Estudian el uso de incienso como medicina
antiinflamatoria
Las
sustancias que aporta la resina de los árboles Boswellia, usada en el incienso, contiene antiinflamatorios que
pueden ser beneficiosos para enfermedades como el asma, artritis reumatoide o
dermatitis atópica, informó el profesor y Doctor Oliver Werz de la Universidad
Friedrich Schiller de Jena, Alemania.
El Dr. Werz comunicó este año que
“la cátedra de Química Farmacéutica y de Medicina están convencidas” del
beneficio del incienso.
En un comunicado, el profesor destacó que el
incienso es parte importante en la historia. Señala que fue uno de los tres
regalos de los Reyes Magos al recién nacido niño Jesús, y desde la antigüedad se
quema en las ceremonias religiosas y festivas y es usado por miles de años en la
medicina ayurvédica. Ahora él revela que el secreto está en su resina, una
sustancia que tiene fuertes efectos curativos.
El Dr. Werz lamentó
que los árboles Boswellia son una parte de especies en peligro y en muchos
lugares solo se los utiliza como combustible de calefacción
El equipo de
Werz y la Universidad de Saarbrucken se unieron para examinar estos efectos
medicinales y determinaron que “corresponden exactamente a los ácidos
boswéllicos”, informa el Doctor.
“Los ácidos boswélicos interactúan con
varias proteínasque forman parte de las reacciones inflamatorias, pero sobre
todo con una enzima que es responsable de la síntesis deprostaglandina E2",
señala Oliver Werz.
“La prostaglandina E2 es uno de los mediadores de la
respuesta inmune y juega un papel decisivo en el proceso de la inflamación, en
el desarrollo de la fiebre y del dolor", agrega el doctor, explicando además que
los ácidos boswéllicos del incienso son capaces de bloquear esta prostaglandina
E2, reduciendo la reacción inflamatoria.
Los investigadores analizaron
los tipos de resina de los inciensos que se venden en el mundo y destacaron que
“hemos sido capaces de demostrar que la resina de Boswellia papyrifera es diez
veces más potente” que las demás. Es una especie que se produce principalmente
en el noreste de África, en países como Etiopía, Somalia, y en la Península
Arábiga, en Yemen y Omán.
En tanto que el incienso más difundido en el
mercado viene de la Boswellia
serrata del centro y norte de India.
El Dr. Werz lamentó que los
árboles Boswellia son una parte de especies en peligro y en muchos lugares solo
se los utiliza como combustible de calefacción.
“De ese modo sin una
protección sostenida no sólo las especies de plantas están en peligro, sino que
al mismo tiempo la medicina pierde sus prometedores ingredientes activos”,
declara Werz.
Para el farmacólogo ahora es perfectamente concebible
realizar una terapia específica en las enfermedades inflamatorias con estos
ingredientes.
Los médicos creen que los ácidos boswéllicos tienen además
mucho menos efectos secundarios que los tratamientos antiinflamatorios como
diclofenaco o indometacina, que aportan un gran riesgo de úlceras de estómago y
pueden afectar negativamente a la función renal.
Uno de los intereses de
la Universidad es llevar esta sustancia a un uso farmacológico, sin embargo aún
deben hacer los estudios probatorios.
“A pesar de que la resina de
Boswellia se ha utilizado durante miles de años en la medicina ayurvédica, por
ejemplo, los estudios clínicos que tenemos hasta ahora no son suficientes aún,
para obtener una licencia en Alemania y Europa”, comenta el Dr. Oliver Werz,
anunciando que continuarán con sus estudios.