobreros eran muy similares pero había uno que resaltaba entre todos y su presencia e irradiación era inconfundible era Alcir que sin decir una sola palabra ni siquiera telepáticamente al menos no lo recuerdo me invitaba con su mirada penetrante y amorosa a participar del ritual que estaba apreciando, ahí me di cuenta que ellos no juzgan simplemente actúan amorosamente en comprensión al menos eso sentía lo cual me volvió al dominio de mi emoción, ellos rodeaban un gran Disco acomodado o recostado en una aparente base formando un ángulo de 45 grados, era el Disco Solar me decía yo mismo, respiraba profundo para controlar mis emociones y me sentaba en el pasillo al lado de los monjes comenzando a meditar; el Gran Disco era de un color oro pero también aparentaba ser translucido, estaba formado de dos círculos uno interior y otro exterior el exterior mostraba muchos símbolos que me parecían familiares y me recordaban inmediatamente a los del muro de Pusharo, esos mismos símbolos en un momento salían de sus sitio como si fuesen hologramas flotantes de un color rojizo como si fuesen de fuego y se intercalaban unos entre otros, este circulo giraba de izquierda a derecha y el circulo en centro giraba en sentido contrario creando una fuerza de vació o centrifugado un magnetismo penetrante a manera de ondas se podía sentir en toda la sala; después esa misma fuerza me proyectaba a otra escena, me veía flotando en la atmósfera del planeta veía los continentes y en especial América y veía como en los lugares donde se encuentran los discos solares grandes zonas se iluminaban creando una intercomunicación lumínica muy semejante cuando un rayo láser se refleja en un espejo y este se refleja en otro, ahí intuía que tendría que trabajar con la luz de rayos gamma luz violeta del centro de la galaxia y esta se canalizaba a los Discos envolviendo al planeta en una gran burbuja de color violeta así fue por un espacio de tiempo hasta que volví en si regresando a la meditación guiada.
Recordar los rostros de Alcir, Emakiel fue emocionante y de entre los lamas ahora recuerdo el rostro de uno de ellos quizá Abudamir.

Recreación de escena con los Lamas Abudamir (informe Alonso Calderón)



Esta experiencia no la pude compartir con el grupo terminando la actividad, mi garganta se
cerraba ante la emoción y sentimiento nuevamente, las ganas de llorar me hipersensibilizaban

Todo se había cumplido, cada grupo encabezaba un rol especifico, al menos en Paititi los guías y Hermandad Blanca reiteraban, “ no habrán venido a recibir si no a dar , a recordar e influir positivamente en mas personas a vuestro regreso” “ Con que actitud están dispuestos a regresar,decían” Eso nos marcaria profundamente al menos así los sentí personalmente.


Cuantas veces nos recordarían los hermanos Mayores que el contacto mas importante no es con ellos si no con nosotros mismos por ello el énfasis en la memoria, de tomar congruencia con lo aprendido y que ello marcaria el rumbo y el contacto definitivo con el cosmos, que todas sus enseñanzas compartidas con muchas de las filosofías ancestrales serian el estimulo, ese mismo conocimiento ancestral, sagrado y divino que nos ayudaría a atravesar la nueva etapa humana, la nueva era donde deberíamos modificar, resignificar y transformar los modelos antiguos para dar a luz ,esa nueva era celosamente custodiada desde los santuarios a los que muchos acuden no solo a aprender o a recibir si no a dar (peregrinar), toda la serie de viajes emprendidos en misión son uno solo, eso deberíamos aprender y engranar, encarnar ese peregrinaje que solo se comprende desde el corazón y el silencio.

Muchas más corroboraciones de la experiencia al interior de Paititi he tenido, he regresado con muchas certezas así también con la completa seguridad de todos hicimos nuestra parte y digo todos a nivel mundial, hoy por hoy la certeza mas material es que hay dos Paititi uno en el santuario de la selva amazónica y otro en la selva de la cotidianidad donde ponemos en temple nuestra espiritualidad nuestra selva interna y el santuario sagrado de nuestro corazón; mucho hemos escuchado de formar parte de la Hermandad Blanca en nueva posta, pero realmente estamos comprometidos a comprender nuestros propios procesos y los de nuestro entorno, acaso estamos en el momento clave para replantear el termino fraternidad y materializarlo, encarnarlo. Cada uno sacara sus propias conclusiones en base a sus certezas, cada santuario visitado nos ha demostrado algo y llegara un día un momento en que encontremos lo idéntico en lo diferente de toda las experiencias.

Que así sea.


Un gran honor haber caminado al lado de mis amigos y hermanos Maru, Héctor, Dieter, Hernán, Toribio y Jorge, que el padre y madre creador les guie siempre.


Leobardo Peña
México DF 2012