miércoles, 5 de diciembre de 2012
El almirante Bird: El polo norte y la Antártida
Richard Evelyn Bird fue un gran explorador y aviador estadounidense, y conocido especialmente por sus audaces vuelos sobre la Antártida, que permitieron conocer mejor la configuración geográf
ica del continente helado. Según un diario del almirante Bird, descubrió entradas a un mundo interior en el polo Norte y en la Antártida
El vuelo del almirante Bird en 1947 con el que descubrió una entrada a la Tierra Hueca
Todo empezó cuando el 29 de noviembre de 1929 volando por el polo Sur, comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. Mas tarde, en 1947 sobrevoló el polo norte y según sus propias palabras encontró lo mismo. Según su propio diario:
“Este diario lo escribiré en secreto y oculto. Contiene mis anotaciones sobre mi vuelo ártico del 19 de Febrero de 1947.Estoy seguro de que llegará el día en que todas las suposiciones y reflexiones del hombre se disiparán para convertirse en nada y se tendrá que reconocer la irrefutabilidad de la verdad evidente. Se me ha denegado la libertad de publicar estas anotaciones y quizá nunca lleguen a la luz de la opinión pública. Pero yo tengo una tarea que cumplir, y lo que yo he vivido lo dejaré aquí escrito. Confío en que todo esto pueda ser leído, en que venga un tiempo en que la ambición y el poder de un grupo de personas no pueda ya ocultar más la verdad.”
Según nos cuenta el almirante Byrd en su diario, penetró a través de una cavidad gigantesca en el polo que le permitió acceder con su avión a un mundo interior, donde la temperatura era más alta y donde en contra de lo que se pudiese imaginar, no había oscuridad sino luz. También habla de unos seres "intraterrestres" más avanzados que nosotros con los que al parecer tuvo contacto en aquel misterioso lugar.
El misterio de los niños verdes
Según el cronista Jacques Bergier, en agosto de 1887, cerca de una población llamada Banjos ( probablemente Bañolas, un pueblo gerundense español), unos campesinos vieron salir de una gruta a dos niños, un niño y una niña.
Sus vestidos eran de un material desconocido por ellos y su piel presentaba un aspecto rugoso y un color verdoso. Los niños hablaban un idioma desconocido. Al parecer, especialistas que llegaron desde Barcelona intentaron si éxito identificar de qué idioma se trataba.
Fueron entregados en custodia a un juez local llamado Ricardo de Calno. Los sirvientes de este juez trataron en vano de quitarles el color verde pensando que era un maquillaje, pero cejaron en su intento después de darse cuenta de que era la verdadera pigmentación de su piel. Sus rasgos faciales presentaban un claro aspecto negroide con la diferencia de unos ojos rasgados tipo asiático. Trataron de alimentarlos pero se negaban a comer, hasta que aceptaron un plato de judías y guisantes.
El niño falleció poco después, se supone que muy debilitado. La chica sobrevivió durante algunos años trabajando como sirvienta en casa del juez. El color de su piel se fue transformando en un tono mas claro hasta casi adquirir el color de la raza blanca. Con el tiempo aprendió un poco de español y fue capaz de describir el país de donde provenían y como habían llegado hasta allí. Aseguró que su mundo pertenecía al subsuelo y en ese mundo subterráneo vivían en un atardecer constante.