¿Por qué no se alcanza la tranquilidad y la felicidad? La desdicha y la felicidad atraviesan, como el estrés y la depresión a todas las clases sociales y géneros
Científicos y psiquiatras en diversos centros de estudio por décadas han estado interesados en investigar qué hace que el ser humano sea más feliz y pueda tener una mejor calidad de vida.
El psiquiatra chileno Marco Antonio de la Parra, dedicado escritor y director de la carrera de Literatura de la Universidad Finis Terrae, en Santiago de Chile, en un comentario previo, dijo que la desdicha y la felicidad atraviesan, como el estrés y la depresión, a todas las clases sociales y géneros, y son absolutamente transversales. Aseguró que este aspecto transversal ahora también le gusta mucho a los políticos, "ya que puede dejar a nadie indiferente".
El psiquiatra citó como ejemplo un dicho del ilustre abogado y político Enrique Mc Iver (1844-1922), cuando señaló que “parece que seguimos no siendo felices y cada vez son más tempranas las depresiones; el estrés nos come vivos y algo pasa”.
“Parece que alguna vez lo fuimos pero ya no lo somos y no hay quien nos muestre un camino que ya se perdió mucho tiempo atrás y que tal vez la paciencia, esa oriental virtud, sea la única alternativa en tiempos de crisis para aprender de nuevo que el tiempo era la salida y no el dinero; que la oportunidad era el beso y no el regalo; que la persona era más importante que la cosa, y que éramos personas y no cosas y que el cajero automático no era ese sueño de los niños del pozo infinito”, según publicó De La Parra en La Nación.
Los análisis de la felicidad en la mayoría de los estudios universitarios derivan hacia o desde los beneficios de la meditación, donde se comprobó cuáles partes del cerebro están más involucradas, y dónde juega un rol importante el control de los pensamientos errantes.
Durante uno de las investigaciones realizadas por la Universidad de Yale y publicada en noviembre 2011, se reveló que las personas experimentadas en meditación, tienen muy activas sus regiones del cerebro asociadas al auto control y la supresión del pensamiento errante. El Dr. Brewer, de dicha casa de estudios, destacó a su vez que esto hacía a las personas más felices, además de controlar una serie de enfermedades.
Para el científico, la capacidad de la meditación “para ayudar a las personas a mantenerse, ha sido parte de las prácticas filosóficas y contemplativas desde hace miles de años", y resulta muy eficaz.
Otro estudio de la Universidad de Massachusetts, también reveló resultados similares. Aunque los investigadores no hablaron directamente de felicidad en este caso, destacaron que la meditación elimina la ansiedad y mejora el bienestar y la calidad de vida.
Sin embargo, este autocontrol y supresión del pensamiento errante que describe Brewer, al parecer como parte fundamental, y que se observó en los meditadores experimentados de diferentes técnicas, no se trataría solo de sentarse y tomar la decisión, “Ok, desde hoy nada de ansias, descontrol, e infelicidad”, sino que requiere algo más profundo.
El maestro Li Hongzhi de la escuela budista Falun Dafa, nominado a numerosos premios internacionales, y destacado por sus técnicas en beneficio de la salud en China, expone en 'Corazón limpio y puro' de su libro Zhuan Falun:
"¿Puede una persona común entrar en la tranquilidad así nomás? No puede en absoluto, a no ser que tenga muy buena cualidad innata. Es decir, la causa fundamental de que el hombre no puede entrar en el estado de tranquilidad no es un problema de técnicas ni de no tener algún método especial, sino que los pensamientos y el corazón no están limpios. En la sociedad de la gente común y en los conflictos entre uno y otro, tú peleas y compites con otros por intereses propios, por las siete emociones y seis deseos, así como por diversas clases de apegos de deseos; ni siquiera puedes dejar estas cosas ni tomarlas con ligereza y ya quieres entrar en la tranquilidad, ¿es tan fácil hacerlo como decirlo? Mientras practica gong allí, alguien dice: «Simplemente no creo que sea imposible, tengo que entrar en la tranquilidad, no debo pensar embrolladamente». Apenas termina de hablar, los pensamientos brotan nuevamente; es ese corazón tuyo que no está limpio, por eso eres incapaz de alcanzar la tranquilidad".
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