viernes, 25 de septiembre de 2009

SIXTO PAZ - PANEL DEBATE TV.

MISION RAHMA NEW YORK
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Roberto Vargas de la Gala
rvargasdelagala@yahoo.es
www.qapacnan.blogspot.com
telefono:993512846-Lima


la Selva del Perú), solicitando el permiso a la tierra, visualizando una gran luz en forma espiralada que penetraba en el lugar.

Cuando realizamos el camino de ruta del QapacÑan en el Perú, (que se encuentra descrito en el libro El ADN en la evolución) fuimos recogiendo información dejada por los sabios andinos en los restos arqueológicos, sobre la profecía del Armagedon Andino, (ciclo que se repite) el cual podría cumplirse cuando la tierra se ubique en 22,30º constituyendo una clave de los tiempos dejada para la posteridad y que ahora comprendíamos que estaba relacionada con la información contendida en esta plancha y su relación con los Intihuatanas.

Nuestros ancestros “conociendo que los ciclos se repiten” construyeron sus principales ciudadelas en las alturas, dejando para el futuro un mensaje de los cambios que se repetirían.


Intihuatana que significa “o piedra que amarra el sol” y está ubicada a en 22,3º (en la orientación norte sur) conocida como línea de la verdad, y que se encuentran en Pisac, Machupicchu, y a lo largo de la ruta del Qapac Ñan y al interior de la Chakana o cruz andina.

1. LA LLEGADA A MACHUPICCHU (sétima maravilla)

Después de todas las labores realizadas, de los mensajes recibidos Roberto debió volver a Lima porque lo llamaban de su centro de trabajo, yo aproveché en estar unos días más con mi familia (mi madre y hermana) aprovechando las vacaciones que yo todavía tenía, sentía que tenia que estar en Machupicchu, me acordé que en anteriores meses había recibido una invitación para entrar a la Ciudadela de Machupicchu, en aquella ocasión un maestro Inca que no me decía su nombre: me mostraba la puerta de ingreso diciendo de que Machupicchu tenia cuatro (4) puertas de ingreso y estaban abiertas, y algunos lugares donde se tenia que llegar cuando estemos allí, todo se confirmó ya que semanas después Roberto recibió una comunicación psicográfica de los guías de misión rahma donde decían que nos esperaban en Cusco, que se llevarían a cabo labores muy importantes y sobretodo una iniciación, fue en ese momento cuando recordé al Inca que mostraba la entrada.
Así que el 22 de agosto decidimos ir junto a mi mami y Lucianita, alcanzamos el tren de las 8:30 pm. que salía de Ollantaytambo (Valle Sagrado) con las justas ya que partimos de Cusco casi a las 6:30 y para llegar eran como tres horas de viaje a Ollantaytambo desde Cusco también tubo que parar un rato debido a una infracción de transito.
Llegando al pueblo de Machupicchu nos dieron alojamiento muy fácil y sin mucho pedir ya que habían muchos turistas y delegaciones que llegaron con nosotras pidiendo hospedaje, ya no había para nadie en ninguna parte todo estaba full, estábamos contentas por lo que hasta el momento nos había pasado, esa noche nos acostamos temprano porque al día siguiente teníamos que levantarnos antes de los primeros rayos de sol para poder subir a la ciudadela, decidimos realizar una pequeña meditación en ese momento sentí un rayo de energía que penetraba por mi espalda, la reconocí, era la misma de Alcir de pronto escuchamos tambores y sonidos de viento, una fiesta a la cual nos invitaron a ingresar, en ese momento vi y sentí la presencia de “Amaru Roca” sentí una inmensa alegría, saber que el había vuelto y recordé que el en una oportunidad nos había invitado a Machupicchu aperturando las cuatro (4) puertas de ingreso que se encuentran allí, recordé también que nos presentó el 21 de junio a vísperas del Solsticio de invierno en una meditación junto a Roberto que realizamos utilizando unos cuarzos, él no estaba solo si no acompañado de una especie de delegación, parecían Incas o sacerdotes varones pero vestidos con otro atuendo, en ese momento apareció la imagen de la explanada de las cuatro (4) ventanas junto a la sala de velatorio en Machupicchu, habían muchas mujeres bailando con una túnica blanca en columnas de cuatro y capas desde la cabeza de color azul con bordados alrededor tal como existen en los ponchos, tenían como una cinta en la frente de los siete colores, ellas ofrecían y cargaban a los muertos en una especie de camilla dorada y los difuntos estaban semidesnudos cubiertos de oro como si estuvieran pintados, pero en vez de tristeza todo era una celebración, pasaban las camillas por los costados y los ponían en la piedra horizontal que se encontraba en ese “cuarto velatorio” también de oro donde unos metros mas arriba se ubicaba un disco dorado que cambiaba las formas de las imágenes por dentro, de pronto se veía con algunos símbolos luego se transformaba en una chacana, luego con un circulo adentro que después tomaba la forma de un corazón, luego de dos manos pegadas que se abrían al infinito, sentí sus palabras que me decían: “con el tiempo recordaras mas”, que ese viaje estaba planificado de antes y que no era solo yo la invitada.

Esa noche no pude dormir, pensando en todo lo ocurrido, no tardo de tocar la puerta la recepcionista del hotel que nos despertaba para subir a la ciudadela, nos alistamos contentas, en el camino y en el bus sentí mucha presión en la frente y pecho ganas de llorar cuando pisamos la entrada pedimos permiso agachándonos y poniendo la frente en la tierra, paseamos por la ciudadela cuando llegamos a la entrada del -Huaynapicchu, nos dimos con la sorpresa que solo ingresaban las personas que habían sacado el cupo desde muy temprano (ingresaban 200 a las 7am y 200 a las 10 am) un vigilante al vernos se acercó y nos ofreció hacernos entrar sin el cupo y sin que le dijéramos nada, en la ciudadela hicimos algunas labores energéticas sobretodo para el planeta, labores con el agua etc., y a eso de las 2 pm decidimos salir despidiéndonos muy tristes de los maestros que habían estado con nosotros guiándonos.

2. EPILOGO

Volvemos nuevamente a nuestro diario vivir, pero ésta ves recargados de energías y responsabilidad por las labores a realizar al interior de nosotros mismos y de nuestra familia y solo así por irradiación llegaríamos a los demás.
Los niños con su naturalidad e inocencia, nos mostraron el camino; y el brillo de sus ojos y la sonrisa de sus rostros es un hermoso recuerdo que perdurará en nuestros corazones.
A estar en la selva hemos sentido que el ciclo pronosticado por las culturas andinas puede estar llegando a su fase final.
Con el sentimiento de amor, gratitud y alegría lo que hacemos es activar los codones del ADN, pero a la vez es importante que cada uno de nosotros piense libremente, pues solo así evitaremos ser influenciados.